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Una sonda, pero en el espejo, me veo más colorido.
Según la enfermera, ya no se me ven tan marcadas las costillas al alzar los brazos. Y la mano de Chan ya no cubre totalmente la mía. Lo veo en su sonrisa brillante, en sus ojos ilusionados.
La terapia, creo que... Va bien.

Puedo mirarme al espejo sin querer quebrarlo. Me sonreí, bueno, me obligue a sonreirme.

-Hoy será un buen día, Jeongin. - me prometí.

Salí de la habitación, solo salgo al horario de visitas y las terapias.
Al menos hoy camine solo, ya no me mareo, no he necesitado sos.
Aunque hoy, pedí salir al jardín y que Chan venga para acá.

Tomaré sol. Me verá el resto. Son cosas necesarias para mejorar. Lo necesito.

Necesito salir de aquí, estoy harto, esta lleno de camaras, no puedo ni siquiera contestar las llamadasde Chan al telefono directo. Me avergüenza que nos escuchen siendo melosos. O bueno, cuándo a veces se pone un poco... Subido.

Para el cumpleaños de mamá fuimos lejos, pero volvimos... No llegamos a eso.

Solo porque ya sería hora de que llegara mamá.

Entonces Chan me dice que me extraña y que me extraña. Son tonos distintos, y me da vergüenza si alguna enfermera lo escucha.
Así que quiero volver y restregarme contra Chan como si no hubiera un mañana, y que él pueda tocar mi cuerpo con libertad.

Me senté junto a un árbol viendo a los otros internados dando vueltas por ahí. Esperé a la hora de visitas, jugando con el pasto, viendo algunos bichitos.

Si se sentía mejor. Chan se sentó a mi lado y me sonrió.

-Hey.- dijo. -Traje visita. - dijo y alzó las cejas.

Lo siguiente fue tener a Minho encima llorando.

-Niñito idiota estúpido. -dijo, apretandome fuerte. - ¿Por qué no querías que te vieramos?- preguntó. - ERES UN DESGRACIADOOO. - me golpeo la frente.

Lo abracé de vuelta, lentamente. Sentí los ojos llenos de lágrimas.

-Te quiero hyung. - dije.

-Y yo a ti, pero eres un niñito tonto, estamos preocupados, te extrañamos. - dijo y se limpió la cara.

-No llores... Es shockeante.- dije, él rió y se limpió la cara, tratando de no pucherear. - No quería que me vieran y se decepcionaran de mi..- dije, jugando con las mangas de la camiseta.

- Jamás pasará eso, Jeongin. - dijo y me abrazó. - nos turnaremos para venir. Gané jugando al juego de las escaleras asi que vine primero. - dijo. - Y no sabes el ajetreo que tuvo que hacer para que me dejaran entrar. - dijo señalando a Chan.

Sonrei y me abracé a Minho, quedándome ahí, refugiado en él. Es mi amigo más mayor. Y aunque nunca lo muestra, cuida bien de nosotros. Se que me he distanciado tanto de ellos, que me aisle en mi carcel, en mi tortura.
Y debe sentirse culpable por eso.

-No vuelvas a ocultarme cosas así nunca. Sabes que soy tu hyung y cuidaré de ti pase lo que pase, pero tienes que hablar conmigo, confiar en mi.-

Asentí y trate de no sollozar para que note que estoy llorando, pero por como mojo su camiseta debe haberlo notado, porque me abrazó más fuerte y hasta besó mi frente.

-Estuvimos muy preocupados por ti. No sabíamos nada, solo lo que Chan nos decía y bueno, como ya no trabaja en la escuela era difícil pillarlo por la calle.-

-L-Lo siento mucho.- dije.- Quiero mejorar y quiero salir de aquí pronto... Recuperar el tiempo que perdí. -murmuré, limpiando mis lágrimas. Minho sonrió y asintió.

—Lo harás. Te recuperarás eres un chico maravilloso. - dijo y me abrazó.

[....]

— Hmm, si mi amor. Te extraño mucho. - dije al teléfono, avergonzado porque se que hay una señorita en la esquina del cuarto, preparando mis medicamentos. - No importa si no vienes hoy, no hay problema... Podemos vernos cuándo puedas, no puedes dejar de lado tu vida por mi.

—Innie... Eres tan lindo. - dijo. - Prometo llevarte un regalo cuándo vaya...

—No es necesario.. Me basta con que vengas aquí.- dije. - En verdad, solo me basta con oírte, con saber que estás cerca mío.- murmuré y sonreí, escuchándolo soltar una suave risa.

—Te amo, Jeongin.- musitó, con un suspiro. - No puedo no amarte... Tendrás que aguantarme mucho tiempo contigo...-

—Me parece perfecto. - dije suavecito. Sonreí y suspiré. - Debo irme. Tengo que tomar mis medicinas... Te amo.

—Yo también te amo.- dijo Chan y suspiramos un poco antes de colgar.

—¿Cuánto llevas con tu novio?- preguntó la muchacha con mis medicamentos en el vaso, disueltos.

—La verdad... No tengo una buena noción del tiempo.. Pero solo unos poco meses. Desde el inicio de curso aproximadamente.. - dije pensando en ello.

—Mmh, siempre viene a verte y a dejarte cosas... Llama por ti todas las mañanas y pide la visita disponible. - dijo y sonrió. - Eso es bueno para ti... Tener un apoyo tan constante. - dijo.

Asentí y suspiré.

—¿Crees que pueda irme pronto? - pregunté. Ella suspiró y miró sus hojitas.

—Aún no tienes una buena percepción de ti mismo... Y sigues siendo levemente un peligro para ti mismo... Primero debes sanarte físicamente... Para que puedas comer bien... Y así trabajaremos lo que es tu cabecita. - dijo ella, acariciando mi cabello. - Deberías descansar un rato, para que la pastilla no te deje tan mal. - sugirió. Asentí y me recosté, quedándome dormido al ratito.

Soñé con Chan.

Fue un sueño horrible.

Bueno, no lo fue. Soñe que teníamos sexo, pero es horrible despertar con una erección en un hospital dónde me observan en todas partes y saber que no podré quitar un poco las ganas cuándo Chan venga.
Preferiría estar en la cárcel, al menos a ellos si les dan visitas maritales para tener sexo.

Cuándo me vi al espejo, traté de ver algo que sea... No lo sé, algo que pueda excitar a Chan. Y bueno, no vi nada.
Pero cuándo hemos estado en esas situaciones si me mira de forma... Atraída. Se mantiene diciéndome que le encanta verme y tocarme, no sé si es para hacerme sentir bien o que. Pero... Bueno, él está erecto cuándo pasa, supongo que si se excita.

Odio estar pensando estas cosas. Me avergüenza, pero prefiero pensar en esto que en pensar como quemar las calorías.

Ya no llena mi cabeza tanto. La imagen sigue distorsionada, pero ya no es el mayor de mis tormentos.

Y creo que eso está bien.

weight diary - chaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora