40 • Te amo.

8.8K 592 34
                                    

Damián.

Salgo del apartamento de Jonathan y me dirijo hacia el estacionamiento buscando mi auto.

No se ni porque mierda estoy llendo hacia su casa si de seguro no quiere verme pero no puedo perderla, no puedo volver a sentir lo que es estar sin ella.

Al llegar a su casa las luces están apagadas, miro hacía el balcón y la llamó por su nombre.

— ¡HERA! — al no escuchar su respuesta tomo de las pequeñas piedras que hay al rededor y las lanzó hacía el vidrio aunque pueda romperlo.

— ¡HERA SAL POR FAVOR! — digo sintiendo me mareado.

De momento caigo hacía atrás viendo el cielo, hay muchas estrellas en el cielo el día de hoy. Me levanto nuevamente cómo puedo.

— ¡HERA! — vuelvo y llamo y está sale en pijama.

— Damián por favor vete.

— ¡NO!

— Damián por favor — contesta abrazando se a si misma por la brisa fría.

— ¿Por qué no quieres seguir conmigo? — pregunto — ¿Hice algo mal?

— Damián no quiero tener está conversación.

— Pero yo si.

— Vas a despertar a todo el mundo.

— Me vale una mierda que se despierten, quiero saber la razón por la cual la mujer que amo y está esperando un hijo mío no me quiere ni ver.

— Es complicado.

— Puedo entender si me explicas Hera — digo sincero — ¿Acaso no le amas?

Este se queda callada mirando hacía otro lugar sin responder, ¿En serio no lo hace?

Mi mente me está jugando pesado, ella si lo hace y lo a demostrado pero porque no lo puede decir ahora.

— Estoy locamente enamorado de ti, te amo cómo a mi vida tanto cómo a nuestro hijo, haría cualquier cosa que estuviera en mis manos para hacerte feliz  y si quieres que te deje en paz solo dilo y me iré — contesto con un hilo de voz.

A éste punto ya tengo las lágrimas bajando por mi rostro, soy sincero por más que la ame si ella no quiere no la puedo obligar aunque me destruya.

— Damián — contesta está empezando a llorar de igual manera — Déjame en paz.

Suelto un sollozó que estaba conteniendo y me doy la vuelta antes de subirme a mi auto.

Deje que mis lágrimas corran por todo mi rostro, odio el no poder ir tras ella pero si eso quiere la haré feliz.

Aunque ya empezó mi destrucción interna.

Enciendo el auto empezando mi caminó hasta mi casa mientras abro una botella de Whisky, las calles ya están oscuras a estás horas.

Hera.

¿Por qué carajos me lo tiene que hacer más difícil?

Maldigo por lo bajo entrando nuevamente a mi habitación.

Lloró, lloró desconsoladamente al saber que no lo podré ver más, no podré sentirlo a mi lado.

Déjame en paz.

Las palabras resuenan en mi cabeza una y otra vez, no puedo creer que lo dije.

¿Qué haré ahora?

— ¡AHHHHHHHHH! — grito en frustración por no saber que hacer, odio estar así.

Decido caminar un poco en la calle para despejar la mente pero fue más para llorar, las calles están oscuras y solas más ya no les tengo miedo.

El Trato De Un Millonario. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora