El castaño rió levemente antes de entrar al establecimiento detrás de Serena.
La azabache al llegar junto al cobrizo, observó a éste extender un sobre al dueño del restaurante.
—Pops, éste debería ser dinero suficiente para los niños ahora —mencionó —. Esta vez Serena insistió en agregar un poco más.
—¿Están seguros de que esto está bien? —Había un tono de preocupación en su voz. Mientras se limpió los dedos con el delantal y aceptó el sobre —. Quiero decir... sé que la mayoría de sus ganancias terminan aquí. Si está bien, puedo poner algo de mi dinero.
—Realmente apreciamos que les permitas usar tu espacio, Pops —dijo Serena con tranquilidad mientras se sentaba junto al cobrizo.
—Eso más el curry aquí es más que suficiente —mencionó Odasaku, haciendo que Serena sonriera levemente al asentir.
—Oigan —La voz del castaño llamó su atención —. ¿En serio comen éste curry todo el tiempo? —preguntó mientras bebía un sorbo de agua —. Siento que mi mandíbula está a punto de caerse.
Serena miró con curiosidad al castaño antes de que una efímera risa saliera de ella.
—Dazai, ¿qué estás haciendo aquí de todas formas? —preguntó Odasaku.
—Tengo algo que necesito decirles sobre el caso. Un montón de cosas salieron a la luz después de la última vez que hablamos, especialmente sobre el enemigo —respondió con cierta seriedad.
—Pops, lo siento por pedirte esto, pero ¿podrías darnos algo de privacidad? —Odasaku se dirigió al dueño.
—Si, si. Estaré atrás preparando unas cosas así que sólo grita si hay algún cliente —Parecía haber ignorado la situación sólo por la expresión del cobrizo y se quitó el delantal antes de salir alegremente por la puerta trasera.
Mientras tanto Dazai terminó comiendo la mayor parte de su curry mientras bebía incansablemente de su vaso de agua. Durante ese tiempo, Odasaku entró por su cuenta a la cocina, hizo algo de café y sirvió dos tazas.
—Entonces, ¿que era lo que querías decirnos? —preguntó Serena mientras recibía la taza entre sus manos.
—Iré directo al grano. Es un sindicato de delincuencia extranjera —Comenzó a explicar mientras se servía otro vaso de agua —. Ellos únicamente han estado en Japón por un periodo corto. Ellos solían ser un sindicato de habilidades europeo muy bien conocidos, pero una organización de habilidades de Gran Bretaña conocida como la Orden de la Torre del Reloj los aisló fuera del continente, y se escurrieron hasta Japón.
Europa era el hogar de usuarios de habilidad de primera clase empleados tanto por el gobierno como por varias organizaciones criminales, y como resultado, esos usuarios de habilidad desarrollaron una estructura de poder extremadamente elaborada y compleja en todo el continente. Por eso se estableció un sistema de vigilancia tan estricto para evitar que esas personas escapen a otros países.
—¿Cómo podrían haber llegado hasta aquí? Se supone que ese tipo de personas están estrictamente vigiladas —preguntó Serena, a lo que Dazai inclinó la cabeza antes de responder.
—Si, un sindicato criminal de usuarios de habilidad no debería poder ingresar ilegalmente a otro país tan fácilmente. Tiene que haber más de lo que parece. Podrían tener un colaborador dentro de Japón.
Ambos hombres continuaron con su charla mientras la mente de la azabache comenzaba a sacar sus propias conclusiones y, desafortunadamente, no le gustaba demasiado el resultado final después de atar cabos con la poca información que habían obtenido.
Simplemente esperaría a conseguir más información para dar su punto de vista.Los minutos transcurrieron entre aquella charla en la que Serena nunca habló, pero simplemente prestó atención a ella.
—¿Qué hay sobre Ango? —La pregunta del cobrizo hizo que Serena levantara la cabeza después de varios minutos.
El castaño no respondió de inmediato. Miró al frente, a la nada.
Incluso él necesitaba tiempo para preparar una respuesta.—Estamos casi seguros de que Ango es quien filtró el código de la armería —murmuró con los ojos bajos a la mesa. Luego miró al cobrizo como si quisiera ver su reacción. Él no dijo nada —. Todos en la organización reciben un código de acceso diferente para evitar problemas. Y...
—El código que usó Mímic para entrar en la armería coincide con el que fue dado a Ango, ¿no es así? —Serena habló después de varios minutos.
Odasaku no dijo ni una palabra y la mirada del castaño dio la respuesta a la pregunta de Serena.
El cobrizo se levantó de su asiento y se dirigió junto a Dazai.—Oye, Dazai. ¿Hay alguna posibilidad de que alguien haya incriminado a Ango y esté moviendo los hilos detrás de escena?
—No está fuera de discusión. Siempre hay una posibilidad —respondió el castaño, pero no parecía creer las palabras que salían de su propia boca —. Si alguien en la Mafia hubiera coludido con Mimic, entonces sí, es posible. Pero no puedo pensar en una sola persona que se beneficie de ésto.
El silencio invadió el lugar por varios segundos mientras una misma pregunta rondaba en la cabeza de las tres personas que se encontraban sentadas en aquel restaurante.
El oficial de inteligencia de la Mafia: Sakaguchi Ango. ¿Por qué traicionó al sindicato?
El silencio permaneció un par de minutos hasta que Serena giró a ver a Dazai en busca de una respuesta. Estaba bajando la cabeza, contemplando en silencio. Su expresión era...
Observó sus hombros moverse ligeramente.
Dazai estaba riendo.
—Al principio, pensé que eran en sindicato de delincuentes promedio, pero si son lo suficientemente buenos como para que Ango se una, eso significa que un poco de torcedura de brazos no los hará llorar y pedir disculpas. Además, Ango no es agresivo como enemigo. No camina en el parque. Eso se está volviendo emocionante. Apuesto a que me van a arrinconar en una esquina, entonces...
—Dazai.
Pausó cuando Odasaku dijo su nombre.
No tenía nada más que decir; simplemente dijo su nombre.Ninguno de los dos sabía exactamente lo que Dazai estaba pensando.
Es una regla no escrita de la Mafia no meter la nariz donde no pertenece. Alguien nunca debe abrir la puerta al corazón de otro y tratar de juzgarlos por la oscuridad escondida dentro.
Era algo bueno de la Mafia.—Bien, debo irme —dijo Dazai antes de levantarse.
—Dazai —El castaño giró al escuchar a Odasaku llamarle —. ¿Estás pensando así porque...?
Antes de que terminara de formular su pregunta, el teléfono de Dazai comenzó a sonar. Asintió levemente antes de colocar en teléfono contra su oreja y responder.
Pasaron unos momentos mientras escuchaba a quien estaba al otro lado, pero pronto, sus labios se torcieron en una sonrisa.—Está bien —Fue lo único que dijo antes de colgar y mirar a ambos compañeros sentados —. Atrapamos un ratón en nuestra trampa.
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Break my heart. »Dazai Osamu. FINALIZADA.
FanfictionSiempre pierdo todo lo que no quiero perder. Todo lo que vale la pena desear es algo que pierdo en cuanto lo obtengo. No vale la pena perseguir algo si con ello alargas una vida de sufrimiento. Ésta historia es Dazai x Lectora. Obra de mi propi...