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No sé exactamente mi peso ahora, mamá me quito la báscula.
Y bueno, tampoco se si se me permita llevar un diario al hospital. Estoy asustado, pero he fingido que no todo este tiempo, para no preocupar a mi familia y a Chan.
Sigo con el mismo pensamiento, pero les he mentido tanto, con que quiero ponerme bien, que iré para cambiar, que todo estará bien.

No, todo esta de la mierda. Me arde el esófago sin importar lo que haga, si como, si no como, arde todo el tiempo.

Sigo viendo al mismo hijo de puta horrible en el espejo. Lo sigo odiando como nunca odié a nadie más.
Mamá no hace comentarios sobre mi cuerpo, pero cuándo estoy fuera de casa siento que todo el mundo me mira, que me miran demasiado y me hacen cansar.

Ya en verdad no puedo disfrutar nada. Y me duele que mi familia tenga que soportarme.

Me duele que Chan no quiera dejarme.

Quiero ahorrarle este dolor, ahorrarle todos estos problemas, pero me dice que no, acabamos discutiendo un poco, porque dice que me ama y que puede soportar esto.

Pero no merece estar así. En verdad el no merece pasar por todo esto.

Es mejor que se aleje y se olvide de mi, creo que así le afectaría menos en caso de que me pase algo.
No es que planee hacer algo, pero, últimamente, la idea ronda mi cabeza la mayor parte del tiempo.

No me siento útil, ni siquiera siento la esperanza de que esto mejorará algún día. ¿Lo hará?
No lo creo. Entonces... Prefiero morir a causa de mis propias manos en vez de morir a causa de la asquerosidad de mi cuerpo.

Me aterra, no lo negaré. Y me siento un cobarde considerando suicidarme solo porque no estoy logrando nada de lo que quiero, pero, ¿Para que seguir aquí si solo la pasaré mal?

¿Por qué sufrir todo esto y más? ¿Hay algo bueno que espere por mi?

Bueno, si no colapso antes, nos vemos cuándo salga del hospital supongo. Una parte de mi espera de corazón que esta no sea la última página que escribo aquí.

[....]

Chan besó mi cabello, sonriendome dulcemente. Me escondí en su pecho, cubriéndome hasta arriba.

Este es nuestro último día juntos antes de irme al hospital. Me abracé a él con fuerza. Levantó mi mentón y me miró con dulzura.

-¿Por qué no me das un beso?- preguntó. Sonreí y me acerqué a su rostro para besarlo, sujetó mi cintura y profundizó el beso, pegándome a su cuerpo. Me abracé a sus hombros, llevando mis manos a su nuca para jugar con su cabello. Se separó un poco para respirar y dar un beso corto.

-Otro.- pedí. Sonrió y se acomodó, un poco más sobre mí, besandome otra vez de esa forma un poco ruda, irrumpiendo en mi boca de una forma dulce pero atrevida a la vez. Jadeé al sentir sus dientes mordiendo mi labio antes de meter su lengua en el beso, mis dedos apretaron un poco su cabello, siguiendo el beso como podía, la intensidad me mareaba un poco. - ¿Vas a extrañarme?- pregunté, besando sus labios cortamente. Beso mi mentón descendiendo a mi cuello un poco, dando besos amorosos en la zona.

-Sí. Voy a extrañarte más que a todo lo que tengo.- dijo, acariciando mi mejilla suavecito. - Tienes que cuidarte mucho, mantenerte saludable, te llevas mi corazón contigo, Yang.- dijo, acariciando mi rostro. Besé sus manos y sonreí.

-Está bien.- dije. Y lo dije enserio. Si debo cuidar de mi para mantener feliz el corazón de Chan, lo haré. Lo besé otra vez, separando un poco mis piernas para dejarlo acomodarse sobre mi cuerpo entre estas mismas. Lo abracé un poco con mis piernas, viendo sus ojos. Le quité el cabello del rostro, mientras nos mirabamos, en silencio.

weight diary - chaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora