🇷🇺-11-🇷🇺

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Al fin terminaba todos sus asuntos pendientes. No le tomó mucho guardar sus cosas; estaba a punto de irse cuando dirigió su mirada al cajón donde estaban los objetos de su difunto padre.

Casi como si fuera un impulso abrió aquel mueble, observando con detalle el contenido de este. Nada impresionante en realidad, pero le recordaban mucho a su progenitor.

URSS nunca fue alguien muy cariñoso, era distante, estricto y hasta cruel con sus pobres hijos, quienes nunca le conocieron en su totalidad. Por eso nadie entendía cómo es que Rusia podía admirarlo tanto.

Pero ellos no entendían.

Para él, fue un hombre imponente, capaz de causar temor a cualquiera.

Para él, fue todo lo que se espera de un country.

Para él, fue todo lo que nunca podrá ser.

Pestañeo rápidamente y cerró aquel cajón, hace mucho esa clase de ideas no venían a su mente. Pensó que tal vez sólo estaba cansado y se fue a dormir.








Estaba en el comedor de su casa con su familia y el mexicano.

-Ты мерзость (Eres una abominación)- fue lo que dijo el de piel rojiza antes de abofetearlo frente a sus hermanos.

- ¡¿Que verga te pasa?!- no pudo ver su rostro, pero reconocería aquella voz donde sea.

De repente se encontraba en el campo donde solía jugar con sus hermanos.

-Нельга дарыць хлопчыку кветкі (No puedes darle flores a un chico)- dijo su hermanita mientras seguían recogiendo las mismas.

Todavía no procesaba lo que acababa de recordar cuando una voz le interrumpió.

-Rusia, no me importa lo que seas solo... escóndelo ¿sí?- se escuchaba terriblemente triste mientras ponía hielo sobre el ojo morado del ruso.

Las discusiones se escuchaban en el salón de reuniones hasta que salió el mexicano bastante enojado con dirección a la puerta.

-¡No voy a volver nunca más!- pudo verlo de espaldas dirigirse a aquella puerta mientras el soviético le seguía.

Sus recuerdos se mezclaban entre sí, las sensaciones vuelven al mismo tiempo haciéndolo querer vomitar.

Dolor, amor, tristeza, enojo, alegría, placer al mismo tiempo.

-Сіз балаға гүл бере алмайсыз (¡A Rusia le gusta un soldado!)- dijo su hermano sin medir sus palabras.

Un atractivo hombre se hizo presente; removiendo el corazón del ruso. Memorias de él le vinieron de golpe, sus miradas conectándose, cuando le veía entrenar, cuando le regaló esas flores blancas.

-Меня зовут Николай Петров, сэр, приятно вам служить. (Mi nombre es Nikolay Petrov señor, un gusto servirle.)

Sus gritos llenos de dolor, la sangre en la nieve, el frío cadáver.

-Я с радостью отдам за тебя свою жизнь, тебе не нужно грустить. (Con gusto daré mi vida por usted, no tiene que entristecerse.)

AMOR DE TELENOVELA |Usamex||Canmex||Rusmex|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora