Rivals. 『RanPoe, Fanfic』

Diez.

Cuando Poe llego a su hogar aquel día, su tío le esperaba en la sala.

Allan por un momento pensó que se encontraba en problemas... No tenía ánimos suficientes para lidiar con ello.

—Tío. — Una inclinación de cabeza fue la respuesta a su saludo. — ¿Ocurrió algo?

Francis sonrió de manera amena y le invito con un simple gesto a tomar asiento a su lado.

— ¿Visitaste al joven Edogawa? — Poe asintió tomando asiento en el lugar que le había indicado. — ¿Y qué ocurrió?

— Sigue molesto.

— ¿Te ha dicho ya el por qué?

Poe negó. El rubio hizo un gesto pensativo.

La relación con su tío era lo suficientemente estrecha para contarle acerca de su vida sin temor a ser juzgado. Él y su tía Zelda eran, después de todo, lo único que tenía... Irónicamente, Ranpo fue quien le hizo ver aquello.

Jalo su cabello frustrado.

— Le contaste porqué llegamos a Japón, ¿cierto?

— Si. A los 10.

— ¿Y cómo lo tomo?

— No muy bien... — Musitó tratando de recordar el como había reaccionado el ojiverde en ese entonces. — Dijo que quería matar a mi padre un poco más de lo que yo quería... Y me apoyaría si tú querías volver a Inglaterra.

Francis sonrió. Su sobrino sin duda había encontrado a una persona tan fantástica como su hermosa Zelda, pero era incluso aún más ciego de lo que él fue. ¹

— ¿Y de verdad no entiendes por qué se molestó?

— ¡Pues no! — bufó. — Nunca lo entiendo.

— Se preocupa por ti, Allan. De manera similar a como yo lo hago. No quiere que vayas a ese lugar y te ocurra algo o decidas hacer una tontería... Tiene miedo que decidas no volver.

Poe frunció el ceño negando energéticamente.

— ¿Por qué habría de sentirse así? No somos ni siquiera amigos.

Su tío se encogió de hombros. De alguna manera, lucía divertido con la situación.

— Se conocen... ¿Hace cuánto?

— Desde preescolar. —Respondió rápidamente.— Hace 12 años.

— ¿Y realmente piensas que dos personas que se conocen desde hace tanto no son ya, al menos compañeros? ¿conocidos quizá?

— Acordamos ser enemigos desde el inicio. No puede ser.

Fitzgerald quiso reír. Tan necio. Ni siquiera valía la pena hacerle entrar en razón, parecía que incluso el mismo Edgar conocía sus propios sentimientos y la verdad de aquella relación, pero se negaba a confesarlo, así que simplemente, optó por cambiar el tema de la conversación.

— ¿Y cómo sigue? Había vuelto a desmayarse, ¿no?

Poe negó.

— Su presión bajo... Pero si, parecía a punto de desmayarse...

— ¿Y?

— Le pregunté a su hermana antes de entrar a verlo... No dijo mucho, solo que sus plaquetas habían bajado y necesitaba donadores. Me ofrecí pero aún no tengo la edad legal para hacer una transfusión.

El semblante de su tío se ensombreció de pronto.

— ¿Qué habías dicho que tenía?

— Anemia.

— Allan...

— ¿Si?

Fitzgerald hizo una mueca.

— No te has puesto a pensar... ¿qué quizá él no está tan bien como suele decir?

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

¹ Pues la verdad no es ninguna observación, solo quería confirmarles que pinche Poe es bien ciego. Hasta Fitz sabe que se aman.