Megan.
Dos meses en casa de Aaron. Llevaba dos meses con exactitud en este lugar. Al principio lo odiaba y quería huir de allí, hice muchos intentos de escapes y todos fallaron. Él fue muy astuto con la casa o tal vez yo era estúpida y miraba las salidas fáciles.
Ahora ya no me importaba estar aquí, mi pensar y actitud cambiaron bastantes en mi encierro, analizaba mis situaciones anteriores y actuales, comparándolas. Me di cuenta de muchas cosas, las personas que me rodeaban todas fueron traicioneras, a ninguna llegue a importarles en lo mínimo; Oliver, Tracy y Michelle fingieron por completo, todo aquello que creamos fue falso, fingían en mi cara y yo les creía. Mi familia como era de costumbre no se acordaban de mí, para ellos lo importante era el trabajo y los viajes, mi hermano Mario estaba conmigo cuando podía en escasos momentos.
La soledad y el aislamiento siempre me acompañaban, los odiaba por ir de la mano conmigo, me quejaba de ellos. Pero, Aaron las elimino con su ternura. Desde que conocí al chico todo en mi mundo cambio y más en estos dos meses, ya no me sentía sola y él siempre estaba ahí en todas mis situaciones, me abrió los ojos y los brazos aunque yo los ignoraba y ahora los recibía ansiosa. Hería múltiples de veces al chico y él aún seguía ahí insistiendo, sin rendirse de estar a mi lado. Admiraba esa parte de él, tan valiente y con mucho desempeño.
Admito que cuando empezamos con los besos y caricias fue gustandome poco a poco, traté de cegar ese sentimiento con mi relación con Oliver. Rodé los ojos por estúpida.
Era cierto que me tenía en contra de mi voluntad, sin embargo, eso me daba igual. Lo que quería era estar junto a él, juntos los dos. Me acostumbré a él, a todo de Aaron.
- Te quedó delicioso - halagó Aaron, saboreando el espagueti con queso que prepare.
- Es sencillo. Cualquiera puede hacerlo - le dije sonriendo.
- Pero tú lo haces mejor, Meg - sonrió, dió un apretón a mi mano - Pues...se me olvido decirte que...pues - suspiró y me observó con seriedad -...te están buscando, Megan.
¿Me están buscando?¿Aquellas personas que me hicieron a un lado en los tiempos donde más los nececite? ¿Aquellos que nunca llegue a importales?
- Ah. Esta bien - me encogí de hombros, restandole importancia. Ya eso no causaba ningún efecto en mí. Seguí comiendo.
- Olvidé notificartelo ayer, justamente me interrogaron y pidieron mi ayuda - confesó. El ambiente se volvió incómodo para él, sabía que me daba igual lo que sucediera en el exterior - ¿Quieres ir con ell...
- No - negué interrumpiendolo. Agaché la cabeza y jugué con mis manos - Sabes que me gusta estar junto a ti, sin nada dañino a nuestro lado. Te quiero, Aaron, eres el único que ha estado para mí - alce la mirada observando sus ojos brillosos - Te perdono el secuestro. Pero, también te lo agradezco.
Sonaría tonto para la mayoría el agradecer por estar retenida, para mí fue una experiencia difícil y confusa al principio, luego se vuelvo una situación de risas y aclaraciones.
- Te quiero...- se me acercó, acarició mi mejilla con su pulgar - Puedes irte cuando quieras - unió nuestros labios, humedeciendo los míos con sus movimientos, le correspondí y apreté su brazo - Me alegra que mi cometido haya sido un éxito, pequeña. Logré enamorarte y lo que aún falta...- susurró. Bajó su mano a mi cuello y volvió a besarme, con rápidos movimientos a los que yo respondía, sacudió mi cabello e hizo movimientos de caderas sobre mi hombro. Solté de un jadeo - Debo irme a "buscarte" - dijo al separarse y tranquilizarse.
- Suerte - alce mi pulgar sonriendole.
*
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La Obsesión Del Nerd
Random- Yo...- duré segundos pronunciando la 'o'. Suspiré. - Siento cosas por ti, Meg. Y no son pocas - giró su cabeza para no verme, suspiré y bajé mi mirada. - Aarón, no puedes, no debes sentir cosas por mí... - Ya es tarde, Meg. Ya lo hago y desde que...