weight diary - chanin

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Sigo estancado.
No puedo evitar querer darme de golpes con la pared más cercana, de querer pasar hilo por mi boca para cerrarla y parar de comer.
Quiero poder detenerme por completo. No comer nada.
Me genera asco, rechazo. No puedo ver un platillo como antes. Pero si lo alejo de mi, la gente me mira raro. Mamá empuja el plato hacía mi y alza sus cejas, regañandome con la mirada. Así que, debo comerlo, y luego, me paro antes que ella, fingiendo que voy a terminar mis deberes y lo escupo todo en el retrete, lo boto, tratando de ser lo más silencioso posible.
Últimamente siento mi cuerpo tanto, es decir, siento la grasa, como pesan mis brazos, o como se junta la grasa en mi abdomen, como está ahí. Es tan desagradable cargar con ello todo el día, ver mis piernas cada vez que me siento, sentir mi piel, la sensación de la ropa, y sentir que todos se dan cuenta de lo gordo que estoy, que me juzgan por ello pero no lo dicen. Que internamente todos están pensando en lo horrible que soy. Cuándo debo pasar por un pasillo lleno, es lo peor, siento que mi ropa no es lo suficientemente grande como para ocultarlo y que ellos se dan cuenta que estoy asquerosamente gordo.
Es lo peor.

Chan se ha dado cuenta que no me siento cómodo con el uniforme de la escuela pero no sabe la razón.

Seguimos hablando, mensajeandonos todo el día y en la escuela durante mis tutorías nos robamos mutuamente unos cuántos besos.

Me hace feliz, pero no puedo estar con el todo el día, así que solo me queda felicidad para cuándo estamos juntos. No quiero que sea así, no quiero depender de Chan para ser feliz, ponerle esa carga en los hombros. Pero, nada me está haciendo feliz como antes.

Aunque a veces siento que ni siquiera merezco serlo.

[...]

Jeongin

Las manos de Chris estaban acariciando mi cintura, me apoyé en su pecho, viendo tranquilo la película. Su hermano aún no llegaba a casa, para cenar con ellos, asi que estabamos matando el tiempo juntos.

Chan me obligo a estudiar un rato, pero me compenso con unos cuántos besos. Lo acepté con gusto.

-Felix me dijo que llegará en una hora.- dijo, mirándome. - ¿Quieres comer algo mientras? De aquí a que cenemos falta mucho.-dijo.

-No, no tengo hambre, no te preocupes. - dije.

-Bebé, vinimos directamente de la escuela y solo tomaste un café. ¿Estás seguro?- claro que lo hice. Tengo que permitirme cenar, así que no comeré nada más.

-Si lo estoy, no te preocupes Channie.- dije, sonriendole, él puchereó y se acercó a mi, robandome un beso. Me acomodé y él sujetó mi cintura, al tener los brazos en su cuello mi camiseta se alzó un poco y sus menos estaban directo en la piel de mi cintura. Lo alejé, viendo su rostro confundido.

-¿Te asusté?-preguntó.- Lo siento, no debí tocarte sin tu permiso.- dijo. Negué.

-No, claro que no me asustaste, no es eso.- dije, bajando mi camiseta. - Es qué... Me da vergüenza que... Toques directamente.- dije, evitando su mirada. Él frunció el ceño.

-¿Por qué?-preguntó, besando mi mejilla. -¿Es inapropiado?

-No... Es porque... Vamos. ¿No te da asco? Sentir la grasa ahí, y lo gordo que estoy.- dije, sintiendo el nudo en mi garganta. - No quiero que sientas o veas eso... Quiero ser perfecto para tí. - dije.

-Hey, hey... ¿Qué dices?- dijo, acomodándose de rodillas entre mis piernas, me apoyé en el reposabrazos del sofá, jugando con mis dedos. - No estás para nada gordo, Innie. -dijo. Bufé. - Lo digo enserio... No estás gordo, eres más delgado que yo, incluso.-dijo, acariciando mi mejilla, lo miré, estirando mis brazos para abrazarlo.

-No lo estoy, puedo verme en el espejo y... Veo que si estoy gordo Chan. Se que la belleza es subjetiva y puedo entender que te guste a pesar de lo gordo que estoy pero...- suspiró y acarició mi rostro.

—No estas gordo Jeongin. - dijo besando mi mejilla.- Estás bien. Estás perfecto, para mi y para cualquiera, eres perfectisimo.- dijo dándome besos cortos.

Como me gustaría poder creerte esas mentiras Channie.

《♡》

Capítulo muy corto pero tenia esto botado hace mucho perdon perdon perdon
Oigan si esto es trigger para ustedes no lo lean, de veritas