Había pasado otra semana. Estábamos entrando a principios del mes de Octubre. Los parciales por fin habían terminado al igual de la entrega de trabajos y proyectos programados. Conforme a mis calificaciones, no había salido tan mal. Había sacado notas aceptables, la más alta había sido en francés, gracias al examen que los gemelos me habían ayudado en hacer. Estaba muy agradecida con ellos. Que por cierto, no los había visto en toda la semana. Todos estaban preocupados por su comportamiento de últimamente. Era jueves de la semana, había sido un día bastante corto, cada maestro solo llegaba a dictar las calificaciones y luego se retiraban.
Me encontraba checando los anuncios de la escuela, había uno en la pizarra, con letras grandes, donde informaban que no habría clases el viernes por una reunión del consejo estudiantil. Eso fue un alivio, descansaría un día de la escuela. Podría levantarme hasta tarde, fue una especie de bendición para todos los alumnos. Estaba saliendo del plantel, cuando vi a dos hermanos recargados sobre su auto. Eran Axel y Dylan. Y no solo los vi a ellos, también estaban Chloe y Kimberly, hablando entre ellos. Cuando me visualizaron entre las personas, me hicieron señas para acercarme a ellos. Lo hice con timidez.
—¡Sam! —Exclamó Kimberly, abrazándome con rapidez—¿qué tal los exámenes?
—Bien, supongo —respondí, dando discretamente un paso hacia atrás—¿y ustedes?
—Excelente —respondió ella de vuelta.
Chloe estaba sujetándose el cabello con una liga, levantó la mirada, mirándome con esas miradas tan intimidantes que solo ella podía hacer, luego, sonrió a medias, cruzándose de brazos.
—No tengo de que quejarme —dijo ella.
Uno de los gemelos —que aún me costaba diferenciarlos, más por la seriedad que traían ambos— rodó los ojos, con expresión aburrida.
—Estamos conscientes que eres una matadita, Chloe —dijo él, dándome una mirada rápida—, no es necesario que nos los estés recordando, ¿no es así Sammy?
Era Axel.
Me mordí la lengua para evitarme la pena de responder.
—Cállate —la voz de Chloe salió fastidiada—, no es mi culpa que seas un tipo que solo sirve para hacerse el bonito en vez de ponerse a estudiar para subir sus calificaciones.
Axel bufó, parecía molesto. Nunca lo había visto en ese humor.
—Que nadie te invite a salir, no es mi problema —soltó chasqueando los dientes—y tus comentarios, créeme que me importan un bledo.
Antes que pudiera reaccionar, ambos comenzaron a discutir, insultándose el uno al otro y usando mucho sarcasmo. Di dos pasos hacia atrás, evitando escuchar su conversación. Kimberly estaba igual de incómoda, y Dylan solo miraba su celular tranquilo, como si aquella escena no estuviera sucediendo. Decidí acercarme él, cuando Dylan noto que lo observaba, guardo su móvil en el bolsillo trasero de sus jeans y me regalo una sonrisa.
—¿Por qué discuten así? —atreví a preguntarle, viendo nuevamente la escena que no había terminado aún.
Él también los observo.
—Chloe y mi hermano no se llevan muy bien —comentó.
Voltee a ver a Kimberly, asintiendo a las palabras que había dicho Dylan.
—¿Por qué? —pregunté.
—Axel ha tenido un humor horrible últimamente —intervino Kimberly, mirando a su hermano y luego a mí.
Dylan bajó la mirada, los quedé observando por unos segundos. Pero antes que pudiéramos comentar algo, escuchamos un fuerte sonido, de un golpe, de una bofetada. Todos volteamos con brusquedad, Axel tenía la mejilla enrojecida con la mirada baja, y Chloe lo miraba furiosa con la mano en el aire, luego la hizo en un puño y la bajo. Me cubrí la boca con las manos, ahogando una exclamación. Kimberly se había quedado sin habla y Dylan solo los observaba. Había estudiantes presentes contemplando sorprendidos la escena.
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¿Hacemos un cambio? |Sin editar.
Teen Fiction-No te dejaré sola. -¿Lo prometes, Derek? -Lo prometo, Sam. Portada: @CMStrongville Historia terminada.