El camino a casa fue más calmado que el de la mañana. El aire no dejaba de pegarme en la cara. Por el tiempo que había, quizá llovería más tarde. Ya cerca de mi casa, vi a Max sentado en las gradas de mi casa. Al verme, dió un brinco para ponerse de pie. Lo miré extrañada.
-¿Qué sucede? -pregunté. Max me vió con ojos asesinos -¿Y por qué me miras así?
-¿Lo hiciste apropósito? -preguntó directo.
-No entiendo. -Contesté.
-Hoy ibas a salir a comer con mi novia -me recordó.
-¿Jessica?
-¿Cuántas novias crees que tengo? -dijo sarcástico -¡Obvio ella!
-Ohh -mis labios formaron una "O" ¡Lo había olvidado por completo!
-¿Y entonces? -Podría jurar que sacaba humo por la cabeza y llamas por los ojos.
-Lo olvidé por completo. Surgieron unos compromisos -expliqué -. No lo hice con la intención de dejar plantada a Jessica. Lo siento mucho.
Max tenía los brazos cruzados con una mirada seria. Lo miré apenada. Luego de unos segundos, embozó una sonrisa de lado y me atrajo a sus brazos.
-No puedo enojarme contigo, Sammy bo-bo. -Dijo, sonriendome.
-Ya tenía que no me llamabas así. -Dije riendo.
-Bueno, ya no eres esa dulce hermanita que tenía -contestó -. Ahora, no dejas de quejarte todoooo el tiempo.
Pusé los ojos en blanco.
-Siento dejar plantada a Jessica.
-No te preocupes por eso -sonrió -De hecho, está adentro en el baño.
Parpadeé. La idea de ir a almozar con Jessica a solas era raro.
De repente, la puerta se abrió, dejándome ver a la novia de mi hermano. Sus ojos se abrieron con sorpresa y me sonrió suavemente. Se acercó a Max, susurrandole algo al oido. Mi hermano sonrió como estúpido.
Lo que hace el amor.
Jessica se acercó a mi, plantandome dos besos en ambas mejillas. Eso me sacó de onda.
-¡Sam! -exclamó con una sonrisa -. Creí que ya no vendrías.
Forcé una sonrisa.
-Lo siento, Jessica. Surgieron unos problemas.
-¡Ni te preocupes! -volvió a sonreír -. Todavía estamos a tiempo.
Asentí lentamente.
-Bueno, -murmuró-¿lista para irnos? -volví asentir con la cabeza. Me sonrió.
-Nos vemos, cariño -le dijo Jessica a mi hermano, plantandole tremendo beso en los labios. Voltee hacía otra lado.
La novia de mi hermano, era hermosa. Su cabello le llegaba por el mentón, de un color oscuro. Sus ojos eran claros y con tez de porcelana. Con un increible cuerpo. El trasero por ejemplo.
¿Qué diablos...? No deberías verle los traseros a las novias de tu hermano.
-¿Lista? -La pregunta de Jessica me sacó de mis pensamientos.
-Sí, por supuesto -hablé.
Ella comenzó a caminar. La seguí por detrás. Ni siquiera podía pensar. ¡Qué cosas pasarían a continuación!
- ¡Suerte! -exclamó mi hermano. Me giré y sonreí a medias.
Ojalá Dios te escuche.
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¿Hacemos un cambio? |Sin editar.
Novela Juvenil-No te dejaré sola. -¿Lo prometes, Derek? -Lo prometo, Sam. Portada: @CMStrongville Historia terminada.