Capítulo 17: Besos robados

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Despierto media sonámbula del asiento, con el cabello pegado a ambos lados de mi cara

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Despierto media sonámbula del asiento, con el cabello pegado a ambos lados de mi cara. Entre borrones observo a Hans abanicándome desesperado, junto a él estaba una de sus empleadas, sirviendo en un vaso, algo que supongo que era agua. No sé cuánto tiempo estuve dormida, pero tengo claro, que la cabeza me duele como el maldito infierno.

Alguien jala la puerta corrediza del patio, y dirigimos la vista hasta allá.

—¡Ahí estás! —Clara va y jala a una persona con brusquedad del brazo—Mira lo que hemos creado.

Hans deja a un lado el abanico para sujetarse la cabeza, dramático—¡Hemos creado un monstruo!

Volteo los ojos.

—Déjame verla—Dainan se agacha, separándome de su hermana. Aun teniendo alcohol en mis venas, soy consciente de la vergüenza que tengo al sentir que él verá sudor corriendo por mi frente y las mejillas enrojecidas como si hubiese tomado sol por horas.

Esconde un mechón de cabello, detrás de mi oreja—¿Así que comiste unos ositos con Vodka? —pregunta, y con sus nudillos acaricia mi mejilla.

Suelto una risita, con los ojos entrecerrados—Esos ositos me tentaron—levanto las manos en signos de liberación—¡Yo soy inocente!

Con una sonrisa me ayuda a levantarme, me toma por la cintura, al principio mi cuerpo tambalea y mi rostro cae en su hombro, pero con suavidad lo quita de él, para que no me doliera. Pasa uno de sus brazos por mi hombro, obligándome a que lo sujete por la cintura. No sé si es un efecto secundario del alcohol, pero no puedo detener el latir incesante de mi corazón.

—¡Ya llegamos! —escucho unos gritos provenientes de la puerta.

Giro mi vista y veo a Bella con Ulises, acercándose con bolsas en sus manos. ¿Fueron de compras? ¿Cuándo estoy muriéndome en vida? Nunca he probado golpear, en estado de ebriedad. ¿Sería este un buen momento para hacerlo?, ambos se merecen una patada que los haga viajar directo a la luna.

—Dainan, ya llegaste—Bella se acerca hasta él, y antes me da un reojo—¿Aun está ebria? ¿O se le pasó un poco?

—¿Qué te parece si lo probamos, con un golpe? Si alguien se ofrece como voluntario, prometo darle una patada menos dolorosa, pero si yo escojo a quien golpeo, no seré capaz de controlar mi fuerza.

—Con tal que no me escojas, todo bien—dijo Bella, muy confiada.

Suelto una risa—¿Qué crees?, a ti es a quien escogeré.

—Dios mío, Aurora aun no estás bien, por favor ten, bebe agua—le quita el vaso con agua, de la mano a la empleada de cabello rubio sujetado en un moño, y se acerca rápidamente hacia mí, ayudándome a beberla.

Clara y Hans comenzaron a burlarse de mi amiga, en cambio Dainan y Ulises se quedaron observando. Sus miradas eran confidenciales, como si ambos se hubieran conocido en algún lado, y estuvieran haciendo el intento por recordarse.

Susurros de amor © [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora