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Vomité.

Pero juro que no fue intencional. De verdad que no.

Fue algo totalmente... no lo sé. Inconsciente. Estaba en casa, había cenado muy bien. Demasiado y me sentía reventando entonces llegando arriba de las escaleras corrí al baño porque todo venía cuesta arriba para devolverse. No lo forcé, salió solo.

No cuenta, ¿Verdad?

Mi hermano se molesto, porque me escuchó. Y no quiere creerme de que no es intencional.

Pero juro que no lo fue.

Mi teoría más fuerte es que quizá leyó mi diario. Entonces debe tener la imágen de lo trastornado que estoy. Pero esta vez no fue intencional. Iban dos semanas o más sin pensar en vomitar o de plano hacerlo. Y esto fue porque me llene demasiado

Hyung, si estás leyendo esto, deja de meterte. Esto es mi forma de desahogo y es horrible que te entrometas. No estoy forzando el vómito. Idiota.

Ahora no puedo escribir nada de lo que quería por miedo a que lo lean. Es vergonzoso pensar que ha leído esas cosas.

[....] ¡!

— Te veo distraído.- dijo Chan sentado en mi escritorio.

Me quedé mirando mi cuarto. Siempre estamos en mi cuarto. A veces divago pensando que esto es todo una simulación, que no existe nada fuera de estas cuatro paredes.

—Solo estoy reflexivo.- dije. Él rió y asintió, volviendo a su trabajo. - ¿Aún te gusto?- pregunté. - No estaba pensando en eso, solo me acaba de saltar la duda.

—Claro que si.- dijo sin pensarlo.- Sigue costandome cagar cada vez que estoy contigo.- dijo.

—Chaaan.- me quejé. Él se carcajeo y se giró hacia mi, apoyado en la silla y con sus piernas separadas.
Irradiaba masculinidad.

Y yo aquí. Ratón desnutrido.

—Me sigues poniendo tan nervioso cómo las primeras veces que nos vimos, Jeongin. Sigo tan enamorado de ti como lo estaba en ese entonces...- dijo sonriendome.- Me ponía tan nervioso mirarte en los pasillos... Mucha gente te miraba y me sentía tan envidioso.

—Nadie me miraba no digas eso.- dije con gracia y me acerqué a él, sentandome sobre sus muslos.- Cuándo comenzamos a tener las citas de estudio... Creo que ahí comencé a sentirme atraído. Siempre fuiste tan lindo y atento conmigo, además eres tan precioso, tu risa es tan sexy...- dije y acaricié su rostro, mirándolo a detalle. - Primero decía... Hmm es solo un crush porque eres jodidamente ardiente. Pero luego me confundía que me miraras con corazoncitos en los ojos. Sentía que era irreal.

— ¿Por qué? - preguntó, dándome besitos mariposa y descendiendo con besitos suaves y tiernitos.

—Porque eres sexy y atractivo y yo soy una masita playdoh.- dije con gracia.

—Es porque no te ves con mis ojos Jeongin. Te lo juro que eres una preciosura. - dijo y mordió mi cuello, bajando. Movió la silla hasta mi cama en cuánto asentí y me dejo contra el colchón. - ¿puedo decirte algo? Puede ser un poco trigger...

—Dime... - dije con curiosidad. 

—Desde que... Bueno estas en tu margen sano... con tanto ejercicio... Volvió la masa muscular aquí y ni te imaginas cuánto me encanta.- dijo sujetando mis muslos. Reí y alce mis cejas.

—¿De verdad?- pregunté. Él asintió y sujetó con fuerza mis muslos, acercándome a su cuerpo. 

—Amo... Amo demasiado sujetarte de las piernas. Me... - se sonrojó y relamió sus labios. - Bien, sin tapujos. Me calienta tomarte de las piernas.- dijo.

—Chriiiiistooopheeeer. Que sucio.- dije y lo atraje para besarlo. - A mi me calienta cuándo te sientas con las piernas abiertas. Siento que es una invitación.- dije. Mordió mi labio algo duro y me dió un beso cargadisimo de lujuria, pegándose a mi sujetándome los muslos. Gemí de la sorpresa, Chan río suave contra mi boca y sonó tan horny. - ¿Por qué tan urgido? - pregunte.

—Jeongin no entiendes lo que causas en mi. - dije. Lo miré con los ojos entrecerrados. 

— ¿Que causo? - consulte, jugando con él. - Creo que necesito una pista. 

—¿La necesitas? - preguntó. Le guiñe un ojo y él ondeo su cadera contra la mía, haciéndome sentir lo erecto que estaba. - ¿Captas ahora?- negue con una sonrisa burlona. 

Él tomó mi mano y la dejó contra su miembro, aprete mi agarre, disfrutando su rostro gustoso. Lo acaricié lento y firme, sintiendo sus jadeos contra mis labios. Vi su mano apretando las sábanas. Tome su mano y la deje en mi muslo, mirándolo a los ojos. 

—No te contengas así. - dije. Él me sonrió algo avergonzado y me besó, gimiendo en cuánto mi mano lo tocó directamente, mi palma estaba fría haciendo un delicioso contraste con su piel ardiendo. No negaré que salive en cuánto baje su pantalón, teniendo más a mi vista. Chan subió sus caricias de mi muslo y me sujetó del trasero para dejarme sobre él. Me miró con tanta pasión, su mirada me quemaba que ni tuve tiempo de pensar en la vergüenza y solo quite mi pantalón del camino, al fin y al cabo, seguía algo cubierto por su camiseta. Chan recargó su cabeza contra la pared en cuánto acelere mis movimientos, tomando mi trasero con fuerza. Su mano acarició mi cadera acercándose a mi ropa interior, tocándome sobre esta. Gemi algo tembloroso y él mordió mis labios, besándome de una forma bastante húmeda y caliente, sentía  sus jadeos y como buscaba oxígeno en medio del beso. 

—Jeongin.. - gimió. Movi lento mi mano, disfrutando ver ese golpe bajo que le di, estando a punto de correrse. - No hagas eso. - dijo tembloroso. Acaricié lentísimo su miembro, sintiéndolo temblar bajo mi cuerpo. Él, en cambio, movió su mano mucho más rápido, sacándome un gemido de sorpresa. - Dos pueden jugar a esto.- dijo con gracia. Mordi su hombro, aguantando esos gemidos vergonzosos y desesperados que quería  soltar. Quitó mi mano de su miembro y me dejó sentado.

—¿Que ocurre? - pregunte. Quitó su camiseta y tragué saliva al ver sus brazos y su abdomen tan marcados. Me sentó al borde de la cama y se arrodillo frente a mi. No tuve tiempo de reaccionar y solo cubrí mi boca, soltando gemidos que van a avergonzarme toda mi vida. Su lengua pasaba por mis muslos subiendo hasta mi ropa interior, me miró y guiño un ojo antes de bajar mi boxer con su boca. - Chan.- gemi, sintiendo sus caricias antes de sentir sus labios húmedos alrededor de mi erección. Su lengua daba vueltas y lamidas lentas, a contraste de la velocidad con la que daba succiones.

— Deja de taparte la boca.- ordenó.- Quiero escucharte.-  Sujete su cabello y gemi, ya sin vergüenza alguna, mirándolo a los ojos. Sonreí cuándo me guiño un ojo. 

—Maldita sea, Chan.- gemi. Él rio y con su mano acarició mis testiculos. Gemi, acariciando su cabello, moviendo mi cadera contra su boca, sintiéndome tan cerca. Él acelero sus movimientos, sacandolo de su boca, solo acariciandome, mirándome fijo hasta que me corri en su mano y rostro. Cubri mi boca, mirándolo, algo avergonzado. Chan sonrió y relamió sus labios. Limpió con su pulgar alrededor de su boca y sonrió mirando su dedo. - Lo siento tanto.- dije avergonzado. Él rió y negó.

—¿De qué te disculpas? Era justo lo que quería.- dijo, trepandose sobre mi. Me sentía como una presa. - Pero aún... Tengo un problema.- dijo.

—Lo sé.- dije y miré su entrepierna. Él alzó las cejas y bajé mi mano. Tome aire y lo miré a los ojos.- No te gustaría... No lo sé. Correrte en otro lugar.- dije sugerente. Él se sonrojó y alzo las cejas.

—¿De verdad?- preguntó. Asentí.

—Solo... Déjame la camiseta.- dije. - Es lo suficiente grande para cubrirme. Lo que sí... No quiero que te corras enseguida así que... Déjame arreglar esto.- dije, acariciándolo.

Él rió con un jadeo y suspiró mientras lo masturbaba, gimiendo mientras miraba mi mueca burlona.

—Deja de ser tan malo conmigo.- dijo y gimió, besando mi boca suavemente.

—Te amo tanto, Channie.- dije. Él sonrió y besó mi frente.

weight diary - chaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora