¡No quiero tu amor! ©

Eiji

Para mi disgusto, desperté con la luz del sol dándome directamente a los ojos. Y para aumenta peor mi incomodidad, no tuvieron que pasar los segundos hasta que un intenso e irritante dolor se metiese en mi cabeza para torturarme.

Necesitaba unas pastillas o algo...

Saqué mi mano de las cálidas cobijas, tanteando para encontrar mi mesa de luz, pero no tuve éxito.

Solté un quejido, negándome a levantarme un sábado por la mañana tan temprano. Pero detestaba la idea de quedarme vagueando.

Me removí y abrí un ojo, casi a punto de gritar cuando encontré el rostro sonriente y terrorífico de Harry Styles, en grande, frente mío. Primero que nada, ¿qué demonios hacia un poster en el techo de mi habitación?

Y la noticia cayó como un balde de agua fría: esas colchadas rosas, los adornos de todos los colores y posters en las paredes no me pertenecían. Muy diferente a la aura simplista y sencilla de mi propio cuarto.

Un chirrido resonó en la silenciosa habitación, encontrándome con la cara de idiota de Jules.

ꟷ ¿Por qué siempre que tengo un problema, estás allí metido en medio? ꟷ Gruñí, mientras él me miraba de esa forma tan apasionada suya.

ꟷ ¿Has podido dormir bien? Anoche estabas muy inquieto. ꟷ Jugueteo con sus dedos, sonriéndome muy felizmente. ꟷ El desayuno está preparado, ¿quieres bajar o quieres que lo traiga?

¿Por qué estaba en este cuarto? ¿Y qué hace este aquí? ¿Qué hice en la noche anterior?

Pero, principalmente, ¿qué hacía yo desnudo?

Atrapé la almohada y se la lancé en la cara. ꟷ ¡Pervertido! ꟷ Grité, totalmente ofendido.

Jules me observo totalmente extrañado, hasta que reacciono totalmente colorado. ꟷ ¡No es lo que piensas!

ꟷ ¿Te aprovechaste que estaba borracho para meterte conmigo? ꟷ Le pregunté, mientras tapaba mi cuerpo completamente desnudo bajo las cobijas. ꟷ ¡Pervertido! ¡Degenerado!

ꟷ ¡No hicimos nada, lo juro!

ꟷ ¿Y por qué no tengo ropa? ¿Eh, eh? ꟷ Le dije, mientras le lanzaba todo lo que encontraba.

ꟷ ¡Tú mismo te la quitaste! ꟷ Jules comenzó a acercarse, mientras evitaba todo lo que le lanzaba. ꟷ ¡Estabas completamente borracho y no conocía dónde estaba tu casa! Entonces te traje a la mía, subiste a la habitación de Isidora y comenzaste a sacarte todo mientras te quejabas del calor, ¡no hice nada! ꟷ Fue lo último que dijo antes que le acertara y un muñeco casi le rompía la cabeza.

Bueno, eso tenía sentido.

ꟷ Aunque eso sonase verdadero. Eres un Alfa, ¿cómo podrías resistirte a no lanzarte encima de mí estando tan indefenso?

Él me observo fijamente, con la seriedad a todo volumen en su rostro. ꟷ Tú me gustas, Eiji. Nunca te haría daño. ꟷ Susurró, sobándose donde lo había golpeado.

Mi corazón se removió ante sus palabras, mientras sentía la duda carcomer mi cabeza.

Él era un Alfa. ¡Un jodido Alfa!, incluso los más racionales se volvían indefensos cuando se trataban de feromonas y de su instinto.

Pero...

Era Jules, el que lloraba cuando le decía palabras fuertes y siempre me perseguía con su mirada mientras sonreía.

Sus ojos miel me transmitían cierta sinceridad, calmando un poco mis miedos. ꟷ Está bien... ꟷ Susurré, rascando mi cuello y sintiendo las marcas de mordidas del pasado. Las mismas que me recordaban precisamente a mis promesas, esa vez que juré nunca confiar en nadie. ꟷ Tal vez haya exagerado un poco.

Pero ahí iba yo, lanzándome al abismo por razones sin sentido.

Jules abrió sus ojos, totalmente embobado. ꟷ ¿Me crees?

ꟷ Sí. ꟷ Dije, pero sin ninguna confianza en mis palabras.

Confiar en Jules era como caminar con los ojos cerrados en un camino desconocido: en cualquier momento, podría caer y dañarme.