15 de agosto, 2018
Después de haber descansado dos días, hoy por fin he decidido regresar a mis clases de karate y natación, mi pie ya está mucho mejor que ayer y anteayer, claro que tuve problemas con mis prácticas, pero los calentamientos, meditaciones y rehabilitaciones fueron muy eficaces para mi tratamiento. Tuve que reducir mi práctica de karate a una hora, porque debía prepararme más en natación, ya que la competencia sería en octubre. Los días pasan con rapidez, al igual que las horas. Debo ser consciente que esta competencia es igual a muchas que tuve, así que daré el cien por ciento de mi esfuerzo, porque tengo que ganar.
No porque quiera presumir el primer puesto o la medalla de oro, yo no soy ese tipo de persona. Soy esa persona que siempre da lo mejor de sí en lo que se lo propone, así pierda en su propósito, siempre será consciente que entregó todo de sí, y con eso bastará para ser feliz.
—Aurora, has dos sesiones de diez golpes y veinte patadas en el saco de boxeo—Indicó el sensei—, iré a conversar con el director de la academia, ya regreso.
—Entendido.
Antes de que se fuera, regresó por mí—Olvidé decirte que vendrá un amigo mío, por favor le indicas que espere en los sillones, no demoraré mucho.
—No se preocupe, sensei.
Arreglé mi cabello con una vincha de tela, sosteniéndolo hacia atrás. Esta vez no quise usar los guantes, solo cubrí mis nudillos con una venda blanca. Después regresé mi atención al saco de boxeo, los golpes de mis nudillos contra él, resonaban como eco en toda la habitación. Iba entrar a la segunda y última sesión, cuando por la puerta ingresó ¿Dainan?
¿Qué carajos hacia él, aquí?
—¿Tú? —dijimos al unísono, mirándonos de arriba abajo.
—¿Qué haces aquí? —le pregunté irritante.
Se cruzó de brazos—Lo mismo te pregunto.
—No lo puedo creer, ¿acaso tú eres el amigo del sensei?
—Yo no, pero mi padre sí—Respondió caminando hacia uno de los sillones, cogió una revista del exhibidor y comenzó a hojearla, fingiendo leer. Sabía con claridad que quería evitarme, pero sus ojos parpadeantes lo demandaban.
También preferí evitarlo, por lo que me dirigí al saco.
Seguí golpeándolo sin parar, respirando por la nariz, y expulsando por la boca. Sentía mi cara sudada, al igual que mi cuerpo, aun así, seguí entrenando. Al terminar, quise tomarme un descanso, caminé hasta el dispensador de agua, cogí un vasito descartable y lo llené. Vi de reojo a Dainan, quien tenía la revista a la altura de su rostro, por ello no pude ver sus ojos ni sus labios.
¿Aurora, enserio quieres verlo?
Removí mi cerebro, eliminando pensamientos. Después de saciar mi sed, regresé al saco para golpearlo con la pierna, al principio tuve miedo de lesionarme, pero después agarré confianza, debido a todos los entrenamientos que tuve antes. Era tan pacífico golpear, me sentía demasiado fuerte. Recuerdo que decidí este deporte por defensa personal.
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Susurros de amor © [FINALIZADA]
Romance«Si no te hubiese recordado ni tú me hubieses buscado, no nos habríamos susurrado amor ni tampoco experimentado el vasto sentimiento de la tristeza ni la felicidad absoluta.» Hermoso Banner hecho por: @AriaDesign BORRADOR. ERRORES ORTOGRÁFICOS. 2 0...