30 • Es una promesa.

10.7K 664 16
                                    

Maddie.

- ¿Sabes qué no tardará en buscarte cierto?

- Lo sé - contesta tomando de su tasa de café.

- Derek estás loco, el podrá matarte si así a de desearlo.

- Estaré esperando el día quiera hacerlo.

No digo nada solo tomo de mi café.

- Haré con el lo mismo que con su Lina.

El solo hecho de recordarla hace mi piel se erice, era mi amiga pero también ayude a Derek a asesinarla para poder estar con Damián.

- Yo misma me encargaré de desaparecer a la mosca muerta de Hera - contesto con rabia.

Ha de estar loca si piensa tendrá a Damián.

- Ha de doler que prefiera a otra por encima tuyo - contesta con burla.

- Y a ti ha de dolor que allá entregado su vagina a alguien que a penas conoció y tú la querías hace años ¿O no ?

- Cierra la puta boca - contesta enojado.

- Estamos a mano - contesto mirando mi reloj - ya debo irme.

- Cuídate.

- Tú igual.

(...)

Después de arreglarme decido ir hasta donde Eros para organizar algunas cosas.

- ¿Para qué viniste? - pregunta al ver.

No contesto sólo entro a su pequeño departamento.

- Te hice una pregunta.

- Te tengo un trabajo- contesto dejando mi bolso en el comedor.

- No mataré a nadie por ti - contesta rodando los ojos.

- No te pediría que lo haga, de este me encargo yo.

- ¿Para que me necesitas entonces?

- Necesito que apagues todas las alarmas en la empresa mañana - contesto.

- ¿Estás loca? - pregunta con los ojos entre cerrados - ¿Por qué haría eso?

- Se que Damián te mandé a investigar sobre Derek y ahora mismo has de tener toda esa información hasta donde está hospedando así que por tú propio bien arregla esos papeles y ponle está dirección - respondo entregándole una hoja.

Este la toma y la leé mirándome con una mirada no muy convencida.

- Me estás diciendo que engañe a Damián.

- Pensaba que no sabías usar tú cabeza bien pero veo que si - contesto sentandome.

- ¿Yo qué gano con eso?

- Dejar a tú novia viva - al decir eso palideció.

- No te atrevas a ponerle un dedo encima - contesto con los ojos abiertos.

- Descuida, no seré yo quién haga ese trabajó.

Está se queda callado unos minutos antes de hablar.

- Dime la hora - contesta rendido.

- Me encanta cuando haces la cosas sin protestar.

- No sé como Damián se pudo enamorar de ti.

- Cosas que no son de tú incumbencia - contesto tomando mi bolso - me tengo que ir, más tarde te envío toda la información.

Derek.

El Trato De Un Millonario. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora