Megan.
Quizás era una cobarde por huir de Aaron, tal vez me había acobardado en ese momento y solo pensé en correr de ahí, lejos de el, sin detenerme ni mirar atrás. En ese momento en que me besaba sentí una rara sensación, no era buena, era ese mal presentimiento como aquel día en la casa de Oliver. Además, me sentía observada, acorralada por una mirada; se sentía una rabia en ella. Pensé en Oliver, en cambio, seria ridículo porque el no sabia donde me encontraba.
Temor era el sentimiento que me poseía, no quería arruinar la amistad que formaba con el y tampoco dejar al lado la relación que tenía con Oliver, me sentía cómoda con nuestro pequeño romance aunque sus celosos estaban exagerando demasiado y con Aaron, pues, quería tenerlo cerca en todo instante, quería sentir sus labios sobre los míos o por mi cuello, sus manos por mi trasero y todo cuerpo; era ardiente. Me estaba confundiendo y era lo menos que quería en mi vida.
Ya eran las doce de la noche, no paraba de dar vueltas en la cama, me encontraba incomoda, ya que, hace rato sentía esa misma mirada observándome con rabia. Parecía loca mirando la oscuridad de mi habitación a cada momento y con un temor inmenso; quizás sólo era alucinaciones mías. No estaba convencida. Cerré los ojos con fuerza, tratando de tranquilizarme; un aire tibio se paseaba por mi cuello y nuca, los cerré con mas fuerza.
- Tenemos una charla pendiente, roja - abrí los ojos de golpe, me encontré con una malvada sonrisa de Oliver y sus ojos se movían de una extraña forma; de lado y lado, como si hiciera una presión en ellos.
- Oliver...- murmuré con sorpresa - ¿Qué haces aquí? - no esperaba encontrarlo aquí a esta hora, aunque, ya se le esta haciendo costumbre.
- Vine a ver a mi novia - se paseo por la habitación, no lo dejaba de mirar y el de sonreír con malicia - O... mejor dicho, a mi puta - me miro fijamente.
- ¿Perdón? - me levante de la cama y lo enfrente - ¿Darla esta aquí? - pregunté irónica.
¿Cómo se atrevía a insultarme de esa manera, y, en mi casa? No lo iba a dejar pisotearme de esa forma tan ofensiva y menos, por algo que yo no soy.
- No, pero tú sí - se cruzo de brazos e inclino la cabeza para estar a la estatura de la mía - Sin embargo, no se si eres mi puta - dio un pico a mis labios y se alejo unos cuantos metros de mi.
- No soy ninguna puta - me di cuenta de su mandíbula apretada - Deja tus exagerados celos.
- No estoy exagerando nada, estoy siendo sincero, trato de expresarme de una manera paciente para no gritarte y ofenderte de miles formas por todo lo que has hecho - especto, volviendo a la misma postura de antes - Hasta te follaria rudamente estando consiente que eres virgen y sentirás un dolor como las llamas del infierno, roja - las venas de sus frente iban a explotar. La luz de la luna era lo único que iluminaba mi habitación.
- Admite que estas celoso, yo no e hecho nada malo para que te enojaras, no te e fallado - mentí, claro que le había fallado y con su enemigo, joder... - ¡Tú si me fallaste con la maldita perra de Darla! - grité.
- ¡Pero fue con alguien que desconocías, paso mucho tiempo de eso y solamente lo hice una putisima vez! - me gritó - En cambio, tú sigues besando al maldito de Aaron y quien sabe cuantas malditas veces - bajo el tono de voz, desvió la mirada y se alejo sentándose en el escritorio - Joder...esto, duele, Megan y mucho - haló su cabello y gruñó - Maldición, creí que lo harían una vez para cobrarte lo de Darla, pero siguieron. Cada parte donde se besaban yo aparecía ahí, me quedaba viéndolos mientras tranquilizaba esas ganas de ver correr la sangre de Aaron por todos lados. Te hizo chupetones por todo el cuello; tú lo dejaste, y, cuando vi que irías tras de el por mas quise detenerte - alzo la cabeza mirándome, su rostro y ojos estaban brillosos por las lagrimas que había derramado.
Mi corazón se partió al verlo llorando por algo que yo provoque y no detuve sabiendo que el estaría lastimado, que el cargaría una gran decepción de tolo lo que yo hice. Tal vez y si era una real puta por meterme con Aaron estando con el, por comportarme de tal manera tan candente con el que el consideraba su enemigo.
Algunos pensaran que sueno estúpida por sentirme culpable, por haberlo perdonado por lo que ocurrió con Darla, pero, a cada persona se le tiene que perdonar, no se le puede guardar rencor por mas malo que sea el asunto. Oliver se merece mi perdón siendo un idiota, un mujeriego o un infiel, aun así el tiene mi perdón por toda la vida; no digo que siempre lo perdonare y volveré como lunática con el, no, podría ser que me canse y nunca mas quiera saber de el estando segura que ya lo perdone.
- Perdón...- susurre con pena. Iba a seguir con mis disculpas, sin embargo, me interrumpió con sus cálidos y salados labios sobre los míos, los movió de forma lenta, me empujo hacia la cama sin romper el beso, se subió sobre mi, acaricio mis muslos y hombros, acaricie su nuca y cuello. Se separo y sus ojos seguían vacíos y decepcionados, se levanto y se coloco cerca de la ventana.
- Si lo quieres a el, entenderé - dijo con esfuerzo, le dolía. Saco un pie y antes de desaparecer por completo, volvió a verme - Lo entenderé, roja - susurro y vi su cuerpo desaparecer.
''Culpable'' esa palabra no dejaba de sonar en mi cabeza. Era la culpable de todo, ya veo lo que el sintió por mi.
¡Lo prometido es deuda!
FELIZ CUMPLEAÑOS MIALUNA507, TE CONCEDO LO MEJOR EN ESTE DIA, DIOS TE BENDIGA Y LO MEJOR PARA TI, CIELO...
¡DISFRUTEN!
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La Obsesión Del Nerd
Random- Yo...- duré segundos pronunciando la 'o'. Suspiré. - Siento cosas por ti, Meg. Y no son pocas - giró su cabeza para no verme, suspiré y bajé mi mirada. - Aarón, no puedes, no debes sentir cosas por mí... - Ya es tarde, Meg. Ya lo hago y desde que...