Extra: Boda.

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Todos: Boda.

Yo: ¿Osea nadie quiere saber que paso con las familias de Elizabeth y Meliodas? *Cry in English*

Advertencia1: Me quedo del asco.

Advertencia2: Exceso de ternura >w<

*

La peliplateada suspiro por cuarta vez consecutiva. Se sentía tan sola y aburrida. Su pequeño hijo de ahora seis años estaba en la escuela y no regresaba hasta el medio día que volvía con su nuevo maestro que además era su vecino, Gloxinia. Y su novio, bueno, de él en realidad no sabía nada. Este salía casi siempre y cuando ella iba a preguntar a dónde iba simplemente la dejaba con la palabra en la boca, ya fuera que la interrumpía o la dejaba hablando sola.

No era como si desconfiara de él, o al menos no lo haría si le dijese a donde iba y porque se iba casi todo el día, dejandola sola. Ya eso era extraño y más que molestarla, la ponía triste.

Empezaba a decepcionarse, ya para ese tiempo ella esperaba que estuvieran casados, había estado esperando a que le propusiera matrimonio desde que Tristan tenía dos años, sin embargo, con el tiempo dejó de esperarlo, no valía la pena, el rubio ni siquiera mostraba señales de querer casarse.

Tal vez no estaba listo, tal vez no quería eso, tal vez no lo quería con ella.

Dejó de pensar en ello y se levantó de la cama. Ya había limpiado toda la casa, literalmente no encontraba nada más que hacer para matar el tiempo. Se comenzó a cambiar con la idea de salir a comprar cosas para hacer el almuerzo. Tal vez así se distraeria, tal vez así mataba el tiempo hasta que su hijo llegara, tal vez así no pensaría en la posibilidad de que él le estuviese siendo infiel.

(🦋)

Caminaba de pasillo en pasillo aburrida con el carrito, ya tenía todo lo que necesitaba y aún así no quería simplemente irse, ya que estaría de nuevo en un eterno aburrimiento de su casa. En medio de estar caminando se dio cuenta de lo mucho que habían cambiado las cosas en seis años desde que se entero por primera vez que estaba embarazada.

Merlin y Escanor ahora eran pareja oficial, Diane y King se habían casado dos años atrás, Elaine y Ban estaban casados y esperando un hijo, Gowther era pareja de Nadja, quien era su tía, sus hermanas cada una estaba casada. Todos habían progresado en sus relaciones, excepto ella.

Y otra vez estaba allí el sentimiento de decepción que la atormentaba casi siempre, ¿Él ya no la quería? Era cariñoso con ella, pero no como antes, le decía que la quería, pero cada vez con menos frecuencia. Bueno, lo único que tenía en claro era que aunque Meliodas ya no la amara al menos tenía a su hijo, quien siempre estaba demostrando lo mucho que los quería. Tristan era un niño muy alegre y energético para tener seis años, pero bueno, era un niño, es normal.

Salio de sus pensamientos cuando choco con otro carrito. Estuvo a punto de lanzarle una grosería hasta que se dio cuenta de quien era, y entonces quedó helada y trago saliva nerviosa.

—Oh Dios mío, ¿Estarrosa?

—¡Elizabeth! —Saludo con una sonrisa a la cual ella correspondió. Hace años que no se veían y para ambos era toda una sorpresa encontrarse allí.

—Hey, ¡me alegro de verte!

—Lo mismo digo, vaya, te ha crecido el pelo —Dijo, viendo la larga y plateada cabellera de la chica. La última vez que la había visto, hace unos siete años, Elizabeth llevaba el cabello mucho más arriba de los hombros. Ella acaricio un poco si cabello con una sonrisa y un ligero sonrojo, eso había cautivado una vez más el corazón del peliplateado.

Relatos de una madre primeriza - MelizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora