Isidora

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Lo primero que hizo Jules al volver a casa fue arrastrarse a las escaleras para encerrarse en su cuarto, con una mueca destruida que fácilmente podría ser confundido con un muerto viviente.

— ¿Qué tal salió todo? — Mi Ma nos esperaba a Mamá y a mí en la cocina. No necesitaba explicaciones, estaba al tanto del grado de la situación; después de todo, era una madre.

— Mal... — Susurré.

Como si secundara mis palabras, la voz de la cantante Fleurie, resonó en toda la casa, con las letras de la canción Hurts Like Hell.

— ¿Mal? No seas tan suave, Isi — Mamá golpeo mi hombro, en tono reconfortante. — Una patada en las partes intimas le hubiese dolido menos. Por un gran tiempo, nos tragaremos canciones tristonas.

 Por un gran tiempo, nos tragaremos canciones tristonas

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¡No quiero tu amor! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora