Tengo una resaca de muerte, debí hacerle caso a Christian cuando me dijo que parara de tomar. Cuando me di cuenta ya eran las 3 de la madrugada y llevaba 3 botellas de vodka en la cuenta. Nos fuimos a casa y no tengo idea de cómo llegamos a salvo a casa pero llegamos. Nos levantamos temprano para venir a la reunión y por suerte llegamos a tiempo.
–Bueno, tengo poco tiempo ya que tengo una conferencia internacional con las demás centrales– entra Adams con su uniforme y el mentón en alto– Voy a ser breve y directo. El día de ayer estuve supervisando entrenamientos de capitanes, tenientes y cadetes, además del entrenamiento especial del equipo elite. Lo que voy a decir no son sugerencias son ciertos puntos que deben cumplir para seguir dentro de esta central y siendo parte de mi equipo.–dice de pie frente a la sala de juntas con voz firme– Necesito mejor puntería en los cadetes principiantes, más precisión y seguridad al usar cualquier tipo de arma. Tenientes, necesito que entrenen mínimo 5 veces a la semana en los gimnasios y campos equipados para entrenamientos múltiples porque tienen que mejorar técnicas variadas de manera inmediata. Capitanes mejora en técnicas y maniobras de combate porque a como van no logran una mierda en verdaderas misiones. Lo que me lleva a decir que todos esto lo quiero listo para la otra semana que se separan para las misiones.
–General, me preguntaba si usted va a supervisar los cambios en los entrenamientos y demás y que si ya tiene los grupos para las misiones.
–Sí, voy a supervisar todos los entrenamientos pero me voy a centrar en los y las tenientes ya que yo entrenaré con ustedes. Las misiones y demás los enviaré a cada uno cuando lo crea oportuno por lo tanto no es de su incumbencia en este momento.– fija la mirada en mí, el negro de sus ojos de no se despega del gris/azul de los mios.– Ahora bien teniente, una interrupción más y quedas con una sanción en su historial. Dejé todo claro ahora lárguense de aquí que necesito la sala.
Salimos de la sala de juntas cada uno a sus oficinas, pero yo me dirijo a los vestidores. Mis informes los terminé ayer así que voy a aprovechar para entrenar un rato e intentar aprender nuevas técnicas ya que según Adams no estábamos tan bien como pensaba. Entro a los vestidores a cambiarme por el uniforme de entrenamiento y me dirijo al gimnasio para trabajar primero con máquinas y luego reforzar las técnicas de combate. Al llegar al gimnasio noto que no hay nadie, lo cual es excelente para poder entrenar con más fluidez.
Luego de dos horas y media de entrenamiento con máquinas me voy al gimnasio de combate. No tengo ni idea de nuevas técnicas por lo que le escribo a Derek quien sabe más técnicas que yo y le pido que me vea en el gimnasio para que me ayude a mejorar, espero su mensaje mientras le escribo a Sara que nos veamos en el almuerzo para hablar ya que no lo hicimos ayer. Voy caminando con la vista en el teléfono y al entrar me quedo en blaco con el hombre que parece estarme esperando para entrenar.
–Teniente Williams, llevo esperando mas de media hora. Parece que es usted bastante dedicada al entrenar– los cambios de humor de este hombre me van a enloquecer– Empezamos?
–General, si me permite debo enviar un mensaje y ya estoy con usted– me lanza una mirada retándome pero termina asintiendo.–De acuerdo
–Gracias
Le envío un mensaje rápido a Derek esperando que lo vea de inmediato para que no venga, no quiero hacerlo perder el tiempo y que no pueda terminar su trabajo. Cuando recibo su mensaje le digo que le explico luego, dejo el teléfono de lado y me giro hacia el general.
–Disculpe general, tenía que enviar ese mensaje.– asiente poniéndose en posición de combate y opto por hacer lo mismo– Perdón por la intromisión pero no tenía usted una conferencia?
–Eso no es de su incumbencia, le sugiero que mejor ponga atención al entrenamiento.
En un movimiento invariablemente veloz está frente a mi y me lanza a la colchoneta con un solo brazo y me mantiene en el suelo con su mano sobre mi cuello. Se aleja y nos ponemos de pie uno frente al otro, la diferencia de estatura es notable. Me reta con la mirada y alzo el mentón haciendo lo mismo. Está totalmente ido en mis ojos y una vez que lo veo distraído le pego un rodillazo en las costillas lo que lo hace doblarse levemente, cuando se repone lo impacto en la cara con golpes certeros que lo desestabilizan pero no cae al suelo. Este hombre parece ser indestructible.
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Pasión por hoy
Teen FictionSamantha Williams una chica de 21 años cree que su vida es perfecta y que nada podría arruinarla, pero no tiene ni idea de lo que está por llegar. Christopher Adams entra a su vida sin previo aviso, de la forma más inesperada y de un momento al otro...