004: Parecidos.

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—Uh, Ellie...

—¿Si? —Respondí aburrida jugando con Tristan. Él sacudía de arriba a abajo su carro de juguete hasta que se canso y lo lanzó a algún rincón de la sala, tome una sonaja y se la dí, Tristan la empezó a sacudir, deleitándose con el sonido. Sonreí, al fin había encontrado algo que le interesará, pero como si estuviera en mi contra, la lanzó lejos causándole una grieta. Suspire.

—¿A quien crees que se parezca Tristan? —Dijo mientras le daba un oso de peluche a Tristan y este abrazaba con fuerza, se veía tan tierno. Pensé un momento mientras le sacada a Tristan de la boca el brazo de su oso de peluche.

—No lo sé, creo que aún es muy pequeño para saberlo. —Tristan lanzó el muñeco y alzó sus manitas hacia mi, me acerque un más, fue un error, tomó un mechón de mi cabello y comenzó a jalarlo— ¡Auch!

—Oh...

Lo mire y se veía decepcionado. No mentiré, yo también quisiera saber a quien de los dos se va a parecer, pero esta muy pequeño, tal vez cuando esté un poco más grande lo descubramos. Tristan me saco de mis pensamientos cuando escuche el quejido de Meliodas, Tristan le había lanzado un bloque de juguete. Comenzó a reír y siguió lanzadole cosas, yo solo pude reír. Por un momento paso por mi mente el parecido que tenía con Meliodas al hacer eso, tal vez se parezca a él.

[🦋]

—Ya llegue, y mira qui- —Dijo Meliodas entrando al comedor y parando cuando me ve a mi sentada frente a Tristan viendo como estaba chupando una pierna de pollo. Quería ver que tanto haría con mi pierna de pollo, pero Meliodas se acercó y se lo quito y lo cargo— ¡Elizabeth!

—¿Queee?

—Cariño, tu misma me dijiste que estaba muy pequeño para comer algo más que papilla.

—¿En serio?

—Si, dijiste que a penas era un bebé y que solo tenía cuatro meses, además a penas le están saliendo los dientes —Dijo con el seño fruncido. Yo hice un puchero, esto no fue mi culpa y además, no iba dejar que se lo comiera todo, obviamente se lo iba a quitar... Eventualmente...

—Pero no le di nada, solo me fui un momento a agarrar un vaso para el jugo y cuando regrese ya estaba así —Me explique—, lo agarro de mi plato.

Meliodas se quedó en silencio, esperando que yo dijera algo más creíble o que al menos le explicara porque aún no se lo había quitado. Sonreí orgullosa, la única en esta casa que es claramente una amante de la comida y además del pollo frito era yo, por lo que veo, hasta ahora. No podía estar más feliz de que tuviera al menos un parecido a mi.

—Es perfecto, salio a mi —Me puse de pie orgullosa y me acerque a Tristan. —Sí, ¿Quien es el bebé más lindo? Eres tú, si, tú —Él rió y empezó a aplaudir con sus manitas. Ban entró lo puerta seguido de Elaine, ¿Estos desde cuando están aquí?

—¿No creen que es una bendición? —Comentó Ban para tomar a Tristan en brazos bajo nuestra mirada.

—¿Qué cosa amor? —Dijo Elaine haciéndole caritas a Tristan, a lo que este comenzó a reír.

—Qué Tristan haya salido a Elizabeth y no a Meliodas... Ya sabes, por su mal humor y todo eso... Uff hay si tendrían un GRAN probl- —Elaine le tapo la boca inmediatamente. Mire a mi lado para encontrar la furiosa mirada de Meliodas sobre Ban.

—¿Qué dijiste? —Pregunto Meliodas enojado y cruzado de brazos, retando a Ban de repetir lo que dijo.

[🦋]

—Elizabeth.

—¿Si, Elaine?

—¿Cuando piensan casarse? —De la impresión, casi me atoro con el vaso de leche caliente y para mi mala suerte terminó saliendo por mi nariz— ¡Oh, Dios, Elizabeth! ¿Estás bien?

—No... —Mi nariz ardía, esta duele demasiado. Tome una servilleta y me limpié. La pregunta de Elaine me había tomado desprevenida y por sorpresa. Realmente nunca había pensado en casarnos, digo, aún somos algo jóvenes y no me quise casar cuando estaba embarazada porque parecía que lo haríamos solo por el bebé y realmente yo lo quiero hacer porque nos amamos y no para que la gente no nos juzgue por ser padres adolescentes.

—¿Entonces? —Suspire.

—No lo sé... Creo... Creo que por ahora es mejor no pensar en eso —Dije, esperando que ello no quisiera seguir preguntando. No es que el tema de por sí ya sea incomodo, pero es un tema que definitivamente no quiero tocar, no por ahora.

—Bueno... Pero en algún momento tendrán que hablar de eso, ¿No? —Iba a responder, pero un grito dentro de la casa me interrumpió— ¿Qué fue eso?

—Ni idea, es mejor ir a ver.

Nos levantamos del suelo donde estábamos sentadas y entramos, en la sala se encontraban Ban y Meliodas detrás de un sillón y Tristan sentado frente a al sofá tirandoles cualquier cosa. No pudimos evitar reír, Tristan volteo y extendió sus brazos hacia mi. Me acerque a él y lo tomé en brazos. Elaine pasó y nos sentamos en el sofá, seguido de eso los hombres super maduros salieron de su escondite y se sentaron un poco lejos de mi y Tristan.

—Ese niño es un peligro, me dio en un ojo —Se quejo Ban. Elaine y yo comenzamos a reír.

—Claro que no, Tristan en su amor, ¿Verdad que si? —Elaine se acercó a él y Tristan solo le halo cabello y comenzó a reír mientras lo hacía, para ser un niño de cuatro meses debo admitir que se aferra y jala duro los cabellos— ¡Aahh!

—¡Te lo dije!

—¡Tristan no hagas eso! —Grito Meliodas, se acercó y trato de soltar la manita de Tristan de los cabellos de Elaine, pero fue en vano, él estaba demasiado cerca y Tristan también lo agarro de los cabellos y comenzó a jalarlos— ¡Aahh! ¡Elizabeth has algo!

—Tristan —Sólo vasto que dijera su nombre para que los soltara y me viera con sus ojitos tan lindos, solo sonreí— Ah, eres tan adorable y lindo. No puedo molestarme contigo.

—Mi hijo es una bestia y un chantajeador, definitivamente salió a Elizabeth —Lo mire mal y solo rió nervioso.

—¿Qué quieres decir con eso? —Pregunte, claramente molesta.

—N-nada...

—Elaine —Dijo Ban—. Esta decidido, se me quitaron las ganas de tener hijos, no me voy a arriesgar a que salga a mi.

*
Dato innecesario:

Cuando yo hacía de niñera mi primito solía hacerme eso. Me jalaba los cabellos y tiraba cosas, para, mi sorpresa con, a veces, buena puntería.

Y una vez, en año nuevo, yo usaba uno de eso collares que parecen de perro XD, gargantilla creo que se llama, me quedaba justo y casi apretado, yo me puse a cargarlo, él tenia solo cuatro meses, vio con curiosidad el collar, lo tomo e intento quitármelo, casi me muero porque me asfixiaba :b.

Relatos de una madre primeriza - MelizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora