🇺🇸36🇵🇪

1.6K 198 96
                                    

—Vas a dejarla ¿cierto? — era la quinta vez que se veían en menos de dos meses.

—Entiende que tengo que encontrar la oportunidad— Costa Rica lo abrazó mientras que sentía como se le inundaban de lágrimas las mejillas. Estaba harto del problema en el que estaba

Guatemala y Costa Rica eran una pareja formal, tan formal como lo eran Reino Unido y Francia. O eso era lo que les gustaba aparentar

La chica estaba tan enamorada, sí, pero para el centroamericano esto no era más que una triste fachada. Era otro penoso intento por ignorar el hecho de que no le podría atraer una mujer de la misma manera que cualquier hombre.

Estaba frustrado

—Siempre dices lo mismo—volvió a separarse del otro mientras se cubría con las cobijas

Así habían resultado las cosas para él. Costa Rica le llenaba de regalos, de cariño y de afecto en secreto, hasta que estaban en público... era como si la conexión "tan especial" que tenían se esfumara

Dolía

Lo hacía sentir como la persona más asquerosa del mundo

—Hey... tampoco va a ser para siempre— el centroamericano se acercó mientras se vestía— sólo necesito tiempo— y le besó en la mejilla

El bicolor lo trataba de entender, poniéndose en los zapatos de Costa Rica, pero conforme iba pasando el tiempo se dio cuenta de que nada iba a cambiar.












—¡NOS VAMOS A CASAR! —anunció Guatemala mientras sostenía el brazo de su novio con una sonrisa. La chica saltaba de emoción mientras presumía la sortija.

Estaba feliz

En ese momento cualquier esperanza se le murió, cualquier idea de un sueño egoísta en el que el centroamericano dejaba a la mujer se fue. Siendo reemplazado por la abrumadora culpa que lo asfixiaba.










—Ya no quiero—le temblaban las manos— sólo vine para decírtelo. —la sorpresa del otro no se hizo esperar— te vas a casar...

—Déjame explicarte

Se cerró completamente, ya no quería nada de esto. No es como si fuese el mejor amigo de la guatemalteca, pero verla tan feliz lo hacía sentir tan culpable. Ella era amable y dulce siempre que podía. Él era un hijo de puta

Pararon de verse.

El hombre le insistió por meses, queriendo tener un solo minutos más de su tiempo, cayendo en la desesperación de sus propias acciones. Ya no quería casarse, ya no quería tener una vida al lado de Guatemala.

Eso sólo comenzó las sospechas

Porque no era normal que el costarricense buscaba estar a solas con Perú, o las miradas que llegaban a darse, o el distanciamiento que había crecido en la pareja.

La chica podía ser tan dulce como quisiera, pero no era un idiota.

No era normal las excusas que ponía su novio para no dormir con ella, o la forma en la que comenzó a evitar besarla e incluso tocarla. No era normal el miedo que le tenía a que lo viera usando su celular, o cuando le dejaba de responder los mensajes, o como dejó de sonreírle.

Algo estaba muy mal, tenía tantas dudas que siempre que intentaba aclarar eran rechazadas. Siempre con otra excusa, otra mentira, otro invento, otro argumento.




—No sé qué hice mal—lloraba en el hombro de El Salvador— un día como si nada se porta raro y no me dice nada— sentía una caricia en su cabello— ¿y si ya no quiere estar conmigo?






AMOR DE TELENOVELA |Usamex||Canmex||Rusmex|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora