Tres.

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Aún a pesar del tipo de relación que mantenían, el único defecto que Ranpo podía encontrar en Poe era, quizá, su mala fe. ¹

Desde que le conocía, Ranpo recordaba a Allan siendo inseguro y desconfiado de cuánto obsequio y amabilidad se le otorgaba.

Como la vez en que se conocieron, o su relación por sí misma... Poe no poseía amigo alguno, pero se mostraba a gusto llamando "rival" a Ranpo cuando ambos podían reconocer para sí mismos que de enemigos no poseían nada.

Un ejemplo de aquella desconfianza hacía el mundo en general, fue la ocasión en que Poe escapó de su casa y termino en la residencia de los Edogawa a mitad de la noche.²

Había tocado el timbre tomando por sorpresa a los padres​ del azabache debido a la hora, aún más cuando al abrir la puerta, se toparon con el que según ellos, era el mejor amigo de su hijo; mojado por la lluvia que corría afuera y con una mochila colgada en sus hombros, esperando que le permitirán la entrada.

Le invitaron a entrar de inmediato, creyéndole perdido en alguna expedición, incluso preguntando de forma ateopellada si se encontraba bien, si había ocurrido algo y el como era una suerte que hubiese dado con la casa.

Poe no contesto nada.

Pasaron cerca de treinta minutos para que Ranpo despertase por el barullo en su sala. Había abandonado su dormitorio topándose a sus padres y su "rival" conversando en en el sofá, con Poe envuelto en un revoltijo de toallas y con un chocolate caliente en mano.

— ¿Qué sucede?

Su madre le sonrió cálidamente haciéndole una seña para que se acercase. Ranpo tropezó al correr hasta ahí, llegando en un tiempo récord.

— Allan-chan va quedarse esta noche en tu habitación. Es tarde y sigue lloviendo.— El ojiverde le miro interrogante, Poe aún evitaba su mirada. Asintió. — Mañana temprano te llevaremos a casa, ¿de acuerdo?

Sin alzar la vista en ningún momento, Allan asintió. La madre de Edogawa se levantó finalmente depositando un beso en la frente de cada chico, su padre simplemente sonrió. Ambos se retiraron a su habitación, no sin antes dejar una advertencia sobre no dormir muy noche. Ranpo se giró hacía él.

— ¿Qué sucedió?

Preguntó nuevamente, obteniendo el mismo resultado de antes.

— No quiero hablarlo ahora...

Aunque con recelo por parecer ocultarle algo, no insistió y simplemente guío al mayor a su habitación, arrojándole un pijama una vez estuvieron en ella. Poe entro al baño a cambiarse y Ranpo tomó el lugar derecho de la cama, indicando con eso a Allan que dormiría a la izquierda.

Ranpo suspiro.

No era la primera vez que dormían juntos, aún así, siempre lograba que su joven corazón se acelerase sin saber el porque de tal reacción.

— Venía por ti.

Admitió el más alto una vez abandono el baño, vestido ahora con la ropa que Edogawa le había prestado. Ranpo no supo a que se refería.

— ¿Para qué?

— Te lo diré después.

Se recostó a su lado dándole la espalda ocasionando un suspiro en el menor.

— Mañana será un día largo.

Poe no respondió y Ranpo no hizo más preguntas.



Sus padres se encargaron de llevarle a su hogar nuevamente por la mañana sin importar los alegatos de ambos niños por no hacer aquello.

Su tío, el señor Fitzgerald se había mostrado aliviado de verlo y, en lugar de reprenderle había dirigido hermosas palabras a él, sobre cómo a pesar de compartir aquel lazo de tío-sobrino, para él, Allan era su hijo y una parte fundamental e importante de su familia.

Rivals. 『RanPoe, Fanfic』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora