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No intercambiaron miradas por más de un par de segundos cuando Serena había desviado ya sus ojos hacia la barra de nuevo

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No intercambiaron miradas por más de un par de segundos cuando Serena había desviado ya sus ojos hacia la barra de nuevo.

—Comparado con el ejecutivo más joven en la historia de la Port Mafia, mis logros no son diferentes a los de un estudiante —comentó Ango con voz monótona —. Por cierto, ¿están los tres aquí hoy por un encuentro de algún tipo?

Dazai jugó con la lata vacía de cangrejos y la dejó sobre la barra mientras negaba.

—No —respondió Odasaku —. No planeamos esto. El ya estaba aquí cuando nosotros llegamos.

El castaño asintió con una sonrisa tranquila mientras mantenía sus párpados cerrados.

—Sólo tuve la sensación de que me encontraría con ustedes si venía aquí esta noche, así que aquí estoy —dijo riendo el levedad, divertido de sus propias palabras. Miró de soslayo a la azabache que jugaba con su bebida —. Además tuve la suerte de conocer a alguien, así que, quizá salió mejor de lo que habría salido si se planeaba.

Serena le dirigió una mirada ante sus palabras, lo miró a los ojos intentando descifrar el significado de éstas, en cambio, Dazai se mantuvo sonriente.

—¿Nos necesitas para algo? —cuestionó Ango.

—No realmente —respondió el castaño con tranquilidad volviendo su vista a la barra —. Sólo pensé que si venía aquí, sería una de esas noches, eso es todo.

Serena no logró comprender del todo sus palabras pues, para ella, esa noche era una novedad encontrarse con los compañeros de copas de Odasaku. Normalmente solía reunirse a solas con él, nunca tuvo la oportunidad de cruzarse con Ango o Dazai hasta ese momento.

Lo que sí sabía es que, en circunstancias normales, todos ellos ni siquiera deberían haber conocido los nombres de los demás, mucho menos en un bar. Pero ahí, en ese lugar reducido, sin ventanas y con frecuente olor a tabaco, podían pasar el rato independientemente de la posición o edad, porque aún así, Dazai continuaba siendo un ejecutivo, Ango un informante, Serena y Odasaku simples integrantes de bajo rango, sin un título del cual hablar.

—Por cierto —habló repentinamente Dazai, atrayendo la atención de todos —. Odasaku, ha pasado un tiempo desde que empezamos a beber aquí juntos, y a pesar de eso, aún no te he escuchado quejarte del trabajo —giró y miró a Serena —. Tal vez tu puedas hablarme de eso, Odasaku jamás lo hace —dijo para después hacer un mohín.

Serena le dio una mirada neutra, sin saber que decir.
De pronto verlo a los ojos de tan cerca, logró ponerla extrañamente nerviosa.

—Estoy de acuerdo —dijo Ango, atrayendo su atención —. A diferencia de Dazai y yo, su trabajo es algo único.

—No hay nada especial en lo que hacemos —mencionó Odasaku, haciendo que Serena ahora lo mirara a él —. Sólo no tengo nada que valga la pena decir.

Break my heart.  »Dazai Osamu.  FINALIZADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora