Veinticuatro.

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«Conservar algo que me ayude
a recordarte, sería admitir que te puedo olvidar.»

- William Shakespeare.

- William Shakespeare

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[ Días antes]

Su cuerpo dolía de forma terrible conforme el tiempo pasaba, pero había dejado de quejarse​. Sabía su estado perfectamente, y también sabía que, desde su última salida en diciembre, su tiempo ya estaba contado.

Había sido tres noches antes de Navidad cuando Akiko había decidió contarle sobre sus tratamientos, sin el afán de querer arruinar su felicidad posterior a la salida, pero hacerlo consiente de lo que sucedía. Había tenido que soportar el ver a su hermana llorar todo aquello que por un tiempo había retenido... No compartían una pizca de sangre, pero su lazo era tan fuerte como el de cualquier hermano. Y él... Había tenido que soportar escuchar que, aunque habían hecho sus mejores esfuerzos, el tiempo no era inexorable, y pronto, se quedarían sin más.

Quiso irse solo saber eso. Salir del hospital y tratar de llevar una vida normal con el poco tiempo que tenía, pero su idea fue rechazada cuando al día siguiente a Navidad, una tos infernal le atacó, aún si se había asegurado de cubrirse del frío.

Mori le hizo entender las consecuencias de irse mientras le conectaba algo de oxígeno esa misma noche.

Tratar de llevar una ''vida normal'' solo la acortaría aún más. No quería eso. Definitivamente. Así que, tras pensarlo, decidió seguir en el hospital, sintiéndose ligeramente aliviado al ver que sus amigos se acostumbraban al lugar también y que, para su suerte, Yosano mantuvo su palabra de solo conocer aquel pequeño secreto ellos dos junto a Fukuzawa. No lo hacía menos doloroso, pero al menos, no vería a sus amigos y mucho menos a su novio mirarle con más dolor y lástima de lo que ya hacían.

El mundo seguía su curso; más cínico, menos empático y más apagado... Tan parecido a él. Pero al menos ahora, algo de felicidad tenía en su vida cuando siempre, a la misma hora por la mañana, Poe aparecía por la puerta de su habitación, con una enorme sonrisa, un ramo de rosas en su mano y un libro nuevo bajo el brazo.

Se encargaba de mimarle como nadie, de besarle cada vez que le veía pensando demasiado, darle obsequios... Casi sentía lástima por tener que dejar todo eso algún día, pero era egoísta, no quería simplemente dejarlo ir. Fuesen un par de horas o el resto de su vida con el escritos, lo quería disfrutar.

Y de pronto, habían llegado más.

No supo en que momento sus amigos habían aumentado. Cómo es que Dazai siquiera seguía ahí junto a Oda, o como Chuuya término metiéndose en aquel lío junto a Atsushi y Akutagawa... No tenía idea de porque ahora le llamaban amigo, pero de alguna forma, le alegraba el saber que Poe ya no se quedaría solo si él se marchaba.

Cuando Chuuya llegó pidiendo ayuda para aquella cápsula, Ranpo no había dudado en hacerlo. No sabía si estaría en el futuro, quería perder la fé por completo, pero con ver de reojo a su pareja sonriendo, le bastaba para tomar la valentía de pensar en lo que seguía. Un futuro fantasioso donde nada de eso existía ya... No más hospitales, no más enfermedad... Sólo él y Allan.

Comenzó con su carta, tan alegre como siempre. Bastaron dos hojas para terminar aquello, dándole su resultado al pelirrojo sin decir el contenido de las hojas. Sonrió esperando a que él resto terminara y en cuanto escucho que también podían dejar objetos, su vista se dirigió automáticamente al collar que le acompañaba día y noche desde hace meses.

Mordió su labio internamente, retirándoselo mientras nadie lo veía, poniéndolo en aquella urna como último objeto. Chuuya lo notó, y por un segundo, vio tristeza en sus ojos, pero pronto le sonrió asintiendo, como si comprendiese el porque le había dejado ahí y sin más, cerró la cápsula, dando por terminada la actividad.

Les vio partir y se despidió con una sonrisa cuando Mori les corrió por el escándalo. Solo entonces se atrevió a mirar a su pareja de nuevo, extendiendo los brazos en su dirección, sonriendo al sentir su abrazo ser correspondido después de un beso.

- ¿Me dirás que escribiste o guardaste?

Podría simplemente decirle el contenido sin problemas, pero las palabras para describir lo que con tanto esmero había escrito, simplemente no salieron. Como respuesta, solo pudo negar, escondiendo su rostro en el cuello ajeno.

- Es secreto. Lo sabrás en 5 años.

Una opresión se creó en su pecho tras decir aquello. 5 años podían ser un tiempo muy largo o muy corto a los ojos de quien se le preguntará, pero para él... 5 años le resultaban inalcanzables. Quería animarse. Creer que estaría ahí tal como había pensado, pero el suero conectado a su brazo y el constate dolor en su pecho le pedía que dejara la fe de lado.

Suspiró, ahogando un sollozo en sus labios.

- Ranpo... ¿Podemos quedarnos así hasta que me vaya?

El nudo en su garganta creció, y sin decir nada más, se apretujo contra el escritor.

Dolía.

Sentía que el tiempo se estaba yendo de sus manos, y aunque tratará de detenerlo, era imposible.

Cuando Yosano entró a la habitación luego de lo que le parecieron horas, dejo ir a su pareja, con la vaga promesa de esperarle al día siguiente.

Una vez fuera de su vista, no pudo resistir más el llanto retenido.

La doctora alertada por el ruido, corrió hasta él, asustada al no recibir más que sollozos como respuestas, sin embargo, cuando Ranpo buscó esconderse entre sus brazos como un niño pequeño, comprendió todo.

No era el cáncer lo que le causaba dolor.

Su corazón era quien estaba sufriendo.

- N-no quiero morir.

Habló, tan desesperado y asustado como nunca antes le había escuchado. Sin quererlo, termino llorando con él, abrazándolo fuertemente sin querer derrumbarse también.

Yosano como el resto, realmente esperaban por un milagro que dificilmente llegaría.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

Si tiene faltas de ortografía es porque me puse a llorar escribiendo.

Hacía falta un punto de vista de Ranpo sobre todo, algo corto, pero qué expresa muy bien el miedo que siempre siente por más que aparente que no. Y aunque no parezca, siempre se encuentra mal, con algún dolor o algo, pero no le gusta mostrarlo frente a sus amigos porque no quiere preocuparlos.

Yosano y Mori siempre los corren en algún punto porque saben que Ranpo aguanta el dolor hasta que ellos se vayan.

Y... Escuchen la canción, no se van a arrepentir.

Rivals. 『RanPoe, Fanfic』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora