¿Hacemos un cambio? |Sin editar.

Capítulo veintinueve: ¡No eres la única!

Samantha

Observaba a JJ tendida en la cama. Estaba irreconocible. Tenía medio rostro cubierto con una venda y varios tubos unidos a su cuerpo. Se podía ver con facilidad varios moretones. Seguí mirándola, sin saber qué hacer. Algunas lágrimas se derramaron por mis mejillas. Me acerqué cuidadosamente y me dejé caer en una de las sillas situadas en la parte izquierda de su cama. Le tomé la mano, admirando sus pequeña palma. Noté algunas cicatrices. Me llevé su mano a mi corazón, un nudo se me formó de inmediato.

—Perdóname, Jordan—murmuré, reprimiendo lágrimas. —Tú no deberías estar aquí. Lamento mucho que mis decisiones te hayan llevado a esto.

Apreté la mano y seguí sollozando.

—Derek la está pasando mal y ni siquiera sé como ayudarlo —mi voz era inaudible, intenté hablar más fuerte pero no me lo permití. No me encontraba capaz—solo me cegué con mi dolor y lo hice a un lado—cierro los ojos por un momento—. Me odio. No solo estás sufriendo por mi culpa, provoqué la muerte de un ser muy preciado para ustedes. Me hubiera gustado conocer mejor a Bradley y ahora, no podré hacerlo nunca. 

Permanecí callada un momento. Solo se lograba apreciar el sonido de las máquinas. Dejé de nuevo en la cama la mano de Jordan y me sorbé la nariz. 

—Quiero ayudar a Derek, pero... ¿Qué debo hacer? —alcé la voz,  sin apartar la vista de ella—¿Qué...?

Suspiré, reprimiendo de nuevo el llanto.

—Quizás hablarle —se escuchó una voz. Volteé y me encontré de pie a Chloe en la entrada de la habitación. Llevaba un ramo de flores. Nos mirábamos inquietas una a la otra.

—¡Chloe! —exclamé sorprendida. No pude evitar un leve sonrojo al saber que quizás llevaba algún tiempo en la habitación, escuchando mis lamentaciones.  

Ella se acercó en silencio y dejó la flores en el escritorio más cercano con algunos regalos más que se hayaban ahí. Después, se sentó del otro lado de la cama y me regaló una mirada cálida. Se quitó los guantes que llevaba consigo. 

—Ya tiene un tiempo que no charlábamos—dijo con cierto reproche en su voz—y lo entiendo si has estado evitándome, generalmente no le agrado a muchas personas.

Me quedé perpleja.   

—Pero me hubiera gustado recibir una llamada tuya, pude haberte ayudado, ¿lo sabías? —agregó.

Volví a sonrojarme, sin saber muy bien que decir. Chloe parecía decepcionada y no pude evitar sentirme mal. A pesar de todo, le preocupaba.

 —Estaba muy inestable... —confesé—No quería causarles problemas a nadie, ya se sentían muy obligado a pasar rato conmigo.

Chloe no me miraba directamente, permanecía callada observando a la hermana de Derek.

—Me enteré del accidente por Kimberly —dijo, sonriéndome forzosamente—A pesar que no les conozco muy bien, quería animarlos.

Desvié mi mirada hacia JJ, inmóvil. Me partía el corazón que yo era en parte causante de esto.

—Me encontré a Derek hace unos días —continuó, con voz monótona—estaba muy sorprendido de verme y me explicó de su pequeño conflicto. Estaba muy afectado.

Chloe por fin me había mirado. No podía explicar cómo se sentía, su expresión en el rostro era una tortura para mí, cómo si me obligara a hablar. Me mordí la lengua inconscientemente, nerviosa.

—También supe lo de los gemelos —no sabía si era imaginación mía, pero notaba cierto reproche en su voz—Del beso.

¿Cuál de ambos?