Debí saber que iba a pasar «eso» cuando mi día empezó de tan maravillosa forma;
Al levantarme y salir del cuarto la casa estaba limpia.
Al bajar a la cocina Meliodas ya había cocinado (bueno, no, había pedido comida a domicilio para los tres; Para Tristan, para él y para mi).
Meliodas estaba más cariñoso que de costumbre conmigo y me dijo que estaba hermosisima aunque estaba despeinada y la pijama me quedaba grande.
Se ofreció a arreglar a Tristan (Lo cuál es todo un reto).
Nos llevó de compras, a ver una película y a comer un helado aún sabiendo el desastre que somos Tristas y yo comiendo helado, y que siempre me como dos.
Después de que Tristan le mordiera un dedo cuando intentó limpiarle la boca y llegáramos a casa fue que supe porque había tenido un día tan bonito.
Mientras yo ordenaba las cosas que compré, Meliodas se fue con la excusa de que le prometió a Ban ayudarlo con algo y antes de que yo lo despidiera se fue. Por un momento, al verlo tan nervioso y apresurado, se me pasó por la cabeza pensar que me estaba siendo infiel y me alarme, entonces enseguida Tristan vino hacia mi y me miró con sus ojitos llenos de vida y sonrisa tierna. Tras la siguiente conversación supe porque estaba realmente nervioso.
—Mami...
—¿Si, cariño?
—¿Puedo hacerte una pregunta? —Me quedé paralizada un momento. Amo a mi hijo, pero a veces, cuando él pregunta algo, casi siempre me deja a mi pensando media hora en busca de una respuesta. Sin embargo, es un niño de cinco años, no puedo simplemente no contestarle.
—Por supuesto, cariño, ¿Que quieres preguntar?
—¿Como se hacen los bebés?
Y aquí señores, es donde yo quedé de piedra. Sabía que algún día llegaría el momento donde Tristan me haría esa pregunta, sin embargo, no creí que ese momento llegaría tan pronto. Siempre pensé que cuando me preguntara eso tendría unos diez años y yo estaría para ese momento lo suficientemente mentalizada sobre lo que le diría y cómo le contaría la verdad, porque ellos deben saberla. Sin embargo, ¿Cómo se lo cuentas a un niño de cinco?
Antes de que le respondiera él volvió a hablar con un puchero en sus labios.
—Le pregunté a mi papá ayer y me dijo que te preguntara a ti, pero también me dijo a que esperara a hoy cuando él ya no estuviera en casa.
Ese desgraciado no me estaba siendo infiel, me estaba lanzando directo por un barranco. Me había dejado el trabajo sucio a mi.
Trague saliva.
—Bueno...
Él me miró atento y yo maldije en voz baja a Meliodas.
Intenté hacer memoria de cómo me lo había contado mi madre, pero ella había sido directa diciendo que de las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, y luego me dijo que era el sexo. Sin embargo, también recuerdo que antes de preguntárselo a mi madre yo había tenido miedo de su reacción a la pregunta así que se lo pregunté primero a la señora de la limpieza. Ella me había contado la historia de la semillita, ya saben;
“Papá tiene una semillita y mamá huevitos, cuando estos se juntan se empieza a formar un bebé en el vientre de mamá. Después de nueve meses mamá lo traerá al mundo a través de un parto.”
Suspire. Debí haber investigado sobre esto antes. Me relami los labios, sería sincera, no directa, pero si sincera.
—Mira, cariño... ¿Recuerdas que hace un mes encontraste a mamá arriba de papá sin ropa?, ¿Recuerdas que te dije que ese es un acto que sólo los adultos cuando se quieren de verdad pueden hacer y que no debes repetirlo? —Él asintió—. Verás, corazón, cuando mamá y papá se quieren tanto y deciden traer a un bebé al mundo, hacen ese tipo de cosas, pero vuelvo y repito, es algo que sólo pueden hacer los mayores, ¿Entendido?
El asintió otra vez, aún atento.
—Por ahora, ya que aún estás muy pequeño para explicarte ciertas cosas, no te lo puedo explicar bien, pero puedo prometerte que cuando seas mayor lo haré. Pero es importante que sepas que cada vez que tengas una pregunta parecida a ésta o sobre tu cuerpo o tu sexualidad o cualquier otra cosa, se la cuentes a mamá o a papá, ¿Ok? Lo mejor siempre serás que nos preguntes a nosotros y seremos sinceros contigo.
» Y ojo con otra cosa; Si te gusta una niña puedes contárselo a tus padres, ¿Si? Pero sin importar cuanto te guste no hagas el tipo de cosas que aveces ves a tu papá hacer conmigo. No está bien que le robes besos sin su consentimiento a una niña, ni que le des una palmada en el trasero, ni que le toques el pecho, ni le hagas comentarios sobre su cuerpo. Esas son cosas de adultos y ambos sabemos que tu padre se contiene de hacerlas frente a ti.
Suspire. No es que Meliodas lo hiciera a propósito frente a Tristan, es que él es escurridizo y cuando pensamos que está lejos resulta que está muy cerca.
—Pero sobre todo. No intentes hacer con una niña lo que viste a tus padres hacer hace un mes, ¿Ok?
—Ok. Pero, ¿Eso quiere decir que tú y mi papi querían hacer un bebé hace un mes?
—A-algo así... Muy bien, ahora, ¿Puedo preguntarte algo yo a ti?
A él le brillaron los ojitos, ama que le hagamos preguntas.
—¡Si! Te responderé con total sinceridad lo que sea.
—Perfecto, ¿Puede saber por qué la pregunta, corazón?
—Oh, es que la otra vez escuché a mi Tío Zeldris decirle a mi papá que le quería hacer un bebé a mi tía Gelda y me dio curiosidad, Mami.
Voy a asesinar a los hermanos Demon.
*
Éste capitulo estuvo muy serio y explicativo, pero era necesario y hace año me lo habían pedido.
¿Se esperaron esto?, ¿Se les pasó por la cabeza que esa fuera la razón por la que Tristán preguntara eso o pensaron inmediatamente en Ban?
¡Aún no se vayan, voy a publicar otro capítulo!
LittleStar.
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Relatos de una madre primeriza - Melizabeth
Fanfiction|Terminada.| "Ser madre es totalmente diferente a como te contaron..." Elizabeth Goddess, es madre primeriza. Ella y su novio saben que criar un niño con diecinueve años, sin terminar la universidad y sin apoyo de tus padres es díficil, pero Melioda...