Cap. 15

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Kateeryn.

Han pasado ya unas horas y no he escuchado ruidos fuera del cuarto, Daly ya se durmió ya ha anochecido por lo tanto es hora de dormir. Exactamente son las 10:52 y yo también tengo sueño

Me paro justo en frente de mi venta, miro a través de ella, la noche es tan cálida, se me ocurre la grandiosa idea abrir la ventana y la cálida brisa se pone en mi cara, los pequeños arboles los veo moviéndose de un lado hacia otro.

Una inmensa lluvia de estrellas hay en el hermoso cielo, mientras miro lo hermoso que es la bella noche, escucho como alguien toca la puerta negra.

—¿Quien?—Pregunto no muy recio para que Daly no despierte.

—Yo.

—Adelante.

Por la puerta entra Erick con una bolsa en su mano izquierda.

—Hola.

—¿Que quieres? —Cruzo mis brazos sobre mi pecho.

—Vine a entregarte esto, —me extiende la bolsa azul rey con unas lineas blancas.

—¿Que es? —Pregunto mirando fijamente la pequeña bolsa extendida frente a mi.

—Algo para ti.

Dice mirando cualquier lado.., menos a mi.

—No lo quiero, gracias.

Vuelvo asía la ventana y me a poyo sobre esta.

—Ni siquiera lo has abierto. —se apoya a lado de mi y me muevo incomoda.

—Ya te dije que no lo quiero, gracias. Y por favor salte, vas a despertar a mi hija.

—Bueno esto es un regalo de mi para ti por que se que no tienes un teléfono y quería que hables con tu nana, a ella le llevaron un teléfono para que hablen las dos.

Me paro justo en frente de el y lo veo a la cara, sólo que tengo que levantarla por que de que esta alto, lo esta.

—Yo quiero verla, no solo quiero escucharla.

—Cuando yo vea que si puedas verla, la veras, mientras... Solo puedes hablar con ella.

—Bueno, gracias por el obsequio, aunque no sea mi cumpleaños pero, gracias por que mínimo podre hablar con ella.

—Si.

Seguía parado ahí

—Te puedes ir, o también quieres que te de un besito y un abrazo.

Su cara se ilumina.

—No estaría nada mal. —me sujeta con un mano mi brazo derecho y me gira poniendo mi espalda en su muy definido abdomen.

Pone sus manos en mi cintura posesiva mente y me encamina hacia la ventana. Me remuevo pero no funciona.

—Me encantaría que esa niña fuera de los dos... Tu sabes que yo siempre quise una niña.

Estaba tan en asqueada por su olor a un muy buen vino, que yo se que a el le encanta el vino, que cuando dijo lo de tener una niña se me vino un pensamiento.

Tiempo antes.

Mi hermoso novio me espera a las afueras del colegio que llegó a el saltando en sus brazos.

—Como estuvo la mujer más hermosa del mundo sin su único novio.

Muy triste. —pongo unos ojos de cachorrito -te extrañe a más no poder.

EL MALDITO MAFIOSO ES EL PADRE DE MI HIJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora