‹‹Aunque ambos moriremos algún día. Aunque esta vida es inútil de todos modos... Cuando estás aquí a mi lado, me haces sentir que todo estará bien, y sin embargo nos reímos a pesar de todo. En esta vida que no tiene ningún significado en absoluto, dos almas solitarias y rotas se encuentran apoyadas una a lado de otra. Si lo que hacemos esta bien o mal, seguirá siendo decisión nuestra. Estoy un poco contento de que tú también seas malvado. Cuando renazca en otra vida, espero que vuelvas a estar ahí... Me alegro de haberme enamorado de ti ››
- I'mglad you're evil too, VOCALOID.
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- ¿Estas seguro que podrás? Puedo caminar, aún si vamos muy len-
- Estoy bien, Ranpo. Enserio.
Sonrió al ojiverde por encima del hombro. Ranpo solo suspiro y recargo su rostro nuevamente en el hombro del mayor. Estaban ahí, lo habían hecho. Irían a ver los fuegos artificiales. Sin embargo no había sido tan fácil como creyeron en un inicio. Aunque Ranpo podía caminar un poco ahora, no podría subir la colina a la que Poe quería llevarlo. Si no fallaban sus piernas, lo harían sus pulmones.
Ranpo estaba mejor, pero "mejor" no era un sinónimo de estar bien.
- No te lo dije antes... Me gusta tú traje.
Poe sonrió de nueva cuenta ruborizándose ligeramente mientras seguía con su andar.
- Creí que dirías que exageraba al venir tan... elegante.
- Yo vengo con una yukata... Poco más y Yosano me obliga a usar un kimono. Yo no soy quien para decir algo.
El castaño soltó una risita.
- Me hubiese encantado verte así.
Y un golpe acabo en su nuca haciéndolo reír aún más.
- No digas cosas vergonzosas...
- Ne, ne, Odasaku, ¿por qué no me estás cargando tú también?
A su izquierda, Dazai se quejaba. Oda simplemente sonreía con diversión mientras cargaba el pequeño tanque de oxígeno que Mori les había obligado a llevar para emergencias.
- Tú puedes caminar perfectamente.
- ¡Ranpo-san también y aún así Poe-chan es un buen novio y lo carga!
Poe casi se atraganta. Ranpo asestó un golpe en la cabeza del castaño con vendas.
- ¡No es mi novio!
- Ah, pero quisieras.~
Esta vez, el golpe vino de Allan. Dazai lo evito por poco. Todos terminaron riendo. Después de seguir caminando un par de minutos más finalmente llegaron a la cima. Estaban cansados, pero esa vista valía la pena. Oda se apresuró a colocar las mantas que habían llevado y con delicadeza, Poe coloco al azabache encima de ellas.
