Cap. 21

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Kateeryn.

—Melani...

Ella levanta su mirada y me ve, sus ojos están inchados ah pulsó, lágrimas secas y nuevas que salen.

—No le hagas nada Erick, es mi amiga, prometo no irme pero. —Me levanto del suelo para continuar. —Erick, te lo suplico y te lo imploro, no la asesines; me quedo claro que no saldré, no le hagas daño por favor.

—Ka-ttee-ynnn.

Al fin logré escuchar la voz de Melani con hipos y tartamudeo.

Me vuelvo ah agachar ah con ella y logró ver ah Erick mientras le pongo una cara de súplica.

Nunca me perdonaría el que mate ah mi mejor amiga solo para que no salga de esta casa, jamás.

Quiero llorar, voy ah llorar, las lágrimas salen de mi como cascadas, esto es una maldita tortura y todo por mi culpa, si yo no hubiera venido, si tan solo me hubiera quedado ahorita estaría sonriendo en mi trabajo... Pero no, decidí venir ah qué me secuestraran.

Tomo ah Melani de un brazo y la dirijo al sofá de 3 sillones.

—Perdóname, por favor perdóname... Yo no sabía que podría hacer ésto.

{Porque siento que hay algo que no me cuadra.}

Ni siquiera yo lo sé...

Por fin veo que Erick reacciona y me logran ver, ya me dan más razones de odiarlo.

—Salgan de aquí ahora. —Les manda Erick ah los hombres que estaban parados en la puerta y que habían traído ah Melani.

Cuando acepte querer cambiar estás malditas semanas logré ver qué no era una Bestia, logré ver qué si cambiaba, si fue bueno, pero ahora que veo que es capas de matará ah las personas que realmente amo. Lo desprecio totalmente.

Escucho como una puerta es abierta y me volteo, son las de lavado y una de ellas trae ah mi hija.

—Esperame aquí, no tardó, no te dejará, te lo prometo.

Le digo ah Maleni. Es más que obvio que no la dejaré, pero tengo que ir por mi hija.

Me dirijo ah la cocina para ir por mi hija y la agarro en cuento me acerco ah ella.

—Te agradezco el que me hallas cuidado ah mi hija y por favor, cuando me traigas mis cosas no digas nada, ni siquiera ah Erick por favor. Ahorita te cubro para que salgas ah la Farmacia, estaría agradecida contigo siempre, te debo una, Prisila, y por cierto te dirijes al cuarto en donde estoy.

Todo se lo susurro dando la espalda ah todos, aciente con la cabeza y se dirige ah la puerta bajando los 2 escalones que separan la cocina con la sala.

—¿Para donde vas? —Erick le dice ah Prisila quien se tensa enseguida.

—Dejala, le dije que por favor tragera unos pañales y leche, ya se la acabo ah Daylae, y la necesito. —Se lo digo yo por ella, vamos Erick, ahorita tu voz no es el momento

—Pero ahí ay más, no necesita salir. —Hijo de tu...

—Si pero la marca que compras tu le hace daño ah Daylae, así que no quiero que le haga daño y por eso la mandé.

Mi tono era frío, era más que obvio que no voy ah estar contenta, no después de esto.

Me dirijo ah dónde Melani acompañada de Daylae, ella levanta la mirada y lo primero que ve es ah mi hija.

Ella sonríe, por fin veo su sonrisa. Melani no es mala, al contrario, tiene el corazón más aguado que un pollo, ella es amorosa y si, algo metiche al igual que extrovertida, tiene miedo de mucho, pero amor le sobra, y siempre se lo da ah quien lo necesite, es muy fácil de perdonar al igual que yo. No  quisiera no volver ah ver la sonrisa de mi mejor amiga, la que me ayudó en mucho.

EL MALDITO MAFIOSO ES EL PADRE DE MI HIJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora