Capítulo quince: "¡Mi primera cita!"

1.6K 113 33
                                    

Pase el resto de la tarde esperando algún mensaje de Derek acostada en el sillón frente al televisor. Después de ir a dejarme, al irse lo noté demasiado tenso y distraído. Su mirada parecía... vacía y con arrepentimiento. ¿Lo que había dicho fue por impulso? ¿No lo decía en serio? Esas preguntas se apoderaban de mi cabeza.

-Ya llamará -apareció Max de repente, con una sonrisa traviesa.

-¿Qué...? ¿Cómo...? Espera, ¿quién?

Mi hermano soltó una pequeña risa.

-Me refiero a Derek -especificó acercándose a mí y haciendo un espacio donde me encontraba para poder sentarse- ¿Te gusta, verdad?

Abrí la boca, perpleja y sorprendida. ¿QUÉ?

-NO. -dije rápidamente, evitando algún malentendido.

Pero mi hermano no parecía convencido.

-Vamos, -trató de animarme para decirle algo-soy tu hermano y no le diré a alguien.

-Pero si Derek no me gusta... -dije tratando de hacerle entender.

-Si te preocupa que te voy a regañar o algo estás muy equivocada-dijo sonriendo -. Aparte Derek no me cae tan mal.

-¡Ya! -exclamé abrumada-Derek no me gusta, ¿sí? ¡Entiéndelo!

Max parecía sorprendido.

-¿Es en serio? -preguntó.

-¡Por supuesto!

-Yo creí que te atraía o algo así -reconoció-. Como llevas toda la tarde pegada al móvil.

-Sí, pero no significa que me gusta -Max me arrojo una mirada aburrida- ¡Es la verdad!

-Bueno, bueno... -se encogió de hombros- ¿ya quedaste de salir con Brandon?

Mi rostro se tensó aún más. ¿Qué mosco le había picado ahora? Si no era con uno, era con el otro.

-No -contesté distante.

-¿Y qué esperas? -Max me miraba terco- ¡Brandon no ha dejado de hablar de ti!

Ese comentario cambio mi expresión a una más relajada.

-¿De verdad? -pregunté entusiasmada.

Max asintió con una enorme sonrisa.

-Yo... oh, em... -tartamudee, Max me miraba más que confundido- ¿Crees que le gusto?

Mi hermano me miraba sin ninguna expresión, meditando mi pregunta. Por alguna razón, sentí algo retorcerse en mi estómago, pero, de forma positiva. Anhelaba con todas mis fuerzas escuchar su respuesta.

-Bueno... -Max se rascó la nuca-. No sé si le gustes... -deje caer la mirada-, por qué no me corresponde a mi decírtelo. Pero, creo que si le atraes.

Levanté la vista de golpe. ¿Hablaba en serio? ¡AY! ¡QUIZÁ LE ATRAÍA A BRANDON!

Una enorme sonrisa se embozó en mi rostro. Sentí todo lo que toda chica enamorada podría sentir, pero, yo no estaba enamorada. Entonces, ¿Cómo me sentiría cuándo llegara el momento de enamorarme? Max parecía divertido.

-¡Voy a llamarle! -solté de repente, levantándome de golpe.

Salí corriendo a buscar su celular en la agenda de contactos. Max dijo algo pero no le puse ni la más mínima atención. Cuando encontré el número de su casa, rezaba por lo bajo que siguiera siendo el mismo y marqué. Soltaba varias inhalaciones, después de tres tonos y cuando creí que no contestarían, respondieron.

¿Hacemos un cambio? |Sin editar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora