Jugaba con sus dedos mientras su mente se sumergía en los recuerdos de la noche anterior.
Había pasado la noche intentado decidir si se arrepentía o no de ello, pero era tarde para hacerlo.
Negó por un par de veces antes de suspirar y prestar atención a su compañero postrado en cama frente a ella, con ambas manos cubiertas de vendajes y rostro cansado, Serena no evitó sentir culpabilidad por no haber estado junto a Odasaku.Había pasado la noche junto a él desde que Dazai recibió esa llamada.
En ningún momento logró dormir ni separarse de él. Simplemente estuvo ahí, esperando a que despertara.Cuando su mente volvía a divagar, ver a su compañero levantar su torso, llamó su atención.
El cobrizo dejó escapar un gemido de dolor antes de mirar a su alrededor y toparse con Serena, sentada junto a su cama.
—Al fin despiertas —Le dijo dibujando inconscientemente una sonrisa de alivio.
—¿Estuve inconsciente toda la noche? —Serena asintió ante su pregunta.
—Hola, Odasaku —La voz alegre de Dazai llamó la atención del cobrizo —. ¿Cómo te estás sintiendo?
—Siento que me han golpeado las resacas de los últimos cincuenta años —respondió mientras frotaba sus sienes con sus pulgares —. ¿Encontraron a Ango?
—No —Dazai hizo una mueca —. Mis hombres sólo te encontraron en el suelo. Ellos no vieron ni una señal del enemigo, ni siquiera una sombra. De cualquier manera, ¿Ango estaba realmente ahí, eh?
El cobrizo les explicó a ambos lo que sucedió en aquel viejo edificio meteorológico, el encontrar a Ango atado y las bombas dentro del lugar en espera de su persona.
La bola con veneno y Ango desapareciendo entre las sombras con más de un hombre armado.—El cautiverio de Ango, la explosión, André Gide y las Fuerzas Especiales vestidas de negro...
Dazai colocó un pulgar contra sus labios, pensando. Ni siquiera sé movió una pulgada durante un minuto después de eso.
Sólo sus ojos vacilaron, siguiendo algo que sólo el podía ver. Serena y Odasaku, esperaron en silencio.—Las cosas se pueden clasificar en dos fenómenos aquí —habló finalmente —. Uno es el atacante del sindicato criminal Mimic. El otro es Ango y las maniobras secretas de las Fuerzas Especiales.
—Por ahora podemos ignorar a las Fuerzas Especiales —habló Serena dirigiendo su mirada al cobrizo —. Tenemos que tener cuidado con Mimic. Mientras dormías, explotaron seis tiendas en el césped de la Mafia... todo al mismo tiempo. Las bajas aumentan por minuto.
Junto con el contrabando y el comercio de los bienes robados, la Mafia protegió tiendas y compañías a cambio de una compensación. Y si esas empresas fueron atacadas, la Mafia perdió instantáneamente la confianza de sus partidarios junto con parte de su infraestructura económica.
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Break my heart. »Dazai Osamu. FINALIZADA.
FanfictionSiempre pierdo todo lo que no quiero perder. Todo lo que vale la pena desear es algo que pierdo en cuanto lo obtengo. No vale la pena perseguir algo si con ello alargas una vida de sufrimiento. Ésta historia es Dazai x Lectora. Obra de mi propi...