Samantha
Alessandro Walker es el hombre sumamente imponente, elegante e intimidante que he conocido en toda mi vida. Tiene un gran atractivo físico pero su personalidad también llama mucho la atención. Mantiene una postura correcta y la mirada altiva. No vacila, no duda y sabe que está en su territorio.
Es un hombre alto, tal vez 1.95cm un poco más alto que Christopher. Lleva un traje negro a la medida que le queda perfecto. Su cabello color negro peinado sin una sola imperfección. Tiene unos ojos penetrantes e intensos de color azul, y mantiene una mirada retadora.
–Señorita Baker, ¿me haría el favor de seguirme a la oficina?
–Sí señor
Caminamos a la puerta de la oficina y me da paso para que entre primero. El despacho es estúpidamente enorme. Tiene un gran ventanal con vista a la ciudad detrás de un hermoso escritorio de roble. Hay una silla justo detrás del escritorio y es la silla de Walker, del otro lado del escritorio hay dos sillas más sencillas para los invitados.
Al lado del escritorio hay un enorme librero y junto a el un minibar con lo que parece whisky, vodka, tequila y algún otro licor que no distingo. Toda la oficina está decorada con suma elegancia y al mismo tiempo está totalmente modernizada.
–Señorita Baker, según me informaron usted será mi nueva asistente personal. ¿Es así?
–Sí señor
–Perfecto, le diré la información que tengo de usted y usted me dirá si falta algo importante.
–De acuerdo
–Su nombre es Kate Baker, tiene 25 años, creció aquí en Francia. Tiene una familia funcional con dos hermanos y padres campesinos. Estudió en una universidad de la IVY League. Tiene estudios como empresaria pero está iniciando como secretaria para apoyar su curriculum. Está soltera, vive sola y tiene un pequeño círculo de amigos. Admirada por su belleza lo cual apoyo, pero se mantiene sola. ¿Correcto?
–Hasta más de lo que debería saber señor Walker– señalo y sonríe
–Me gusta conocer a quien trabaja conmigo.
–Para usted, trabajo para usted señor
–No, trabajas conmigo. Ahora, necesito que se ponga al día con las juntas, reuniones, eventos de caridad y absolutamente todo lo que tengo para este mes porque me vas a acompañar a todo.– asiento y continua– ¿Sabes en dónde está mi casa?
–Sí señor
–Perfecto porque también trabajarás allá junto conmigo
–Bien.
–Te necesito lista y dispuesta en todo momento. Soy un hombre sumamente ocupado y en todo momento necesito pendiente a mi asistente personal. Día, noche, madrugada, siempre. ¿Puedes con eso?
–Sí
–Bien. Hoy trabajaremos en la aquí en la oficina. Tú tendrás uno de los despachos de afuera en lo
que traen otro escritorio a este para que trabajes junto a mi.
–Sí no está aquí es porque no es necesario.
–Antes no tenía motivos para tener a mi asistente personal junto a mí.
–¿Qué cambió?
–Mi asistente personal– bajo la mirada y continua– Ya puedes salir, la secretaria te indicará cual es tu despacho.
Salgo del despacho de Walker y me dirijo al escritorio de la secretaria para que me indique en dónde me debo instalarme. Todo lo que Walker me pidió que hiciera ya lo tengo cubierto pero no puedo levantar sospechas.
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Pasión por hoy
Teen FictionSamantha Williams una chica de 21 años cree que su vida es perfecta y que nada podría arruinarla, pero no tiene ni idea de lo que está por llegar. Christopher Adams entra a su vida sin previo aviso, de la forma más inesperada y de un momento al otro...