Susurros de amor © [FINALIZADA]

Capítulo 20: Regalos valiosos

(ACTUALIZACIÓN DOBLE)  2/2

13 de octubre, 2018

Los sábados serían bonitos si no tuviésemos que asistir al instituto. Pese a eso siento un poco de satisfacción, ya que el fin de semana llegó nuevamente. Los viernes, sábados y domingos siempre me alegran la vida, ya que me olvido de trabajos, tareas, y todo eso que contenga nota como resultado. Sin duda alguna, es estresante ser estudiante, y ello no lo entienden nuestros padres. Lo único que esperan de nosotros es estudiar día, tarde y noche, sin pensar que eso genera ansiedad, estrés, enojo... ¡Lucifer, ya llévame!

Con el lápiz en la boca, veo de reojo a Dainan.

Él ha estado muy pegado a su libreta desde la última vez que nos vimos. Quizás está reuniendo pistas para encontrar a aquella niña que le robó su corazón. Estoy un poco angustiada, eso debo admitirlo, ya que, en sí, estoy a unos cuantos pasos de enamorarme de Dainan, o quizás ya lo estoy, y me estoy aferrando a la idea de que eso no es verdad.

Suspiro, resignada, también decaída.

—¿Otra vez con esa cara? —la voz de Bella llama mi atención.

Saco el lápiz de mi boca—Ya te dije el motivo.

—Oye, tú no estás así porque se acerca tu cumpleaños—enarca una ceja—Me estás ocultando algo.

—¿Qué te ocultaría?

Volteo los ojos.

—Te conozco como si yo fuera tu madre—eso es verdad—Esa carita es por el maldito torpe. ¿Verdad? —mis ojos se abren y mis mejillas se tiñen de rojo—Entonces estoy en lo correcto, así que ahora mismo me contarás qué te hizo ese poste.

No puedo evitar sonreír al escuchar ese apodo que Bella le ha puesto a Dainan, por su estatura.

—Pues es una historia casi larga. —me rasco la nuca, y de reojo veo a Dainan, pero él ya no está en su sitio, al parecer se fue del salón.

—Aurora, si no me cuentas qué es lo que te pasa, no podré ayudarte—me dice con seriedad—Llevas días con cara de pocos amigos, y tu sonrisa de guasón ya desapareció.

Una sonrisa se aprecia en mi rostro nuevamente. Pero es que Bella es bromista hasta en los momentos más serios.

—Él... —tartamudeo—bueno..., al parecer él está buscando a una chica que hace años le ayudó, bueno, le salvó —me corrijo al recordar las palabras de Dainan—de algo que a él le atormentaba hasta el punto que padeció de baja autoestima y depresión.

—Se me hace conocida esa historia —hace la simulación de recordar algo, pero después le resta importancia—En fin, ¿estás triste por eso?

Asiento con la cabeza, lentamente.

—Te lo dije una vez, y te lo volveré a repetir—toma mi mano derecha con la suya—Amar a la persona equivocada no debe hacerte débil, al contrario, debe hacerte más fuerte. No dejes que el amor interfiera en tu felicidad, porque serás una persona vulnerable, y recuerda que tú eres una de las chicas más fuertes que he conocido en toda mi fucking vida.