Christopher.
La conversación que tuve con Samantha me dejó pensando pero la verdad es que estoy demasiado cansado para seguir con esto. Cuestionando cada cosa que hace y precipitándome a lo que quiere o no quiere hacer. Es demasiada la carga, no digo que no pueda con ello de hecho lo contrario pero si sigo así me terminaré cansando y no es lo que quiero.
La comida que hicieron Isabella y Sam está deliciosa. El almuerzo fluye bien y no se vuelve a tocar el tema por ninguno de los presentes. Cuando terminamos de comer Sam e Isabella se ponen a recoger todo y yo me voy con Mason al despacho a mostrarle algunas de las misiones que me dijo Erick que se van a llevar a cabo esta semana.
Entre Mason y yo revisamos los movimientos que se van a dar durante el operativo. Entre ambos damos el visto bueno a todo ya que Erick me pidió un poco de asesoría para asegurarse de que todo quede a la perfección. Cuando terminamos con eso nos quedamos hablando de Jackson ya que a Mason le interesa el tema.
Cuando se hace de noche Mason e Isabella se despiden y se van del departamento dejándonos solos. No hago el intento de hablar con ella porque no quiero volver al tema que ya decidí dar por terminado. Me mira pero tampoco se me acerca.
La veo que da algunas vueltas por el departamento sin saber que hacer hasta que se va a la habitación y se queda allá. No creo que pasar juntos la noche sea lo indicado además de que yo tengo cierto compromiso pendiente.
Me dirijo a la habitación y busco algo de ropa, ella se queda en la cama y sé que me mira pero no dice nada. Me visto con una camiseta negra y con jeans del mismo color. Me pongo el reloj, ajusto las pulseras que tengo en la mano izquierda y salgo de la habitación.
No cruzo palabra con Sam y me voy a mi despacho a recoger el teléfono y la billetera porque los dejé ahí cuando estuve hablando con Mason. Salgo y me dirijo a la salida del departamento tomando las llaves del auto y escucho los pasos de Sam detrás de mí.
–Christopher, ¿a dónde vas?– inquiere deteniéndome.
–Necesito salir, no voy a volver esta noche. Tú quédate aquí tranquila, luego te hablo.
–Amor, ¿que tienes?– inquiere– Háblame.
–Necesito hacer unas cosas así que tú quédate aquí y déjame que yo te hablo mañana.
–Pero, ¿por qué no te quedas y vas mañana?
–Tengo algo pendiente y lo tengo que hacer ya. Tú te quedas aquí y nos vemos luego. Descansa– digo avanzando.
–Christopher...
–Sam, basta. Voy a salir, necesito un tiempo afuera, lejos de todo y tú también necesitas alejarte de mí un rato así que déjame ir.– digo y al ver que no hace ni dice nada más salgo del departamento.
Bajo al estacionamiento y me subo al auto. Arranco me voy al bar en el que me ví con Ethan la última vez. Estaciono el auto y me bajo. Me voy a la barra y pido un trago de whisky.
Tomo sin pensar en nada más que en lo que tengo que hacer. Recibo dos llamadas de Carter y dos de Erick pero no respondo ninguna. Necesito la cabeza fría y en blanco.
Luego de 5 tragos, pago la cuenta y salgo entrando de nuevo a mi auto. Antes de salir del estacionamiento tomo el móvil y llamo a la persona que me va a dar la dirección que necesito.
–Christopher– dicen al otro lado de la línea.
–Envíame la dirección a la que tengo que ir, voy para allá.– digo
–Bien, ya te la envio– dice y termino la llamada.
La dirección que pedí me llega al móvil y conduzco por do me envía en GPS. Como siempre llego a un lugar totalmente solo en dónde no hay casas, ni ninguna persona cerca. Estaciono el auto y me bajo.
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Pasión por hoy
Teen FictionSamantha Williams una chica de 21 años cree que su vida es perfecta y que nada podría arruinarla, pero no tiene ni idea de lo que está por llegar. Christopher Adams entra a su vida sin previo aviso, de la forma más inesperada y de un momento al otro...