01

3.9K 282 24
                                    

Con toda la calma del mundo, se adentraron a aquel callejón de algún lugar de Yokohama

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Con toda la calma del mundo, se adentraron a aquel callejón de algún lugar de Yokohama. Eran las once en punto de la noche.
Metros después, ambos lograron ver aquel llamativo letrero iluminado en rojo. Se adentraron al establecimiento.
El humo de tabaco flotaba por todo el camino hasta sus pechos mientras bajaban las escaleras para encontrar a cierto castaño ya sentado en el mostrador, jugando con una copa de licor entre sus dedos. El solía estar ahí, sin tomar un solo sorbo de lo que ordenaba.

Al escuchar a ambas personas bajar las escaleras, el castaño giró a verles y sonrió, al menos al hombre, ya que al sus ojos encontrarse con los de la fémina, una cierta expresión de sopresa se vio en él, sin embargo, eso no evitó que de igual manera le diera una ligera sonrisa.

—Hola, Odasaku —dijo en un tono alegre y tranquilo —. Nunca creí verte acompañado de una chica —mencionó con una sonrisa sin quitar los ojos de la fémina, quien lo miraba un tanto confundida.

El nombrado alzó una mano saludando levemente.

—Serena, mi compañera de trabajo —La presentó con su habitual semblante inexpresivo mientras la veía y después dirigió su vista al castaño —. Dazai, ejecutivo de la organización.

El nombrado sonrió más ampliamente mientras extendía su mano hacia la azabache, quien no tardó en corresponder su saludo amablemente.

—Un gusto —respondió Dazai aún con sus manos unidas.

Serena asintió y simplemente se dirigió a uno de los asientos frente a la barra, dejando un espacio entre ella y Dazai, quién lo evitó cuando la invitó a sentarse junto a él. Un poco dudosa, accedió. El pelirrojo se sentó junto a Serena, dejando a la fémina entre ambos hombres.
El tabernero les sirvió a ambos lo usual en el mostrador sin siquiera preguntar, pues ambos se habían convertido en clientes frecuentes en aquel bar.

—¿Qué estás haciendo aquí? —Le preguntó Odasaku a Dazai, inclinando levemente su cabeza para verlo.

—Sólo pensando, ya sabes, cosas filosóficas y metafísicas —mencionó mientras continuaba jugando con su bebida.

—¿Cómo qué?

Dazai, antes de responder miró a Serena a su lado bebiendo un sorbo de su bebida, meditando su respuesta.

—Para la mayoría de las cosas en la vida, es más difícil tener éxito que fracasar, ¿no están de acuerdo? —mencionó con tranquilidad volviendo su vista a su trago.

Serena lo miró de soslayo al darse cuenta de que la pregunta iba dirigida a ambos y no sólo a Odasaku. Asintió y continuó en lo suyo.

—Claro —Se limitó a responder Odasaku.

—Es por eso que debo intentar suicidarme en lugar de cometerlo —Serena vio a Dazai con confusión ante sus palabras, frunciendo levemente el entrecejo —. Cometer suicidio es difícil, pero debería ser relativamente más fácil fallar al intentar suicidarse, ¿cierto?

Break my heart.  »Dazai Osamu.  FINALIZADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora