Sentía una especie de adrenalina y terror a la vez. Él chico, Derek, no había dicho ningúna palabra desde que el doctor se había retirado. Y honestamente, me sentía intimidada por él. No estaba segura de haber tomado la decisión correcta. Llevaba tomando 2 latas de Coca-cola, mientras Derek tenía la mirada sobre el televisor, pasando cada canal velózmente. Me encontraba en la esquina de la sala de estar, mi atención estaba sobre él. Al parecer, no fuí disimulada. Sin darme cuenta, Derek no apartaba la vista sobre mí. Sentí un calor recorrer desde mi cuello hasta mis mejillas enrojecidas. Así que sólo pase la vista hacía el televisor. Pero aún así, la mirada del chico se podía sentir sobre mí. Era escalofriante. Y el rubor era más difícil de desaparecer. Cuando apartó su mirada —Gracias a Dios— pude verle mejor el rostro. Tenía unos labios pequeños pero carnosos. Sus ojos eran bellisimos de un color verde agua. El cabello le caía por los ojos, se pasaba constantemente la mano acómodandose el fleco. Le urgía un corte. Tenía tez blanca, lo cuál me parecía muy atractivo. Por que lo reconozco. Lo era.
Nuevamente, Derek me miraba. Lo noté, pero demasiado tarde. Nuestras miradas chocaron. No sabía si apartarla o seguir observándolo. Pero ambas no eran opciones para mí.
—Oye tú —pronunció Derek— eh, Samara.
—Soy Samantha —lo corregí.
—Oh, lo siento. Soy malo con los nombres.
—No importa.
—Como sea —Derek rodó los ojos— ¿Qué tanto me ves?
—¿Disculpa?
—Obvio acepto tus disculpas —dijo él —, pero, ¿por qué me miras tanto? Es incómodo.
Parpadeé.
—Yo..., bueno, no sé... espera, ¿qué?
—Odio que las personas balbuceen.
—No era mi intención observarte demasiado —dije, poniendome colorada.
—¿Ah no? —Él levantó una ceja —Deberias tomarme una foto, te duraría más.
—Ese no es mi punto —traté de explicar, sonrojandome aún más.
—Aunque no salgo tan bien en las fotos —seguía diciendo Derek —, y detesto que me las tomen distraído, así que mejor no. No es una buena opción.
—Oye... Lo siento, ¿sí? No sabía que te molestaba ser observado.
—Y no me molesta —contestó —. Simplemente, creo que deberías ser más discreta.
Ahora estaba más que avergonzada.
—Lo siento —fue lo unico que mis labios pudieron decir.
Pero, milagrosamente, Derek sonrió. Al hacerlo, se le formaron unos adorables hoyuelos. ¡Qué hermosos! Y de nuevo, volví a sonrojarme.
—Te sonrojas demasiado —observó él.
—No puedo evitarlo —admití, apartando la mirada.
—Eres muy tímida —continuó diciendo—, sin olvidar lo nerviosa.—Agregó.
—Eres muy observador y directo —dije. Pero me arrepentí de inmediato.
Derek volvió a sonreír.
—Por supuesto que sí. Lo reconozco.
Sonreí tímida.
—Creo que deducimos nuestras personalidades demasiado rapido—murmuré.
—¿En serio? —Derek levantó ambas cejas —¿Qué es lo que deduciste de mí?
—¿Eh? —No estaba en mis órbitas. Eso me pasaba por bocona.
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¿Hacemos un cambio? |Sin editar.
Novela Juvenil-No te dejaré sola. -¿Lo prometes, Derek? -Lo prometo, Sam. Portada: @CMStrongville Historia terminada.