El Trato De Un Millonario. ✓

49 • ¡Feliz cumpleaños!

Hera.

— No lo hagas.

— ¿Por qué no ? — pregunto cruzando los brazos.

— No le gustan ese tipo de festividades.

— ¿Por qué?

— Porque nunca lo pasó con su familia, sino solo.

— Nosotros somos su familia — contesta mirando mi vientre.

— El es más qué feliz con ustedes.

— Entonces eso es un si, y tú me ayudarás.

— ¡Yo puedo hacer el pastel! — contestó Karla — le encantaba el que le hacía de pequeño.

— ¡Si! — contestó emocionada.

Después de algunas horas.

Estamos todos en la casa preparando la fiesta de Damián, falta poco tiempo para que llegue de trabajar.

Todo está listo solo falta que Damián llegué.

Tengo puesto un vestido rojo suelto con una lencería blanca y una cola alta.

Quería ponerme tacones pero mis pies no lo resistirían.

— ¡Ya llegó el tío Damián! — escuchamos a la pequeña Lucía.

— Todos se levantan de sus puestos para posicionarse al rededor de la mesa.

Jonathan junto a Rosse y Lucia en sus brazos y Karla junto a Maddie.

Somos su pequeña familia.

Hay globos colores plateados y negros por toda la sala, una gran mesa con distintas variedades de comida y el pastel hecho por Karla en el centro de la mesa.

Escuchamos a Damián estacionarse antes de abrir la puerta.

— ¡Hera! — me llama entrando a la casa aún con las luces apagadas.

Al momento que acerca su mano al interruptor de la luz todos gritamos haciendo qué la encienda.

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! — gritamos todos emocionados.

— ¿¡PERO QUÉ MIERDA!? — pregunta un Damián sorprendido y asustado con la mano en el pecho.

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS TÍO DAMIÁN! — corre Lucia hacia el.

Damián la carga en brazos sonriendo antes de llegar hacia nosotros.

Cada uno de nosotros lo abraza mientras lo felicita, cuando es mi turno lo abrazó fuertemente.

— Feliz cumpleaños cariño, espero te allá gustado la sorpresa — contestó besándolo.

— Odió estás fechas pero es imposible no ponerse feliz al verlos — contesta sonriendo — exepto por Maddie.

— ¡Damián! — le golpeó el brazo.

— No la quiero aquí.

Karla se interpone en medio de nuestra conversación al llegar.

— ¡Te hice tú pastel favorito! — habla emocionada y a Damián le brillan los ojos.