Vomito por tercera vez en menos de 1 hora. Poe había acariciado su espalda buscando tranquilizar sin éxito el dolor en su pecho y garganta gracias a aquello.
Aquella era la quinta sesión de quimioterapia y todo parecía empeorar en lugar de mejorar. ¹
— Ya no puedo...
Ranpo había susurrado de repente con voz quebrada. Poe sintió su corazón oprimirse.
— No digas eso... — Continuó dibujando círculos imaginarios en la espalda del menor hasta que esté apartó su mano de un manotazo incapaz de seguir con ello. Poe simplemente suspiro antes de ponerse de cuclillas para poder observar mejor su rostro.— Has aguantado más que esto, Ranpo... Ya pasará.
— ¡Sí, ya pasará y dentro de una semana volverá nuevamente! — Exclamó entre llantos. Una nueva arcada le atacó y Poe rápidamente coloco una cubeta delante de él, Ranpo la alejó con una mueca.— Estoy harto...
— Ranpo...
— Ya pasara.— Repitió las palabras del escritor contradiciendo las que propiamente, había dicho un par de segundos atrás.— Me matara o mejorare, no estaré eternamente en un punto medio.— Poe agacho la mirada. Ranpo suspiro recostándose a la par que cerraba sus ojos. No podría dormir, las náuseas no le dejarían hasta el día siguiente.— Debes seguir tú vida... No deberías estar tan pendiente de mi... Ni siquiera fuiste a la universidad este año por mi culpa.
Musitó cubriendo sus ojos con su antebrazo. Las lágrimas que descendían silenciosas por sus mejillas no pasaron desapercibidas para el castaño, quién no tardo en sentarse a su lado, ninguno volvió a hablar por un largo rato.
Poe le miro atentamente, como hace tiempo no hacía. Grababa cada detalle en su mente y, aunque no quisiera, le era inevitable no comparar la actual apariencia del ojiverde con la que poseía en antaño, cuando el cáncer no era un problema para ellos.
Ranpo cada vez está más débil. Su siempre reluciente cabello ahora lucía tan opaco como un carbón y comenzaba a caerse en algunas partes gracias a los químicos de su terapia. Su nivea piel era tintada con miles de hematomas que tenían la piel desde el más oscuro carmín hasta el más extraño tono verdoso. Estaba seguro que había perdido más peso de lo que pensaba, su salud era deplorable y su humor de alguna forma, comenzaba a extinguirse al mismo ritmo con que su enfermedad avanzaba. Ya no habían chistes malos en medio de una conversación seria, ni bromas inocente cuando el ambiente comenzaba a tornarse aburrido. La sonrisa arrogante y burlona que siempre pintaba su rostro simplemente desapareció al igual que aquella chispa en sus ojos... Todo aquello se estaba volviendo un simple recuerdo.
Mientras limpiaba las indiscretas lágrimas con sus pulgares sin obtener la atención de Ranpo, pensó en las constantes peleas en las que Edogawa quería involucrarlo. La forma en que buscaba provocarle siempre con algún comentario, restándole a irse, a dejarle e insultarle... Aún con todo, Poe jamás se apartó de su lado por mucho que en ocasiones, Ranpo mismo le corría.
—Quiero estar solo...
— No digas eso...
— Poe... Vete.
Hablo el azabache después de algunos minutos.
Poe no respondió nada más.
Tomo sus cosas y sin más, salió de la habitación pasando de Yosano y Dazai que esperaban afuera.
— ¿Poe-kun?
Yosano le llamo, Dazai le observo. Poe se quedó en su lugar por unos segundos.
— ¿Pas-
La pregunta de Dazai se vio interrumpida por un frustrado suspiro que escapó de la garganta del escritor antes de que entrase de nueva cuenta a la habitación cerrando de un portazo. La pelinegra y el castaño miraron con incredulidad la puerta. ²
— ¡No lo haré! — Ranpo se sobresalto en su lugar, observándole con ojos desorbitados por tan súbito arrebato. Allan le observaba desde la puerta con una determinación que nunca antes había visto en él. — No me voy a ir solo porque me lo pidas.— Vociferó con molestia acercándose hasta el azabache, obligándole a volver a la camilla para después, sentarse en el sillón de un lado de esta con los brazos cruzados sin dejar de observarle.— Voy a estar contigo. Pasaremos todo esto juntos. Te recuperarás e iremos a Tokio. Te graduaras y competiremos para ver quién queda en primer lugar. Me quedaré a tu lado hasta que eso pase y aún después de eso. No importa cuanto quieras alejarme de ti, porque me importas, me importas lo suficiente para que quiera seguir estando en un futuro a tu lado.
