Cap.8

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Kateeryn

Se paró en una mansión grande de dos pisos, con dos balcones uno más grande que el otro, y muy bonito color.

Me bajo con Daylae en brazos, y comienzo a seguir a Erick, una vez que entró me fijo que es más bonita que por fuera, tiene un sillón pegado a la pared y el otro no pegado y arriba de la ventana ay una televisión grande, alado de la sala se encuentra la cocina y comedor estan juntos pero muy espacios os y bonito pues ay una mesa grande en el medio, una estufa pegada, al igual que la alacena, y mas cosa que no recuerdo como se llama, atras de la sala están las escaleras y ay un pasillo que da alas puertas.

-Sientate y explícame.

-Qué quieres que te expliqué.

-Tu sabes.

-No quiero.

-Nomas dime una cosa.

-Qué.

-Ella es tú hija.

-¿Porque quieres saber?

-Dime-no entiendo porque la desesperación ni mucho menos porque quiere saber.

-No entiendo porque quieres saber.

-Lo único qué quiero es qué me expliques, ¿Porque te fuiste?

-No tengo por qué darte explica.

-Claro qué debes-quien se cree este.

-Mira en esté momento lo único que quiero es que me lleves con mi nana por favor.

-No-fue lo único que recibe y se fue por las escaleras que yo diría su habitación.

En ése momento sé me ocurre escapar, agarró a Daylae y me encaminó a la puerta la qué obviamente tiene el maldito aseguró, ay como detesto a ésta persona.

-Que hacías Kat-genial, porque me pasa esto a mí.

El tipo va bajando las escaleras con cara de sonrisa malvada, que da mucho miedo.

-Nada, lo qué pasa es que como te fuiste se me ocurrió irme y no volver a verte nunca y llevarme a MI hija y a mi nana devuelta a Méx... Dónde vivía.

La sonrisita desapareció justo lo qué esperaba.

-Tú no te vas me oiste-no fijate qué estamos en una fiesta y traigo unos audífonos puesto y al rededor unas bocinas, qué esta idiota el imbécil o que tiene este.

Daly empezó a llorar lo qué significaba una cosa, tiene hambre.

-Tienes comida para darle a Daly-no me gusta pedirles a las personas me incomoda mucho.

-Ésa cosa ya l...

No lo deje qué termino de hablar le di una cacheteda no voy a permitir qué le hable así a mi hija.

-No le vuelvas a decir cosa a mi hija!!!-ahí Dios qué acabó de decir.

-Qué es tú hija.

-Si, si es mí hija Y-qué bueno que lo dije no puedo seguir mintiendo y menos con mí hija no puedo.

-Tienes diecisiete años para tener una hija.

-Ése no es tu problema es el mío que te quedé claro si.

-Mínimo sabes quién es el papá.

-No y a ti tampoco te debe importar-este hombre ya me está colmando la paciencia.

-Entonces te rebolcaste con alguien, ésa es la única respuesta -eso es pasarce de la línea, que le pasa a este tipo, sí antes estuve molesta ahora es el triple de mi enojo.

EL MALDITO MAFIOSO ES EL PADRE DE MI HIJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora