Megan.
Estaba teniendo un insomnio en estos momentos, intentaba dormir un poco pero no me lo permitía, la culpa no dejaba de molestarme, al igual que las palabras de Oliver. Era cierto, todo era culpa mía, no debí dejar que todo eso pasara, joder...Era una presión dura en mi pecho, un gran peso en el, era horrible.
Di otra vuelta en la cama, mire la hora y gruñí de frustración; 2:54, no había pasado tanto tiempo desde que me acosté, la cabeza empezó a doler de madera leve, el estomago rugió del hambre. A pasos lentos me acerque a la cocina, tome un poco de leche junto con galletas oreos. Aun tenia hambre, sin embargo, no le cogí importancia. Me sentía estresada, o quizás, cansada, quería dormir y no podía, ni siquiera los ánimos estaban acompañándome como siempre. Todo me estaba aburriendo, deseaba tener a mi hermano cerca, que el me abrazará, apoyara y dijera unos concejos como antes lo hacia; lo extrañaba demasiado. Oliver tenia un parentesco a el, me lo recordaba en varios instantes.
Anhelaba arreglar las cosas con Oliver, dejar de sentirme culpable y que el dejara de sentirse decepcionado. Cerré los ojos y suspire, lo quiero mucho, aunque Aaron me hizo confundir mis sentimientos, aun lo quiero y me sigue gustando de una forma fuerte. Su suave cara me llama a tocarla todo el tiempo, su sonrisa tan perfecta me realiza cosquilleos en el estomago, los ojos que me miran con tanto amor y brillan de tan solo verme, el ejercitado cuerpo que me incitaba a tocarlo.
Abrí los ojos y me altere al ver lo que estaba en frente de mi, ¿era sonámbula o qué? La casa de Oliver estaba en frente de mi, una luz diminuta adornaba su habitación y supe que aun seguía despierto. La alegría se instalo en mi, sonreí de la mejor forma, sentí un cosquilleo en el estomago, quise brincar de la emoción y pegar un fuerte grito. Corrí a buscar las llaves en casa, abrí la puerta trasera de los Thomas, todo el entorno que me rodeaba estaba siendo iluminado por la luna, subí las escaleras sin dejar de sonreír, me detuve en la puerta de su cuarto y volví a escuchar lo de la otra vez; gemidos femeninos.
Un montón de sentimientos me arroparon; enojo, estaba muy enfurecida, se buscaba a otra después de que peleábamos, como si no le importara lo que pasaría conmigo, eso me molestaba mas que el carajo, era un maldito bastardo que no le interesaba nada sobre mi. La tristeza abundaba en mi al saber que solo me ha estado utilizando todo este jodido tiempo, que soy una puta estúpida por estarle creyendo, joder...el era, es y será un mujeriego de mierda.
Entre dispuesta a insultarlos sin importar quienes eran, en cambio, solo había malinterpretado las cosas; Oliver estaba en un mueble viendo a una mujer masturbándose en televisión, con su miembro fuera. Quede paralizada escuchando los gemidos de la mujer, Oliver la veía con atención, se le notaba la lujuria en la mirada, mordió su labio con fuerza aguantando la excitación.
- Maldición, Megan... - exclamó cerrando los ojos - Ya quiero follarte - abrió los ojos y siguió viendo a la mujer en pantalla, sin tocar su polla erecta. Me quede pasmada en el marco de la puerta, observando y queriendo cumplir su deseo, dejando que sus palabras se centren en mi cabeza, una corriente recorrió mi cuerpo al ver como toco la punta de la polla.
Cerré los ojos y suspire, aún seguía cansada. Solté una carcajada al recordar que entendí mal la situación de Oliver, si que era gracioso.
- ¿Meg...? - se fijo en mi con la boca entrecerrada, la lujuria se le notaba más, deslizo su mano por el pene y sonrió - Ven aquí, roja - obedecí de inmediato, me senté a su lado, cambio del porno a una película de comedia, me observó y sonreí con pena. Besó mi mejilla con ternura, incómoda me puse al ojear su pene, lo notó y sólo se rió - Toca, es tuyo - negué con rapidez - Anda, queremos que toques - tomo mi mano y con mi palma hizo que rosara la punta, deslizo desde el cuerpo hasta los testículos, me sonroje, el nerviosismo no duro en activarse, mordía mi labio con fuerza al ver que Oli repetía la misma acción.
- Oliver, no - quite mi mano con nerviosismo, me levante de golpe y mordí mas mi labio.
- Vamos, roja - subí mas la cabeza, no era justo que su altura fuera una cabeza mas alta que la mía - Quería masturbarme pensando en ti pero te vi en la puerta tan inocente que cambie de idea; quiero que me la chupes, quiero venirme en tu boca y luego besarte con tanta fuerza, mierda - lo decía con una voz tan sexy y ronca, si que excitaba y ponía a las chicas sumisas. Volvió a sentarse, halándome con delicadez del brazo para dejarme en rodillas, vi su cosa frente de mi, el esperaba mi comienzo y así lo hice; lamí y chupe la punta, agarre los testículos y jadeó, lineé con mi lengua el cuerpo de su polla y chupe las bolas, metía y sacaba de mi boca la mitad del miembro mientras masajeaba sus bolas, tomo mi cabeza entre las manos y controlo lo que hacia. La mamada se volvió mas rápida e intensa, ayudaba a Oliver en algo en cambio, el hacia la mayor parte del trabajo.
Sabia que después de esto me iba a sentir mas avergonzada que nunca, no tendría la valentía de volver a verlo a la cara fuera de esta casa, andaría sonrojándome a cada rato; y mas por los recuerdos.
Deje de pensar al sentir mi boca llena de esa cosa tibia y viscosa; semen, mire a Oliver creyendo que iba a soltar mi cabeza pero el tenia la esperanza de que lo tragara, y, lo hice; trague todo su semen y sonrió de una vez, me ayudo a parar y me beso como lo prometió. Mordió mi labio para finalizar el beso, acostó mi cuerpo entre sus piernas luego de guardar a su amigo.
- Eres grandiosa, Megan. Yo...- dejo de hablar y suspiro - ¿Te gusta el? - su pregunta me sorprendió, era obvio que hablaba de Aaron, un escalofrió me recorrió, mordí el labio por lo nerviosa que me estaba poniendo, desvió la mirada y repitió el suspiro - Estas nerviosa y eso me deja dicho que es cierto, te gusta.
- No, no. Aaron me estaba confundiendo pero me di cuenta que yo te quiero a ti y solamente a ti - declaré, era cierto, solo lo quería a el.
- Te creo - beso mi frente - Sin embargo, aléjate un poco de el, no que dejen de ser amigos, si no que dejen esos besos y toques atrás, ¿lo juras?
Suspire - Lo juro - bese sus labios. Cumpliré la promesa.
¡Megan y Oliver, huyan, odio hacia ustedes!
¿Qui hubo, pues?
DISFRUTEN Y NO OLVIDEN COMENTAR { mas por su odio dirigido a la pareja, eh, KE KE KE KE}
HASTA LA VISTA, BEIBIS.
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La Obsesión Del Nerd
Rastgele- Yo...- duré segundos pronunciando la 'o'. Suspiré. - Siento cosas por ti, Meg. Y no son pocas - giró su cabeza para no verme, suspiré y bajé mi mirada. - Aarón, no puedes, no debes sentir cosas por mí... - Ya es tarde, Meg. Ya lo hago y desde que...