Capítulo 01: Hola, chico nadador

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31 de julio, 2018

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31 de julio, 2018

Desde mi último viaje a las colinas, supe que debía volver tarde o temprano. Por eso, he estado planeando por semanas hacer una reunión con Bella, mi mejor amiga, sin embargo, ella está tan enamorada de Hans, mi otro mejor amigo, que mi existencia o mis peticiones dejaron de importarle. Hoy es sábado, sábado de mejores amigas, no obstante, mi hermana, mi mejor amiga, la chica que conoce todos y cada uno de mis secretos, está en estos momentos con Hans en la playa, disfrutando de las brisas marinas y del sol.

Justo hoy, los profesores decidieron darnos libre, porque en el instituto que estudiamos, asistimos los sábados también. Jodido, ¿verdad?, pero no lo es tanto si estás acompañado de tus mejores amigos, con quienes te lanzas aviones de papel por todo el salón, o también van a comprar golosinas a escondidas, en lugar de estudiar.

Sigo sin creer cómo es que Bella, la más estudiosa del instituto, (a parte de su enamorado, claro) no ha desaprobado ningún curso hasta ahora, a pesar de las distracciones que tiene en clases. Yo me distraigo un segundo y ya desaprobé cinco materias, soy una alumna F, así como me apodó la profesora de Física.

—¡Aurora! —gritó mi madre desde el primer piso—¿A qué hora piensas ordenar tu habitación?

—¡No me dejas orinar en paz! —le respondí.

—Estás una hora metida en el baño, —bufó—¿Y sólo estás orinando? ¡Sal de ahí!

Decido no contestar.

Seguí echando un vistazo a las historias de Instagram. Justo hace un minuto Bella publicó una historia más, las diez anteriores fueron selfies con Hans, en cambio esta última, era un video en la playa. Ella reía como una niña pequeña, mientras construía su castillo de arena. Escuché golpes en la puerta, y en un segundo guardé el móvil dentro del bolsillo de mi pantalón.

—Aurora Evans, sal ahora mismo del baño. —dijo mi madre al otro lado de la puerta, su voz se oía muy gruesa y eso eran signos de: O sales o te mato.

Me levanté rápidamente del inodoro y jalé la bomba para que pudiera creer que sí estaba usando el baño. La verdad es que siempre vengo aquí para revisar mis redes sociales, ya que, si mis padres me ven usar el móvil en frente de ellos, me regañan como si fuese un pecado. Y peor aún si este es mi último año de instituto, según ellos, tengo que estar concentrada y pendiente de mis estudios y no de la vida social de los demás.

Abro la puerta del baño—Aurora, en verdad me preocupas—dijo mamá con angustia, y con la palma de su mano palpó mi frente como si fuese un bebé—Qué raro, no tienes fiebre.

—Mami, estoy bien—la abrazo—Sólo tenía náuseas—mentí—

Ella se aleja, y me toma por lo hombros. —¿Náuseas? —pregunta sorprendida, y entonces me doy cuenta que fue mala idea pronunciar esa palabra.

Susurros de amor © [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora