001: Primer Día En Casa.

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—Estoy feliz de al fin estar en casa —Comentó Meliodas mientras entraba con las cosas. Yo cargaba a Tristan con sumo cuidado, es que, sinceramente, es como si fuera de cristal y me da miedo que con mis torpes manos se me pueda resbalar y caer. Meliodas soltó las cosas en un sillón y después él también se tiro allí.

Me senté en otro sillón ignorandolo completamente.

—Espero que esto no duela... —Me dije a mi misma mientras destapaba uno de mis pechos para alimentar a Tristan.

En el hospital no había querido comer y una de las enfermeras me dijo que probablemente al estar aquí si quiera y debo admitir que sería todo un alivio para mi, mis pechos duelen de lo llenos que están. Mire con esperanza al pequeño y como si hubiera leído mis pensamientos se llevó el pecho a su boquita y comenzó a beber, no se sentía mal, pero si se sentía extraño y a la vez era todo un alivio. Termino con uno y lo pasé al otro, esperaba que quisiera comer más, no solo para alivio mío, sino también porque me preocupaba el hecho de que no había comido mucho desde hace unos días.

[🦋]

Después de darle de comer a Tristan se había orinado, agradezco que use pañal. Lo traje al cuarto para cambiarlo, había hablado con un par de enfermera antes de regresar a casa, una de ellas me explicó como debía limpiarlo. Antes de cambiarle el pañal revise tener todo lo necesario.

Un pañal limpio.

Ungüento para la zona del pañal.

Y toallitas de bebé.

Era poco, pero lo necesario. coloque al bebé boca arriba y quite el pañal sucio con cuidado, porque al parecer, la exposición al aire puede hacer que orine y eso sería en mi cara. Use las toallas para limpiar suavemente la esa... zona del bebé, por alguna razón esto me es algo... Vergonzoso.
Aplique ungüento, aunque creo que me pasé... Bueno, esto fue mucho más fácil de lo que pensé. Ahora toca la parte más difícil, poner el pañal, lo tomé entre mis manos y me le quede viendo como si fuera la cosa más rara del mundo.

Y es que lo es.

—Como carajos se pone esto... —Susurre para mi misma. Sinceramente yo no tengo ni la menor idea de como poner un pañal, digo, nunca vi como ponían uno y creo que la única experiencia que tuve con uno fue cuando yo los usaba. El pañal que anteriormente usaba Tristan se lo había puesto la enfermera. Suspire, debí haber adoptado a la enfermera.

De entre todas las cosas que me explicaron lo único que no me explicaron es cómo carajo se pone el pañal. Supongo que la parte más ancha es la de atrás y creo que la que tiene los dibujos, diseños o lo que sea va a adelante. Una vez, en el hospital, vi como la enfermera se lo ponía, estaba algo lejos de mi, pero pude ver algo.

levante las piernas del bebé cuidadosamente tomándolo de los tobillos, y deslice el pañal nuevo por debajo de su trasero o la cola, como sea, cuidando de poner la parte delatera mirando hacia el frente. A los lados tenía esos cositos que... No recuerdo como se llaman, creo que es para pegarlos, bueno los abrí y pegue a la parte delantera. No me culpen, si me hubiesen explicado alguna vez como se ponía uno de estos hubiera sido más fácil y lo hubiese explicado mucho mejor.

Puse mis manos en mi cintura viendo orgullosa lo bien que había quedado para ser mi primera vez.

[🦋]

—Se ve tan adorable durmiendo...

—Si...

—Ni siquiera sé a quien de nosotros se parece más —Dije sin pensar, solo podía ver lo hermoso que se ve Tristan perfectamente dormido en su cuna.

—¿Es una broma? ¡Es hermoso! Es igual a ti— Voltee mi cara para encontrarme con la mirada de Meliodas sobre mi, no pude evitar sonrojarme. Se acercaba poco a poco a mi cara con la intención de darme un beso, pero justo cuando nuestros labios estaban por tocarse se detuvo, ¿Por qué lo hizo en primer lugar?— Ellie...

—¿Si? —Susurre, lo único que quería era que terminara de cortar la distancia entre nuestros labios. Solo podía pensar en eso.

—¿Por qué huele a quemado?

Mi mente se quedó procesando la información un momento hasta que al fin entendí. Salí corriendo aunque claramente la enfermera me dijo; “No debes hacer mucho esfuerzo.” Pero justo ahora eso no importaba, la comida se estaba quemando y por lo visto, la casa también. Cuando llegue a la cocina la llama se hizo más grande, estaba intentando apagarla cuando escucho el llanto de Tristan.

Genial Elizabeth, una cosa te sale bien y dos te salen mal.

[🦋]

—Me quiero morir —Solté contra la almohada.

—No digas eso, cariño. —Dijo Meliodas mientras acariciaba mis cabellos tratando de tranquilizarme. Después de apagar la cocina y dormir a Tristan se había dedicado a eso, ahora la única lloraba era yo. Casi quemo la casa y desperté al bebé, el cual estuvo llorando casi una hora, tuve que darle un baño sin saber como darle uno realmente, después darle de comer, sacarle los gases de una forma tan patética, que al final fue Meliodas quien tuvo que hacerse cargo de dormirlo, eso y si le sumamos que no he tomado una ducha en todo el día.

—Soy la peor madre del mundo, incluso le puse mal el pañal —Me quejé.

—No, no lo eres. Solo no tienes mucho conocimiento sobre el asunto y yo tampoco, pero aprenderemos juntos y al final lo haremos bien, dicen que la práctica hace al maestro —¿De donde saca tan bonitas palabras? ¿Google?

—Lo dices porque no fuiste tú quien casi quema la casa.

—Créeme que eso no estuvo ni cerca de quemar la casa, te lo dice un experto.

—¿Experto?

—Has probado mi comida, sabes que cocino horrible, y eso que no viste cuantas veces fueron los bomberos a la casa cuando estaba aprendiendo. —Por alguna razón, saber que los dos somos igual de estúpidos me hizo sentir bien. Despegue mi cara de la almohada y me acosté de lado frente a él. Meliodas secó mis lágrimas y me dio un beso en la frente con algo de dulzura. Sinceramente, no sé qué haría si él no estuviera conmigo— ¿Qué tal si nos damos un baño juntos? —No pude evitar sonrojarme con la pregunta y su mirada pervertida, pero aún así le sonreí.

—Está bien.

[🦋]

Me levante a penas escuche el llanto del bebé. Eran las 2am y yo aún estaba algo dormida, lo tomé en brazos con cuidado y me senté en una silla con él, lo estaba meciendo un poco para calmarlo, cuando al fin estuvo tranquilo y dejó de llorar me saque un pecho empezó a comer.

—Ya, ya, mamá está aquí... —Susurre mientras veía como iba cerrando poco a poco los ojitos. Una vez dormido lo puse en su cuna una vez más y me tire en la silla para empezar a quedarme dormida una vez más.

Me preguntó, que hubiese pasado si mi madre no hubiera echado, ¿Al menos me hubiese ayudado? No lo sé. Me quedé completamente dormida con ese último pensamiento.

*
Dato innecesario:

Hace cuatro años que no pongo un pañal e incluso ya se me olvidó como se pone uno, tuve que buscar en Google como se hacía XD.

Relatos de una madre primeriza - MelizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora