EL SONIDO DE LA TINTA RASGANDO EL PAPEL se sintió casi como una caricia en los oídos de la pelirroja. Cuando terminó de garabatear unos cordiales saludos, enfundó la carta dentro del sobre y la adjunto con las otras dos que también tenían destinatarios. Abrió uno de los cajones buscando el sello que debía ponerle y su mirada se detuvo en los garabatos de dibujos que solía usar para representar sus sueños.
Aquella extraña ave, ya la había soñado. Ya la había dibujado.
Sus pensamientos se movieron con rápidez a aquello que había oído en las pesadillas de Dax y la duda volvió a atacarle. ¿Quién era en realidad el hombre de quién hablaban? ¿Era posible que Dax hubiera sido convertido en Volcra con la creación de la Sombra hecha por el misterioso y —aparentemente— desquiciado Hereje Negro? ¿Y si era así, porque le causaba tanta curiosidad la mención de alguien muerto?
¿Quizás porque Oscuro podría referirse a...
Sacudió la cabeza; aquello solo eran ideas raras suyas. Aleksander tenía mucha edad pero no la suficiente para haber creado La Sombra, y según lo que profesaban los libros, incluso el mismo Hereje había tenido que recurrir a hechizos oscuros para crear algo tan siniestro como La Sombra. No había mucha evidencia que dejara en claro que el General tenía esa habilidad con sus poderes para lograr algo semejante a lo que hizo su tatara—abuelo.
Suspiró y se incorporó. Seguramente podría resolver sus dudas si lograba avanzar con el hecho de utilizar sus poderes para ayudar con las pesadillas de Dax.
Cruzarse con Alina no fue difícil, y agradeció que está le dijera donde se hallaba el encargado de llevarse las cartas porque la de cabello oscuro acaba de dejarle algunas y buscarlo de cero en el inmenso lugar no era una buena opción, no cuándo quería disfrutar el almuerzo. En la tarde debía presentarse con Baghra y esa mujer le hacía hasta llorar sangre. Una semi sonrisa cubrió sus labios cuando notó la característica ropa del cartero, pero detuvo su llamado para ocultarse lo mejor posible detrás de un alto arbusto cuando notó a Genya acercarse a paso rápido al hombre.
La pelirroja de kefta crema observó a los alrededores antes de tomar las cartas que le tendía el hombre y revisar el pequeño montículo hasta tomar dos. Skala bajó la mirada hacia sus propias cartas cuando notó que aquellas que Genya se había llevado pertenecían a Alina. Sus labios se entreabrieron ligeramente cuando comprendió que estaba sucediendo allí y apretó sus manos sobre el papel entre ellas.
¿Pero para quién servía Genya: El Rey, Baghra o el mismo General Kirigan?
Se incorporó y caminó de nuevo a su habitación: tendría que buscar otra forma de enviarlas.
En el camino de su habitación a la sala abovedada, la cabeza de Skala no se detuvo ni un segundo formando teorías. Estaba segura de que ambas estaban siendo víctimas de ese suceso, porque pesé a la alergia que Mal parecía tenerle a la pluma y el papel, mínimamente tendría que haber recibido una respuesta sí sus cartas realmente hubieran sido enviadas. ¿Quién podría verse más beneficiado de obtener correspondencia privada de ambas Invocadoras?
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WICKED SAINTS | GRISHAVERSE
FanficPWM| shadow & bone. 「༻ ☪ ༺」 ❝Me han dicho que el destruir es un pecado que puede ser perdonado. Quizás no hoy, quizás no mañana, quizás en mil años cuando los demás puedan comprender porque destruiste. Cuando comprendan que en algunos momentos de...