— Allan, yo no-
— No recuerdo haber pedido tú opinión al respecto.
Gruño el escritor sorprendiendo aún más al azabache. Sentía un revoltijo formándose en su estómago y pecho, algo cálido que aunque oprimía su corazón, no dolía como siempre... Era una sensación agradable, le gustaba y a la vez, le asustaba.
Agachó su rostro sin entender sus propios sentimientos, abrumandose de sobre manera al pensar en porque su corazón latía con tanta fuerza en su pecho. En cualquier otra situación, hubiese creído que estaba al punto de un paro cardíaco, sin embargo, no parecía ser el caso.
—Eres un gran chico, Allan... no quieras cargar con mis problemas... —Susurro aún sin mirarlo.— Suficiente tienes con los tuyos para tener que lidiar conmigo también.
—Te dije que me importabas, no estaba bromeando, Ranpo.
Le importaba, era alguien valioso para Allan y solo hasta ese momento, fue consciente de ello. Cuando finalmente alzó su rostro, no supo que sonido profirió; si acaso soltó una risa o un sollozo, le dio lo mismo, era feliz... Genuinamente feliz. Poe a su lado se asustó al verlo derramar lágrimas, pero sin dejarle siquiera formular pregunta alguna, se lanzó a sus brazos.
‹‹ Si el dolor llega, la felicidad lo hará también. ››
Las palabras que Yukichi le había dicho por fin tomaban sentido luego de años de espera.
Poe correspondió su abrazo devolviéndolo con más fuerza.
Estaba probando la esperanza nuevamente, y aunque no era algo que quisiera por una posible decepción, por primera vez no tenía miedo de arriesgarse... Por primera vez desde que aquella maldita enfermedad comenzó, realmente tuvo ganas de seguir luchando... Había encontrado su razón para vivir... Para seguir.
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¹ Cuando recibes quimioterapia, es normal que te pongas mal. Es un tratamiento demasiado fuerte que obliga al cuerpo a matar las células. Tomaré la frase de mi youtuber favorito para explicar esto: "La quimioterapia es una carrera constante, buscando ver si mata primero a la enfermedad o a ti". Ligado a eso, es normal que Ranpo este tan mal ya pronto, durante los primeros dos o tres días después de una quimioterapia, los vomitos son cosa normal, a veces cada hora, en ocasiones cada 15 minutos, hasta que finalmente te sientes un poco mejor, luego, como Ranpo dice, dos o tres días después tienes que ir nuevamente y la rutina se repite. No vayan a odiar a Ranpito por actuar así. :<
² Dazai se hizo amigo de Ranpo luego de la primera vez que le ayudo junto a Oda. Van a visitarlo seguido, so, no quiero centrarme mucho en los personajes secundarios por el momento, así que debía hacer la aclaración de que hacía Dazai ahí.
Ya dicho todo, hacía falta un capítulo así. Su relación va avanzando, poco a poco. Después de años de "rivalidad" no esperen que de golpe se dijeran te amo y esas cosas. Ranpo siempre ha tenido un sentimiento por Poe que aunque clasificó como algo más que cariño fraternal, no es como si se hubiese tomado la molestia de ponerle un nombre a ese sentimiento, era feliz con solo saber que Poe seguía a su lado de alguna forma. Y Poe, mi bello escritor tan lento como el solo, no era consciente de sus propios sentimientos hasta que comenzó a notar que si no se daba prisa, pronto sería muy tarde. Su relación ya ha avanzado, dejaron de llamarse rivales para ser amigos y ahora Poe le confiesa que Ranpo es más importante en su vida de lo que parece. Supongo imaginan el resto. 💜
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Rivals. 『RanPoe, Fanfic』
FanfictionLos rivales son importantes en la vida. No existiría un Lex Luthor sin un Superman, ni un Thor sin un Loki... Tampoco habría un Ranpo sin un Poe.