🇷🇺-14-🇷🇺

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- Che estas libre la próxima semana?

- Lo siento weon... voy a estar con Ale

Desde hace tiempo parecía que el chileno disfrutaba mucho más pasar sus días libres en Alemania. Al principio no le importaba mucho, pero ahora siempre que intentaba pasar tiempo con el otro estaba ocupado.

Le molestaba un poco.

"Perdón se me había olvidado que Alemania me invitó a salir" "Chuta... hoy no puedo, Ale vino de visita" "Es la última que cancelo nuestros planes weon, sólo que Ale dijo que quería verme"

Pocas veces podían verse, y ahora parecía que el chileno hacía lo posible por verse aún menos. Sintió que se le encogía el corazón un poquito.

- Arge... ¿todo bien?

- Todo piola

- Bueno po... te hablo luego- y colgó.

Se había vuelto todo un poco más incómodo entre los dos, más callado, más distante. Argentina intentaba apoyar a su amigo en todo, pero cada vez que este le contaba del alemán, sentía como si algo no estuviera bien entre ellos. No quería escucharlo.

Estaba aburrido, usualmente saldría con Chile (pero estaba "muy ocupado" con el alemán) o hablaría con México (pero estaba pasándosela tan bien en Rusia que olvidaba contestar sus mensajes), le quedaba Perú. Le llamó y le invitó a salir, hacer algo, lo que fuera que lo sacara de la monotonía.

- Ya... estoy en Estados Unidos- se escuchaban unas risas al otro lado de la línea- ¡USA no!- Perdón, me tengo que ir

El peruano también había tomado una actitud extraña, llevaba días en la casa del americano. A veces el bicolor sólo podía hablar del primermundista y nada más. Se le hacía raro que pasaran tanto tiempo juntos, a veces podrían parecer una pareja.

¿Estados Unidos planeaba algo raro? No confiaba en él















El camino de regreso a la cabaña fue muy incómodo. México estaba avergonzado por haber reaccionado de forma tan agresiva. Rusia se sentía bastante idiota por haber arruinado la visita del mexicano.

Su presidente iba a estar tan enojado.

Llegando a aquella cabaña el chico subió a empacar sus maletas. Se sentía un poco decepcionado de él mismo, como si todavía no pudiese olvidar a URSS.

Rusia se paró al lado de la puerta de su habitación

- Мне жаль, что я поступил так (Siento haber actuado así)

- Siento haberte golpeado- terminó de guardar sus cosas

- Вы идете? (¿Te vas?)

- Sí, supongo que tienes razón. Voy a huir de nuevo- sonrió de incómoda

- остаться (Quédate)- le tomó del brazo- Ты мне нужен со мной (te necesito conmigo)

Recordó aquella vez que el padre del eslavo le había dicho las mismas palabras



- Остаться! Ты мне нужен со мной (¡Quédate! Te necesito conmigo)- dijo URSS, quién había perseguido al latino.



Rusia era de una forma tan retorcida, idéntico a su padre.

- Por favor no me hagas esto más difícil

Ya no quería recordarlo. Le dolía mucho pensar en URSS, estar por dónde estuvo con él, ver sus cosas. Simplemente era doloroso.

- Мой президент возненавидит меня, если узнает, что я облажался ... пожалуйста, останься еще на несколько дней (Mi presidente va a odiarme si sabe que lo arruiné...por favor quédate sólo unos días más)

- No

- Мекси- (Méxi-)

- Mira wey, si el problema es tu presidente, hablaré con él. No voy a quedarme en un lugar en donde nadie quiere que esté. Te lo digo porque no quiero terminar mal contigo, pero estar aquí sólo me trae malos recuerdos, verte me trae malos recuerdos. Dejémoslo por la paz, luego veré que hacer

- Но ... бизнес-планы (Pero... los planes de negocio)

- Se cancelan, si van a ser los mismos que había hecho con tu padre me niego.

El mexicano tomó sus maletas listo para irse, pero se detuvo para mirar al ruso

- La verdad es que me recuerdas demasiado a tu padre, y parece no molestarte. Como si pensaras que fue alguien bueno de verdad.

No había nada más que decir, si no podía estar en Rusia sin tener pesadillas constantes de quien amó hace mucho, significaba que todos esos años no habían servido para mucho más que ocultar las cosas. No podía ver al ruso sin pensar en su padre, le hacía falta tiempo.

Porque a veces las cosas son así, y en parte era algo que ambos sabían. Nunca se habían recuperado por completo del duelo al morir URSS, no se aguantaban.

Era mejor volver a casa, en donde estaba seguro, había gente que lo quería.











Habían pasado unos días desde que regresó a México. El tricolor se encontraba revisando unos documentos en la comodidad de su casa. Fue difícil hablar con su presidente, sabía que irse de forma tan apresurada le traería problemas. Hubo después de eso un contacto con el gobierno ruso. Acordaron no cancelar negocios, sin embargo, se aplazó la idea de una relación más cercana.

Estaba por empezar a trabajar hasta que su secretaria le llamó, avisándole de la visita de alguien.

- El señor Estados Unidos está afuera de su oficina. No tenía agendada una cita ¿le dejo entrar?

- ¿Eh? - se quedó pensando un segundo en la repentina visita de su vecino- Si si claro, déjenlo pasar.

La chica entró a la oficina del mexicano acompañada del americano. El tricolor intentó contener su emoción y le pidió a su secretaria que le dejara solo y que nadie le molestara.

- ¡Mi gringo chulo! - dijo saltando a los brazos del contario y abrazándole con fuerza- te extrañé.

El de 50 estrellas le correspondió, dándole un besito en la mejilla que provocó que el otro soltara una risita.

- Hi sweetie (Hola dulzura)- el de emblema de águila se sonrojó un poco por la forma tan cursi de llamarlo

- ¿Por qué viniste a verme?- dijo sosteniéndole las manos con una sonrisa

Su semblante se volvió serio

-I need to talk to you (Tengo que hablar contigo)

AMOR DE TELENOVELA |Usamex||Canmex||Rusmex|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora