PESÉ A LAS DIFICULTADES, Skala había arribado con éxito a las afueras de Os Alta, en donde, había tenido la dicha de encontrarse con un anciano que iba al noreste, justo al pequeño pueblo granjero ubicado en las cercanías del Regimiento 6 del Primer Ejército.
La pelirroja había ayudado a Viktor, el anciano, a subir las últimas bolsas de semillas y a cambio de aquel gesto había pagado su transporte. Compartieron una charla amena, y la joven agradeció eso puesto a que el viaje tenía al menos dos horas por delante, llevarlo en silencio habría sido incómodo. Debido a que la carreta era humildemente sencilla, ambos estaban al descubierto, y Skala tuvo que recurrir a cubrir su cabello con un gorro desgastado. Con el uniforme del Primer Ejército y aquel gorro no muchos le prestarían atención.
Skala sintió que el estómago se le revolvió cuando metió la mano en el morral y observó el reflejo que los hilos de la kefta hicieron contra el sol. Suspiró y sacó el trapo repleto de frutas y algunos dulces que había tomado de su habitación antes de irse. —Tome, coma algunas— ofreció. Los ojos marrones de Viktor se agrandaron, y su rostro expresó sorpresa antes de tomar una.
—¿De dónde sacaste estás delicias, niña?— cuestionó con dulzura. Skala sonrió levemente.
—Un amigo me las dio — respondió con sencillez. No iba a decirle sobre su estadía en el Pequeño Palacio.
Skala observó que Viktor guardaba la mitad de la fruta y cuando esté notó su mirada sonrió levemente detrás de su espesa barba —Es para mí esposa, Marthe, le gustará.
—Bueno, aquí tengo más, no es necesario que guarde esa mitad, puedo darle una entera para ella.
Viktor asintió. —Eso sería fantástico.
—¿La ama mucho?
El hombre asintió. —Es el amor de mi vida —murmuró.
Una duda surgió dentro de la Invocadora. —¿Cómo lo supo...bueno, ya sabe, que era ella?
—Solo lo supe. Cuando miro su rostro o estoy a su lado se que no necesito nada más para ser feliz: ni grandes lujos, ni nada más. — el hombre fue consciente de la expresión que cruzó las facciones de la joven. —¿Porqué? ¿Estás enamorada?
Skala elevó las cejas y sus ojos azules brillaron con vergüenza. Lanzó una risa nerviosa. —Eso me responde que sí— pese a que la pelirroja quiso negarlo, Viktor continuo hablando —Bueno, déjame darte una advertencia: las parejas tienen momentos malos, no todo es color oro, incluso me animo a decir que las parejas que más se aman son las que más lastiman los sentimientos del otro.
Skala frunció el ceño —¿No debería ser al revés?
Viktor sonrió —Muchas veces lastimamos los sentimientos de forma inconsciente, e incluso a veces nos lastimamos a nosotros mismo por idealizar a las personas.
—Disculpe pero...— entrelazó sus dedos. —No habla como campesino. — declaró cohibida, no le gustaba juzgar a las personas pero la realidad era que en Ravka ningún productor, granjero o campesino tenía acceso a una educación digna. El anciano sonrió restándole importancia.
—Solía ser profesor — declaró —Pero bueno, creo que tú estás evadiendo una cuestión importante...
Skala bufó antes de mover su mirada por los extensos campos que atravesaban. —Creo que él me idealizo a mí— murmuró —Yo, bueno, creo si se lo que siento pero no creo que el sienta lo mismo.
Viktor río —¿Le has preguntado?— cuestionó. Skala negó. —¿Y entonces cómo puedes saber? ¿Eres adivina?— se burló. Skala fingió estar ofendida. Ambos sonrieron. —Todo lo que crees ahora son suposiciones tuyas, no la verdad. Y creeme, hija, correr porqué tienes miedo no ayuda en nada. Te lastima a tí, lo lastima a él y expande el miedo.
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WICKED SAINTS | GRISHAVERSE
FanfictionPWM| shadow & bone. 「༻ ☪ ༺」 ❝Me han dicho que el destruir es un pecado que puede ser perdonado. Quizás no hoy, quizás no mañana, quizás en mil años cuando los demás puedan comprender porque destruiste. Cuando comprendan que en algunos momentos de...