Megan.
Aaron tenía razón, Oliver sólo juega conmigo, yo caí en su juego y no e salido. Dudó en que pueda salir pronto de su juego.
¿Por qué?
Porque me sigue gustando, no lo e podido olvidar, no e dejado de pensar en él, en sus ojos azules, en su cabello tan sedo y marrón, su hermosa cara con un gran aspecto varonil, su muy definido cuerpo, todo musculoso, fuerte, ejercitado.
Por más fuerte que intenté ser para olvidarlo, por el poco interés falso que hago o digo al hablarme de él, por lo ruda que este por fuera pero con pena por dentro al verlo, no puedo...simplemente no puedo.
Mi mirada va a su rostro, se ve serio pero sus ojos marrones muestran lo triste que está, lo vacío que se siente. Y ni hablar de sus ojeras, tan negras que parecen sombras de maquillaje, de su cara cansada que muestra mucha pena y arrepentimiento.
- ¿Por qué? - pregunta. Con su voz frágil, intentando que suene fuerte - ¿Por qué lo hiciste?
- No pensé en lo que hacía, sólo me deje llevar - respondo. Cierro la puerta, dejo mi espalda en ella, sin dejar de verlo.
- Los e seguido, a todos los lugares que han ido juntos. Hasta parecían pareja...- se sentó en el suelo - de seguro...ya no te gustó, ¿cierto?
Agache mi cabeza - No, aún me sigues gustando y mucho.
Lo había confesado, le había dicho lo que aún siento por él. Una lágrima bajo por mi mejilla, no sabía si era de tristeza o felicidad.
Ví sus tennis cerca de los mios.
- Tú no has dejado de gustarme, Meg...- dice, acariciando mi mejilla. Tomo mi mentón entre su pulgar y índice, subiendo mi cabeza. Nuestros ojos se encontraron, ví ese brilló, ese brilló en sus ojos merrones, que expresan una emoción; amor.
Sus labios se unieron con los mios, moviéndose con delicadeza, paciencia. Le seguí el beso al instante, colocando mis manos en su nuca, acariciando el poco cabello que está en esa zona. Las de él se fueron a mi cintura, apretando ese lugar, llevando más cerca de él.
El beso es romántico, un beso dónde todas las emociones y sentimientos que siento por Oliver se desatan. Mi cuerpo está relajado, seguro. Mi corazón da fuertes latidos pero sin desesperación.
Se separa, acuesta su frente sobre la mía y sonríe.
- Me gustas, Meg...mucho - susurra, con voz ronca. Se le nota la felicidad que siente. Sonrió - Me encanta esa leggins - su mano va directo a mi trasero, lo aprieta al instante, con gusto, excitación - Mmm....- muerde su labio inferior - Me dan ganas de quitartela y moder tu hermoso trasero.
Une sus labios con los mios, besandome con desesperación, rapidez. Sigo el beso al compás, un gemido se me escapa, cierro los ojos disfrutando, él gruñe, muerde mi labio sin hacerme daño, tira de él.
Siento un calentamiento en todo mi cuerpo, cómo unas ganas inmensas de que me quite la ropa y me penetre duro, se apoderan de mí.
- Meg...estoy excitado - con ambas manos aprieta mi trasero, mostrando la excitación que siente - Necesito más, cariño. ¿Me dejas? - asiento. Sonríe.
Da un beso fugaz en mis labios, besa mi cuello con lentitud, tiro mi cabeza hacía atrás para dejarle más espacio, lo muerde con delicadeza, sigue sus besos en él. Sus besos son mojados, delicados, cortos pero deseosos. El calentamiento crece más.
Sus manos están mis senos, los aprieta fuerte pero no me duele, pasa su lengua por mi cuello, lo muerde, lo subciona con mucha fuerza, siento el ardor cuando se despega.
- Qui...ero que gimas mi...nombre, cariño... - jadea.
Su mano se adentra en mis bragas, pasa sus debos suavemente por ahí, toca mi clítoris y labios.
- Ab...rete - me ordena en jadeo. Obedezco al instante.
Su dedo medio se mueve entre mi vagina, acariciando mi clítoris y labios, con lentitud, con su boca toma unos de mis senos, pasando su lengua por mi pezón.
- Ahh...- gimo de placer.
Da círculos sobre él, avanza su movimiento en mi vagina, dejando que un poco líquido transparente salga de ella, su dedo se mueve de arriba a bajo, extendiendo mi excitación. Su lengua juguetea con el otro pezón, acelera el movimiento en mi vagina, provocando qué gima en un susurro.
- Déjate llevar - dice en mi oído - Gime todo lo qué quieras, solo para mí. Gime mi nombre.
- Oliver...- gimo. Colocó los ojos en blanco de la excitación, con mis manos aprieto sus hombros, muerdo mi labio - Oh...sí, Oliver - jadeo.
Siento toda su mano dandome placer, moviéndose rápida en mi vagina, sobando con desesperación mis labios y clítoris, luego, la mueve en círculos. Lo escuchó gruñir. Mi cuerpo pide más, mis piernas tiemblan y sé qué el orgasmo está cerca, se aproxima.
-¡Ahhh...! - gimo fuerte. Me estremezco, tiemblo, me dejo caer sobre Oliver. Más líquido transparente sale de mi vagina, Oliver saca la mano mostrandome ese líquido, sonríe, miro sus ojos llenos de lujuria, deseo... lame su mano.
- Tienes un buen sabor, cariño - rió. Rasca su nuca - Debo irme, Meg.
- ¿Cómo? - digo, con los ojos abiertos como platos.
Después de lo qué acaba de hacer, ¿se va a ir?
- Sí, cariño, tengo que irme. Quiero dormir contigo pero debo masturbarme para no follarte.
Suspiro de alivió. Creí que solo me utilizó o algo parecido.
- Está bien. Pero vuelve.
- Nunca te dejaría sola, roja - me da un último beso. Lo veo salir por la ventana, me guiña un ojo y se tira al árbol.
Me quitó las leggins y bragas, voy al baño y lavó mi parte íntima. Me acuesto en la cama, mirando el techo, la nada nada de él.
Fue espectacular, me encantó sentir su mano en mi coño, como se movía, su dedo en mi clítoris y labios, su boca en mis pechos...
Todo fue maravilloso. Muy maravilloso.
¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤¤
¡Buenas!
¿Que les pareció el capítulo?
¿Les gusta la nueva portada?
Aveces me preguntó...¿de dónde son?
Yo Dominicana✌💖.
¡Byee!
😜.
ESTÁS LEYENDO
La Obsesión Del Nerd
De Todo- Yo...- duré segundos pronunciando la 'o'. Suspiré. - Siento cosas por ti, Meg. Y no son pocas - giró su cabeza para no verme, suspiré y bajé mi mirada. - Aarón, no puedes, no debes sentir cosas por mí... - Ya es tarde, Meg. Ya lo hago y desde que...