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acabo de pesarme, me bebí un café antes de esto y picotee rodajas de pepino porque estaba mamá conmigo. tuve fe de verme distinto al espejo, ya he bajado bastante. pero sigo viéndome igual, quizás debo hacer más ejercicio para tonificarme. no lo sé, en verdad no lo sé.
si pudiera negarme a las cosas que chan me da, quizá si se notaría lo que estoy bajando. pero no puedo rechazarlo, su carita ilusionada, y la forma en la que da la comida en mi boca es todo en lo que puedo pensar. sin embargo cuándo ya se va, empieza la culpa, y siento ganas de vomitarlo todo.

solo quiero poder estar delgado, no sé porque cuesta tanto.

[....]

Jeongin

—mi hermano hizo estos ayer y quise traerte algunos..- dijo Chan en voz baja, sentándose junto a mi en el aula de tutorías. Alcé las cejas y le sonreí un poco.  No quería comer nada dulce hoy, ni siquiera algo no dulce. Pero la forma en la que dejó los cupcakes con forma de corazón junto a mis apuntes, con esa sonrisita. - La verdad me gustaría inscribir a Felix a algún curso de repostería, de esos en los que te dan un certificado, ¿Sabes? Para que pueda no lo sé, lucrar con ello. Que no desperdicie lo ricos que quedan sus dulces. - dijo, abriendo su carpeta, buscando las notas que tiene sobre mí antes de comenzar las tutorías.

—Sería bueno, así él podría vender sus dulces y tendría su propio dinero... Sería genial. -dije. Él asintió, acariciando mi cabello.

—Bien, a lo que venimos... ¿Hiciste sin dificultades tus tareas?- preguntó. Asentí y negué. - ¿Como eso?-reí un poco y señalé con el lápiz un ejercicio. Él lo leyó y asintió.

—Oh, okay, mira es un poco enredado, pero solo tienes que ubicarlo de manera proporcional, es una igualdad, entonces, solo tienes que buscar el número necesario para que ambos den el mismo resultado, ¿entiendes?- preguntó, acariciando mi mejilla. Fruncí el ceño, estirando los labios. Él rió y suspiró.- Ven, haremos un ejemplo aquí al lado...- dijo anotando y me miró, para explicarme. Asentí y seguí sus instrucciones, resolví el ejercicio con facilidad gracias a él y pude realizar el de mi tarea. Se la entregué y esperé que la revisara picoteando el cupcake ya que él me lo pidió.

—Está excelente Innie.- dijo acariciando mi cabello.

—Creo que merezco una recompensa.- dije, cruzándome de brazos. Él rió y alzó sus cejas.

—Yo merezco una, por ayudarte y enseñarte tan bien. - dijo él. Reí. - Asi que dame una recompensa y yo te daré una.

—¿Que quieres de recompensa?- pregunté, dejando a un lado el cupcake, jugando con el lápiz, haciendo dibujitos en los espacios vacíos. Él rió y alzó los hombros.

—No lo sé... Se creativo con eso. - dijo. Lo pensé y no había algo que me convenciera que fuera apto. Lo miré y suspiré. Él cerró los ojos y alzó sus cejas, con diversión, esperando.

—Bien, una recompensa pequeña. - dije y rodé los ojos. Me acerqué y besé su mejilla, sonoramente. Él rió nervioso y vi sus orejas ponerse rojas. - Ahora dame mi recompensa. - dije, cerrando mis ojos y cruzándome de brazos.

Sentí su calor cerca y reí suavecito.
Sus labios toparon los míos dulcemente, solo unos segundos. De igual manera, hicieron un sonido muy tierno en cuánto él se alejó. El calor en mis mejillas se intensificó y las toqué, tratando de enfriarlas, sin mirarlo.

—Si resuelvo estas, ¿Me volverás a recompensar?- pregunté, avergonzado.

—Incluso si no lo haces, si quieres lo haré. - dijo, con un tono dulce, mirándome a los ojos.

—Si quiero.- dije y sujetó mi mentón con sus dedos, dándome un beso delicado, quedándose más rato esta vez. Acaricié su mano, presionando más mis labios contra los suyos, sujetó mis mejillas con ambas manos, dándome caricias suaves, pasé los brazos por su cuello y me abracé a él, acabando el beso con un topon pequeñito. Sonreí y me escondí en su cuello. Besó la parte trasera de mi cuello y rió suavemente.

—¿Puedo darte otro?- preguntó en mi oído. Asentí y volvimos a juntar nuestras bocas. Esta vez, sujeté los cabellos de su nuca, tironeandolos un poco. El ruido de su respiración contra la mía era un poco más ruidoso. Sus manos abrazaron mi cintura. Sentí el ruido de la campana colgada a la puerta y me alejé de él, tomando el lápiz y mirando la hoja de ejercicios. Miramos la puerta y el maestro de historia entró, sonriendonos y saludando con su mano.

—¿Como van esos ejercicios joven Yang? ¿Bang es buen maestro?- preguntó, acercándose, relamí mis labios y asentí.

—Si, tengo casi toda mi tarea resuelta gracias a él. - dije, agachando la cabeza.

—Me alegra oír eso.- dijo. - Cálculo es la única asignatura en la que tienes fallos, Jeongin. - dijo, dando palmaditas en nuestras espaldas. Recogió algunas hojas y se despidió de nosotros. Al salir Chan soltó un suspiro aliviado.

—Dios...- dijo. - Eh... Deberíamos seguir la lección. - dijo algo nervioso. Asentí y me reí, cubriendo mi rostro.

—Dios... Estoy muy tenso. - dije. Él rió y tomó mi mentón, mirándome a los ojos. -Creo que.... Necesito un último para la motivación. - dije, mirando sus labios. Sonrió y me besó otra vez, envolviendo sus labios con los míos. Fue un beso corto, para no correr riesgos yo creo.

Seguí haciendo la tarea hasta que la campana sonó y debía irme a clases. Chan me robó un beso pequeño y me despedí de él, yéndome a clase. 

No pude dejar de pensar en Chan. Todo el día estuvo en mi cabeza el recuerdo viviente y fogoso de sus besos. Llegué a casa contento, me senté en mi escritorio a hacer mis deberes de la escuela, suspirando cada cinco segundos.

Pero, la felicidad nunca es eterna, las inseguridades comenzaron a atacarme en manada, y acabe preguntándome si es que

¿Él me besó por pena? o Realmente gusta de mí.

《♡》

Recuerden q son muy hermosxs, válidxs y maravillosxs tal como son, los quiero<3

weight diary - chaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora