Damián.
¿Dónde estoy?
¿Qué hago en el hospital?
¿Dónde está Hera?
Me siento en la camilla y veo toda la habitación sin tener la menor idea de cómo llegué aquí.
Tengo un suero en mi mano y me lo apartó levantando me de esta.
Me paró en frente de la ventana y veo a Hera con las manos en su vientre hinchado y se me acelera el pulsó.
- Dios no dejes que me muera sin poder verla de nuevo - digo en voz alta antes de cerrar los ojos.
Salgo corriendo de la habitación tomándome con Jonathan y el doctor.
- ¡Damián! - escucho la voz de Jonathan pero ignoró y salgo corriendo fuera del hospital.
Corro hasta el parque y veo a Hera caminando saliendo del lugar.
-¡Hera! - llamó su nombre pero parece no escucharme.
Corro aún más hasta llegar donde está y me detengo en seco.
- ¡Hera! - digo casi sin aliento antes de tirarme al suelo por la falta de fuerza.
Está al escucharme se gira y puedo ver qué estaba llorando.
Me pone de rodillas en el piso ayudando a pararme sentando nos en una banca.
- ¿Qué haces aquí afuera?
- Te estaba buscando.
- Deberías estar allá dentro - contesta y sus ojos se llenan de agua otra vez.
- No te dejaré, te lo dije y cumpliré mi promesa.
Hera abre los ojos como platos al escucharme decir esas palabras y me abraza cómo nunca lo había hecho.
- ¡Volviste! - contesta llorando.
- ¿Cuándo me fui? - preguntó sin entender.
Eso me hace recordar lo que me dijo antes del accidente.
- Déjame en paz.
Me separo de ella ya que no la quiero incomodar y está me mira sin entender.
- Recuerdo que dijiste que querías que te dejará en paz y si eso quieres pues lo haré - contestó sintiendo ganas de llorar.
- Damián en lo que te resta de vida no te vuelvas a separar de mi.
Escuchar eso me hace sonreír cómo un niño y la abrazó, lo hago con todas las ganas acumuladas que tengo envolviendo la en mis brazos sin poder separarse de mi.
- Te amo tanto hermosa - contesto sinceró.
- Te amo aún más de lo que te puedas imaginar cariño.
Al separarnos la beso con las mismas ganas o tal vez que las que tenía de abrazarla.
Pongo mis manos en su vientre y al instante una pequeña patadita se hace presente y las lágrimas de Hera son aún más.
- ¡Por Dios! - habla feliz.
Me acerco y le hablo al bebé.
- Reconoces la voz de tú papi.
Desde de algunos minutos viendo la luna con Hera entramos otra vez al hospital.
Hera camina detrás de mí y nos encontramos a Jonathan.
- ¡Damián te estás volviendo loco, todos te estábamos buscando!
- Estaba ocupado.
- ¿Ocupado en qué diablos?
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El Trato De Un Millonario. ✓
Romance- ¿Piensas quedarte ahí parada todo el día ? - pregunta con tono arrogante. - ¡No, señor! - digo antes de sentarme en una de las dos sillas frente a el. - Buen modo de dar una primera impresión - dice mientras tiene su vista en unos papeles para lue...