Samantha
Camille es adorable. Las reacciones que Erick tiene con ella y hacia ella me dan vida. Siempre he creído que el amor a primera vista es una estupidez pero la mirada de Erick era distinta, además de que Erick es totalmente serio con esos temas.
Me quedo pensando en cómo se miraban esos dos. Hay algo en ellos que me hace pensar que van a tener algo lindo. Un instinto que espero que no falle porque juntos se ven muy lindos.
–¿En qué piensas?– pregunta Christopher y lo volteo a ver.
–En Erick y Cam.
–¿Cam?
–Sí Christopher, Camille. Mi psicóloga, la amiga de Erick, la conociste hace unas horas. Te voy a comprar pastillas para la memoria– bromeo y pone los ojos en blanco.
–Sí Sam, lo que pregunto es ¿por qué piensas en ellos?
–Creo que serían una linda pareja. ¿No te parece?
–No me interesa ninguna otra relación que no sea la mía. Mejor dicho, no me interesa nada que nos seas tú en este momento.
–Bien, pero acepta que se ven bien juntos.
–Sí hermosa, como digas.– dice levantandose de la cama
–¿A dónde vas?– inquiero
–¿Controladora? Me encanta– dice haciéndome reír
–Solo es una pregunta amor.
–Debo hacer una llamada importante, ¿puedo hacerla afuera señorita?– dice con el móvil en la mano
–Sí general, ve.
–Ya vuelvo– dice saliendo de la habitación.
Lo noto menos tenso, está más tranquilo y más sereno. Ya no se muestra tan a la defensiva y eso me tranquiliza.
Me ha dado cierta curiosidad con respecto a la hermana de Christopher. Tengo claro el por qué de su relación con su padre pero me gustaría saber más de su hermana. Aunque decido no preguntarle porque sé que es difícil para él.
Estoy cansada de estar en esta cama. Christopher me ha dejado moverme al sillón ya que es necesario que comience a caminar con normalidad. Pero la verdad es que ya no soporto ver éstas cuatro paredes.
Espero que Christopher vuelva mirando al techo ya que no tengo nada más que hacer. Sé lo que él necesita para descargarse y me molesta no poder dárselo, por eso mismo tengo que recuperarme lo más rápido posible.
–Listo– dice entrando a la habitación.
–¿Te puedo hacer una pregunta?– inquiero
–La que quieras.
–¿Tú sabes quién fue mi delator?– pregunto y baja la cabeza.
–Sí– dice mirándome de nuevo
–¿Quién fue?
–Sam...
–Amor, ¿quién fue?
–Kira.– dice y me quedo en blanco
–¿La zorra con la que te acostabas?
–Sí.
–¿Y por qué? ¿Qué mierda le hice?
–Tengo algunas teorías.
–Dímelas.
–Primero por celos, porque tú lograste lo que ella nunca logró conmigo. Segundo, por envidia, todos los hombres de la central tienen su atención en ti y no en ella, ella siempre se ha creído la mejor. Por último, por mi culpa. Porque llegó a preguntarme algunas cosas sobre ti, sobre mí y sobre nosotros y eso la pudo hacer arder.
ESTÁS LEYENDO
Pasión por hoy
Teen FictionSamantha Williams una chica de 21 años cree que su vida es perfecta y que nada podría arruinarla, pero no tiene ni idea de lo que está por llegar. Christopher Adams entra a su vida sin previo aviso, de la forma más inesperada y de un momento al otro...