Christopher.
Es algo que está fuera de mi control. Nunca antes había querido ser padre pero desde que me enteré del aborto de Sam algo dentro de mí se quedó con la idea de mí como padre de un niño. Dejé la idea de lado y me concentré en Sam que era la que me necesitaba en ese momento.
Conocí a Jackson cuando me ayudó a sacar a Carter del agujero en el que estaba y de paso lo ayudé a salir a él. No le gustaban las cosas que hacía su padre biológico, aún así siempre tuvo ideales distintos a los de su progenitor.
Es un niño valiente y decidido. Maduro para su edad pero ahora con Carter tiene o va a tener una infancia normal que es lo que cualquier niño merece. No sabía que Carter tenía contacto con él pero es perfecto, ese pequeño merece un nuevo ambiente, un buen ambiente.
El hecho de que ese niño me aceptara de una vez sin barreras ni nada me hizo volver a la idea que tuve hace unas semanas. Hice lo posible desde ayer en la tarde para sacarme la idea de la cabeza pero Jackson me recordó lo que podría llegar a ser yo en algún momento.
Independientemente del tiempo que deba esperar para que Sam vuelva a abrirse a la idea de estar embarazada quiero ser padre y ahora es idea no va a salir de mi cabeza. Cuando tomo una determinación la consigo y sí, depende en gran parte de Sam y eso lo comprendo pero no es algo que se pueda eliminar como un pensamiento cualquiera.
Nunca he sido este tipo de hombre. Sigo con los mismos ideales con los que me crié y es que voy yo por encima de los demás. Pero ahora tengo a Sam y lo único que cambia es que no protejo un solo cuerpo, protejo dos pero protegerla a ella es como protegerme a mí mismo.
Siempre he tenido la idea de que yo sería un padre de mierda. Claro, con las increíbles atenciones y demostraciones de cariño que me dieron mis progenitores cualquiera lo pensaría. Pero el cómo Jackson me buscara en la mañana me devolvió la idea que he intentado eliminar desde ayer.
Llevo considerando si decirle o no esto a Sam desde que tuve a Jackson en mis brazos antes de salir del departamento de Carter. Somos los padrinos del niño y vi de nuevo el increíble brillo en sus ojos cuando Carter se lo pidió y aún más cuando nos ofrecimos para dejarnos al pequeño por una semana.
Sé que ella lo quiere, que tiene una gran aprecio por el niño, que le agrada y la emociona la forma en la que nos despertó hoy en la mañana. Su cara se ilumina con una sonrisa cada vez que el niño reía con una de las cosas que le decía o cada vez que me abrazaba.
Es normal que aún le duela hablar de un embarazo. Que no sepa que decir o cómo actuar si le digo lo que quiero pero es necesario dejar las cosas claras de una vez. Siempre he sido sincero con ella y esta no es la excepción.
La volteo a ver junto a mí y sé que está preocupada por lo que estoy pensando. Me da una mirada comprensiva y decido decirle bien las cosas.
–Sam yo...– intento decir
–Dime amor, qué pasó. Dilo– me anima
–Sé que tal vez es pronto y que no estés lista pero es necesario que lo sepas.
–Dilo de una vez Christopher
–Quiero que me des un hijo. Quiero ser padre y tal vez no ahora pero quiero un hijo, sé que tenemos que hablarlo pero es algo que tarde o temprano no está a discusión porque no voy a cambiar de parecer.– Logro decir.
Me quedo en silencio para que ella piense en lo que le acabo de decir. Arranco el auto para encaminarnos a mi departamento. Ella no dice ni una sola palabra hasta que que vamos por la mitad del camino y me voltea a ver pero me le adelanto.
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Pasión por hoy
Teen FictionSamantha Williams una chica de 21 años cree que su vida es perfecta y que nada podría arruinarla, pero no tiene ni idea de lo que está por llegar. Christopher Adams entra a su vida sin previo aviso, de la forma más inesperada y de un momento al otro...